Portillo y Curro Sánchez son compatibles y llegan con la única idea del «ascenso»

Que no es otro, desde hace algunos días, que la UDA. Un plantel que se está formando y en el que tanto Curro Sánchez como Portillo son dos de los recién llegados. Que lo han hecho, como también en el caso de Juanjo Nieto como de Arnau Puigmal (otro que puede compartir con los dos andaluces el centro del campo), con la carta de libertad en sus manos. El primero procedente de la Ponferradina. El segundo, del Getafe. De esos jugadores, como reconoció Mohamed El Assy, que el club almeriense ha venido siguiendo desde hace meses. Incluso, desde que llegaron a la entidad rojiblanca hace ahora dos años.

Tiempo en el que Curro Sánchez ha podido asentarse en la Liga SmartBank (Numancia y Ponferradina), mientras que Portillo ha estado en el cuadro madrileño en la Liga Santander. El de La Palma del Condado busca su primer ascenso a la máxima categoría. Para el malagueño sería el tercero en su carrera deportiva. Las ganas de crecer el primero y la experiencia del segundo, claves para que el Almería tuviera muy claro que los quería poner a las órdenes de Rubi y que dieran un salto de calidad a lo que quiere ser la plantilla.

Ambos fueron presentados a la vez. Casual o no, otra 'unión' más entre dos futbolistas que, por estilo, deben marcar la pauta de lo que será el juego del tercer proyecto de Turki Al-Sheikh al frente del club almeriense. El que, desde su llegada, ha querido un fútbol atractivo con posesión y de ataque. En los dos primeros quedándose a las puertas de poder lograr el objetivo del ascenso a la elite del fútbol español.

Curro Sánchez y Portillo tienen por delante, en comparación a lo vivido el pasado ejercicio, superar los números y la influencia de jugadores como Aketxe (rescindido en el Almería y fichado por el Eibar), Fran Villalba o Joao Carvalho. Los tres tuvieron números muy flojos y se echó en falta su influencia tanto en el juego como en los goles.

Los dos saben al sitio que llegan. Portillo aseguró que era «un reto grande estar aquí». Tras pensarlo, se decidió por la oferta del inquilino del Estadio de los Juegos Mediterráneos porque «me mostró ambición y es lo que yo quiero». Que no es otro objetivo que «volver a Primera logrando el ascenso, por eso estoy aquí».

Sobre su estilo de juego, el malagueño mostró tanto su polivalencia como su preferencia. «Mi posición natural es por medio, que es la zona por donde más daño hago. Aunque jugaré donde diga el míster». Como lo hizo en su estreno contra el Pulpileño. De partida, como extremo derecho, con movilidad para estar por dentro y dejar la banda a Arnau Puigmal.

Algo parecido a su compañero de presentación. Con la diferencia de que el onubense es zurdo y el malagueño es diestro, pero muy parecidos en todo lo demás. El excentrocampista de la Ponferradina puede partir desde la banda a pierna cambiada, como también como interior en una de las dos posiciones por delante del pivote defensivo. Su polivalencia ya la ha mostrado en sus tres partidos de pretemporada que ha disputado a las órdenes de Rubi. Siempre, como en el caso de Portillo, de querer ser importante y destacado en la elaboración del juego y dar pases para que los extremos o delanteros puedan aprovecharlos.

En su caso, tras haber estado en la cantera del Sevilla, considera que su llegada a la UDA se trata de «un salto grande». Tras dos años en el norte. «Llevaba dos años buenos en Numancia y Ponferradina, pero necesitaba ese salto a un club con un gran proyecto». En el que el ascenso es la única palabra válida en el vestuario. Una presión ya desde el primer día de entrenamientos.

Los dos deben ser claves en el ataque, sin descuidar nada atrás. «Este año se trabaja en hacer un bloque serio desde el nivel defensivo. Hay jugadores que a nivel ofensivo son top en la categoría». Con mucho todavía por cambiar.