El partido del Almería es como si fuera una final

El equipo rojiblanco salta con la determinación de quienes forjan su destino en el fragor de la contienda. Cada pase, cada disparo, es un golpe certero en la construcción de un sueño que exige temple, inteligencia y sangre fría. No basta con querer ganar, hay que demostrarlo en cada acción, en cada duelo individual, en cada balón dividido. La intensidad será clave, así como la capacidad de mantener la cabeza fría en los momentos de mayor tensión. La experiencia dicta que en este tipo de partidos los pequeños detalles marcan la diferencia, y el Almería está obligado a cuidar cada uno de ellos si quiere salir victorioso de una plaza tan complicada como El Plantío.

Esta noche se debe escribir el prólogo de una epopeya. No hay espacio para titubeos ni concesiones. Solo quedan once batallas, y la primera debe conquistarse en Burgos, donde la ambición y la gloria chocan bajo los focos en busca de un único vencedor que debe ser el equipo indálico al que la victoria de la pasada semana frente al Zaragoza le debe servir de punto de partida. Aquel triunfo supuso un impulso anímico importante, pero solo tendrá valor si se da continuidad a esa dinámica con otra actuación convincente. No basta con lo logrado, el equipo debe seguir sumando y demostrar que tiene la fortaleza mental suficiente para afrontar la recta final del campeonato con la máxima ambición.

Variaciones obligadas

El Almería afronta el choque con el problema de la salida del lateral zurdo Bruno Langa, convocado por Mozambique para disputar dos compromisos internacionales, y del centrocampista Dion Lopy, requerido por la selección de Senegal. Dos ausencias sensibles que obligarán a Rubi a recomponer su alineación. En el caso del lateral, Álex Centelles se perfila como su sustituto natural, aunque carga con la amenaza de una posible sanción si recibe otra amarilla, lo que le haría perderse el duelo contra el Levante UD. Este es un riesgo a tener en cuenta, pero el equipo no puede permitirse especular. La única prioridad en estos momentos es el partido de hoy, en el que cada pieza deberá encajar a la perfección para mantener la solidez necesaria.

Con Centelles en el costado izquierdo, Luis Maximiano ocupará la portería, mientras que en la banda derecha estará Marc Pubill, que finalmente no ha sido convocado con la selección sub-21. En el centro de la zaga, Édgar González y Aleksandar Radovanovic formarán la pareja titular, teniendo en cuenta que el equipo sigue sin contar con todos sus efectivos defensivos. Chumi, el central referente, continúa con su recuperación, lo que obliga a Rubi a gestionar sus opciones con precaución. A pesar de las bajas, el Almería debe hacer valer su estructura defensiva y mantener el orden en un partido que, previsiblemente, exigirá un gran esfuerzo físico.

Para suplir la ausencia de Lopy en el centro del campo, todo apunta a que Rubi apostará por una dupla formada por Gonzalo Melero y Lucas Robertone, dos jugadores que ya fueron titulares la semana pasada frente al Zaragoza. No obstante, Salvi Clua también entra en la ecuación, dependiendo del planteamiento táctico que se elija para hacer frente al Burgos. El equilibrio en la medular será fundamental para sostener el juego y darle fluidez a la transición ofensiva, una de las claves para imponer el ritmo del partido y evitar que el rival se sienta cómodo en su propio estadio.

La pegada

Los cuatro hombres de ataque tienen un nombre indiscutible: Luis Suárez. El delantero colombiano sigue demostrando su importancia con un rendimiento sobresaliente que va más allá de los goles. Suárez es una amenaza constante para las defensas rivales, no solo por su capacidad de definición, sino también por su intensidad y sacrificio. No se conforma con marcar, también asiste, genera espacios y mantiene en vilo a sus marcadores durante todo el partido. Su vigésimo primer tanto en la liga la pasada jornada fue una muestra más de su estado de forma y de su capacidad para marcar diferencias en momentos clave.

El pasado sábado, Suárez fue el mejor jugador rojiblanco, no solo por su gol, sino también por su incansable trabajo en la búsqueda de ampliar la ventaja de su equipo. La confianza del Almería se vio reforzada, y aunque el Zaragoza no fue un rival especialmente exigente, la victoria sirvió para recuperar sensaciones y reafirmar la idea de que el equipo está preparado para luchar hasta el final. El convencimiento y la fe en las propias posibilidades serán determinantes en este tramo crucial de la temporada.

Junto a Suárez, jugadores como Arnau Puigmal y Nico Melamed han demostrado un gran nivel y todo apunta a que repetirán en el once inicial. Su aportación ha sido clave para mejorar la fluidez del juego y dotar al equipo de mayor verticalidad. Resta una plaza en el ataque, y todas las miradas apuntan a Sergio Arribas. El madrileño tuvo minutos en la recta final del último partido y podría volver al once titular en Burgos. Su talento y capacidad de desequilibrio pueden ser un factor diferencial en un partido donde la creatividad y la pegada serán esenciales para romper la resistencia del rival.

Y la puerta a cero

Luis Miguel Ramis se verá obligado a modificar su once titular para el partido contra los rojiblancos debido a cinco bajas. Appin sigue recuperándose de su lesión de larga duración, mientras que Elady continúa fuera por problemas en el tobillo. Además, Edu Espiau y Borja Sánchez no podrán jugar por sanción, el primero por acumulación y el segundo tras ser expulsado en el último encuentro. A estas ausencias se suma la de Rubén Quintanilla, quien no podrá participar debido a la llamada 'cláusula del miedo', por su contrato de cesión desde el Almería, ya que el Burgos ha decidido no abonar la cantidad requerida para alinearlo.

Por otro lado, el equipo recupera a Curro Sánchez, quien no viajó a Cartagena debido al nacimiento de su hijo. A pesar de las bajas, el Burgos llega en un buen momento tras encadenar tres victorias consecutivas (1-0), lo que le ha permitido situarse en la mitad de la tabla, con una ventaja de siete puntos sobre los puestos de descenso.

El escenario está listo y la batalla va a comenzar. El Almería sabe lo que está en juego y no puede permitirse distracciones. En este tipo de partidos se disputan puntos, pero también estados de ánimo, confianza y ambición. Hoy, en El Plantío, se da el primer paso de un camino que no admite titubeos.