Paunovic ha tocado la tecla de la motivación de un Oviedo invencible

Y como todo sonríe al club asturiano, su temible rival, la UDA, se ha visto gravísimamente mermada por la sinrazón de una competición sólo organizada para los grandes, sin mirar los intereses de todos sus integrantes. Sin Pubill y sin Suárez, en Oviedo miran con optimismo desmesurado la próxima eliminatoria.

Cómo juega

Pero una cosa es el estado anímico y otra la realidad futbolística aportada por Paunovic. El serbio se centró, eso sí, más en la mentalidad de los jugadores y, en su activación, 'prender la mecha' dijo que en voltear la fórmula de juego. De hecho, la base del esquema es similar al de su antecesor y sobre ella trabaja.

El Real Oviedo parte de un dibujo 1-4-4-2 con variantes al 1-4-2-3-1 e incluso al 1-4-1-4-1, según las circunstancias. Por encima de todo destaca su intensidad defensiva, mejorada con la llegada del serbio al banquillo. La labor de destrucción la comienzan los delanteros, con mucha presión, donde destaca la figura de Alemao, quien, además de marcar goles, marca el camino para la defensa con su trabajo.

El postrero gol del Racing de Santander que cambió el orden de los cruces en los playoffs fue un duro mazazo para los asturianos que consideraban a la UDA como el rival más temible. Sin embargo, las bajas de Pubill y, sobre todo, de Luis Suárez, ésta última totalmente inesperada, ha provocado la euforia en Asturias. Y es que, frente a la UDA, su trabajo defensivo siempre fue bueno y sólo el colombiano fue capaz de perforar la portería azulona hasta en tres ocasiones. Ahora, sin el cafetero, el camino hacia Primera División se ve más claro para los de Paunovic.

Al igual que hacía Calleja, el serbio exige a todos, a los once, que se esfuercen en labores de destrucción de forma ordenada para luego liberarles en ataque. Ahí entra en juego el talento, la velocidad, la confianza de un puñado de buenos atacantes que ya amenazan la mejorada defensa rojiblanca para la que está será una gran prueba de fuego.

El Real Oviedo trabaja mucho y bien, durante los entrenamientos semanales, el juego aéreo en las dos áreas. Por ello, los laterales de largo recorrido cobran vital importancia para colocar balones al punto de penalti. También los hombres de la medular que, abiertos a los costados, buscan el uno contra uno y los centros al delantero de forma constante. El juego directo, en todo caso sencillo aunque basculen algo de lado a lado, forma parte de la puesta en escena de un Real Oviedo que busca con esta fórmula el ascenso a Primera, más de dos décadas después.