El Almería se diluye en Huesca y firma un pésimo partido
Los rojiblancos, de más a menos, fueron un muñeco roto en manos de un rival mejor plantado
JUANJO AGUILERA
Sábado, 1 de octubre 2016, 16:20
El Almería ha sido un juguete roto en manos de un Huesca que supo manejar la situación, esperando que las acometidas iniciales de los de ... Fernando Soriano se fuesen diluyendo para imponer su criterio futbolístico. Lo hizo porque el cuadro unionista no estuvo nada más que en el inicio del partido, con presencia, eso sí, en tres cuartos de campo, pero incapaza de dar el paso definitivo hacia la victoria.
Sujeto con pinzas, cuando estas fallaron se acabó el partido, aunque quedaran bastante más de los 45 minutos de la segunda parte, pero el gol de Juanjo Camacho, en el 35, fue lo que necesitaba la UDA para desconectarse y, cuando más debía cambiar su exposición, ni tan siquiera estuvo.
Y eso que, en la primera parte, el Almería fue de más a menos y el Huesca al contrario, lo que lastró a los rojiblancos cuando estos, trabajando bien en el aspecto defensivo, con un centro del campo sólido -sólo Diamanka lastró el rendimiento- pero con escaso resultado cara al marco de Herrera, dieron opciones al equipo de Anquela. Este se adelantó en el marcador cuando empezaba a mandar y firmó su primer remate entre los tres palos. El gol de Camacho fue un golpe para los rojiblancos, obligados a reaccionar en la segunda.
Sin embargo, no lo hizo. Es más, se diluyó, comportándose como un equipo roto en manos de un rival que siempre fue dueño de la situación, que ganó el duelo en el centro del campo, que se manejó con soltura y comodidad, mucha, para consumar un triunfo que fue más grande aún cuando Vadillo, a placer, hizo el segundo. El Almería fue un manojo de nervios, incapaz de reaccionar y casi, como el boxeador noqueado, pidiendo la hora porque no pudo tirar la toalla.
De más a menos
El Almería salió con casi los mismos hombres que la pasada semana, sólo con la variación de la presencia de José Ángel en el centro del campo, en lugar del sancionado Ramón Azeez. El partido respondió, de salida, a lo esperado, con ambos equipos intentando buscar el primer gol desde la salida. El primer intento lo creó el cuadro azulgrana, con un disparo, antes de llegar al primer minuto, de Alexander González, que se le marchó cruzado. Puertas respondió dos minutos después con un lanzamiento desde la frontal, tras pase de José Ángel, que se marchó por encima del larguero.
Tenía más balón el Almería, mientras el Huesca esperaba. El segundo saque de esquina de los rojiblancos, en el minuto 9, llevó el balón a Fidel y su centro al área lo remató Quique González al larguero de la meta defendida por Sergio Herrera.
El cuadro almeriense llevaba el peso del partido ante un Huesca encerrado y tratando de salir a la contra, pero encontrándose con la seguridad defensiva, con la que sentaba los cimientos para buscar el fútbol rápido arriba. Así, en el 16, el Almería marcó tras una acción de Antonio Puertas, con servicio para Ximo Navarro que asistió a Diamanka, que marcó, pero el granadino estaba en fuera de juego cuando dio el pase.
De vez en cuando el Huesca salía y, en el 19, pudo marcar en una acción entre los exrojiblancos Samu Sáiz y Borja Lázaro, que acabó con disparo del segundo y que Casto se encargó de cortar. El Almería se mostraba seguro en defensa, impedía que el Huesca se sintiera cómodo, por el orden y criterio que exhibían los de Fernando Soriano.
Aparece el Huesca para quedarse
El Huesca lo intentaba más que el Almería, que era dominador del partido entre su portería y la línea de tres cuartos. Sólo adolecía de falta de creación ofensiva y, por supuesto, de disparo cara al marco de Sergio Herrera. El conjunto oscense tenía las suyas, pero sin demasiada fortuna porque siempre el Almería cortaba el disparo. Solamente en el 34 el conjunto rojiblanco -ayer de amarillo eléctrico- perdió el sitio y lo pagó caro porque, por no saber despejar una primera acción, en la segunda llegó el centro de Akapo y el remate de Juanjo Camacho, que se anticipó a Ximo Navarro, para poner el 1-0 en el marcador.
El gol fue un mazazo para los rojiblancos, que perdieron el sitio, pasando a ser un equipo tocado 'del ala', incapaz de encontrar la fórmula para otra vez mantener el pulso ante un Huesca de menos a más, que acabó la primera parte haciendo daño, aunque por fortuna no vio puerta. Una falta en el lateral izquierdo del ataque oscense acabó con lanzamiento del capitán oscense, Juanjo Camacho, que Casto envió a saque de esquina justo cuando De la Fuente Ramos certificó el final de la primera parte.
En la segunda, el inicio no fue malo del Almería. De hecho, dispuso de la primera ocasión, tras una falta sobre Diamanka que la lanzó Fidel Chaves y Herrera consiguió atajar para montar una contra que acabó con malas consecuencias. Alexander González manejó el balón que se lo puso perfecto a Bambock y este lo mandó al segundo palo para que Álvaro Vadillo, casi a placer, situara el segundo gol de la SD Huesca.
Sin recursos
Soriano tuvo que cambiar el dibujo. Con la entrada de Pozo e Iago Díaz en lugar de un desdibujado Diamanka y de José Ángel, Joaquín se inscrutó entre la defensa y el centro del campo, con Antonio Puertas y José Ángel Pozo más centrados e Iago Díaz y Fidel en los costados, y Quique González en punta.
La reacción no llegó. Si hubiesen decidido no jugar nada más que en medio campo, el del Huesca sobró. El Almería no salió de sus dominios porque no pudo. Carente de posesión de balón, fue un muñeco de trapo, en manos de un Huesca que supo manejarse con solvencia para, sin hacer mucho, ser el dueño del partido. Incluso pudo hacer el tercero, en el 74, en un balón que el Huesca convirtió en medio gol, pero Borja Lázaro no fue capaz de administrarlo porque Casto esperó, paciente, para impedirle un disparo fácil. Cuando lo hizo fue por encima del larguero.
Sin balón, el cuadro de Fernando Soriano siguió sufriendo, dando la sensación de incapacidad para la reacción, apático, sin fútbol, sin ganas, como noqueado, como un muñeco más que roto destrozado.
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