Otra derrota a domicilio

El conjunto rojiblanco llega a esta cita, en El Alcoraz oscense, con la intención de subir peldaños en la imaginaria escalera de la competición, como queda dicho, después de lograr la pasada semana un punto que debe ser valorado en su justa medida, ni más ni menos. El rendimiento de los unionistas no fue el esperado en ataque porque fueron escasas las opciones, consecuencia de la falta de creación de un centro del campo que no aportó para esa faceta, aunque sí lo hizo en otro aspecto, el defensivo, que es por donde empiezan a armarse los equipos, cuando hay 'sangría', si no de goles -que también-, sí de oportunidades en contra, que son muchas.

El equipo de Fernando Soriano es un bloque endeble en esa faceta, tal y como se ha visto en los seis partidos anteriores al del CD Lugo de la pasada jornada, por más que con el del sábado pasado ante los de Luis César Sampedro sean ya 180 los minutos imbatido -los 90 del envite frente al Rayo Vallecano y los 90 del choque frente al Lugo, meritorio por ser ante un equipo que marcó en todos sus encuentros-. El año pasado, para cuando esa sensación se rescató, habían pasado once jornadas sin esa 'alegría' que supone ver la portería propia a cero. Eso pasó en una temporada en la que el partido del Alcorcón, de la duodécima jornada, fue el primero de ocho en los que se mantuvo la meta a cero.

La manta corta

Cierto es que esto es lo de la manta corta, que cuando tapa los pies descubre el pecho y así es como llegan los resfriados, que también pueden suceder a la inversa. No hay que olvidar que el equipo rojiblanco no tiene el 'poder adquisitivo' de la pasada temporada. En esta es el décimo en tope salarial, después de disfrutar de ser el primero en la pasada campaña.

Hoy no debe haber quejas. Es cierto que sin Fran Vélez, lesionado, ni Ramón Azeez, sancionado por la expulsión de la que fue objeto la pasada semana, la zona más dañada para la cita de hoy es el centro del campo. Además, Miguel Ángel Corona, que ha trabajado dos días con el grupo, no tiene el ritmo competitivo para 'cargarle' a su espalda la responsabilidad de un partido como el de esta tarde por la lesión padecida y que le ha dejado fuera ante UCAM Murcia y CD Lugo.

Se antoja que el técnico rojiblanco podría optar de nuevo a actuar con Pape Diamanka y Joaquín. El huercalense se ha hecho un hueco en el centro del campo, con desparpajo y capacidad de mando, como ya demostró la pasada semana en los últimos minutos del partido frente al Lugo exigiendo a sus compañeros esa capacidad de trabajo a la que él sí llegaba. De todas formas, no sería de extrañar que José Ángel pudiera aparecer como una parte del trivote o del doble pivote, siendo entonces el senegalés, ex del Real Zaragoza, el sacrificado.

En defensa no hay reproches. Casto, que sigue teniendo problemas para sacar el balón en largo, ocupará la portería, con una línea de cuatro en la que hay cuatro jugadores fijos, por más que en La Condomina Jorge Morcillo pudiera sentirse 'en inferioridad'. Lo cierto es que ante el Lugo se pudo ver al mejor Ximo Navarro de esta temporada, con un Nano que no ha bajado el listón exhibido desde su presencia en el once, en el duelo frente al Rayo Vallecano. Por el centro, la pareja Trujillo-Morcillo seguramente repita porque, si en los 'malos momentos' aguantó, cuando se ha conseguido 'cerrar' la portería no hay motivos para el cambio.

Qué duda cabe que Antonio Puertas y Fidel son fijos en el once, con opciones incluso para Juanjo Expósito. No en vano, el partido puede parecerse al disputado frente al UCAM Murcia, al menos en pretensiones, que no en el resultado obtenido, como es obvio. Eso podría posibilitar un centro del campo con dos unidades y Quique González como enganche o que este apareciera en punta con Pozo en la posición del pucelano. De lo que no entra en duda es de la obligación rojiblanca por conquistar triunfos que tornen la cara de desazón de algunos partidos por la de la satisfacción, que sólo ha aparecido el día del Rayo. Con una sonrisa, dicen, se vive mejor.

Equipo intenso

Claro que el rival de hoy no es de los que permite la sonrisa de nadie que se cruce en su camino. El Huesca, desde la llegada de Anquela, se ha mostrado como un rival intenso y complicado para 'pasarle por encima', ya sea con una holgada victoria o por una pírrica diferencia. Al final, lo único válido son para dónde caigan los tres puntos en litigio. El Almería visita a un rival que ha comenzado con ciertos titubeos y nada comparable con el final de temporada pasado, que le permitió huir de la quema con cierta tranquilidad final, cuando era uno de los que peor tenía la salvación pocos días antes de recibir a la UD Almería.

Pero esta temporada, los cambios, que han sido hasta catorce, pueden ser motivo de esa irregularidad. No en vano, en este comienzo de Liga ganó su primer partido en la cuarta jornada, volvió a la senda del 'descalabro' al perder en Sevilla frente al filial hispalense y en casa frente al Elche, y 'resucitó' donde los triunfos tienen méritos, en el José Zorrilla, ante un rival que no anda fino en este inicio, un Valladolid que no sabe lo que es ganar desde el pasado 3 de septiembre, tras superar en casa al Girona. Luego, ganó en La Romareda, pero en Copa.

Llega a la cita con bajas importantes como las de Juan Aguilera, Carlos David y César Soriano. La del lateral puede ser la única diferencia con respecto al partido del pasado sábado en Valladolid, con la entrada de Brezancic en esa posición. Además, es probable que David López y Urko Vera, con molestias, estén en la convocatoria, que Anquela realizará hoy.

El Huesca puede que esté sufriendo los avatares por los que pasó la UDA la pasada temporada, los de conjuntar un equipo nuevo, si bien la llegada de algunos responde a la filosofía del equipo aragonés, con lo que hay mucho camino andado. Hoy tratará de continuar con sus buenas sensaciones en tareas defensivas, que comienzan en el centro del campo, aunque sí es cierto que tiene problemas de cara al gol. En Pucela los subsanó con dos goles, casi un seguro de vida.