Conformismo

A la situación actual que está atravesando el equipo, en descenso, sin un patrón de juego, siendo humillado en Murcia ante un recién ascendido y logrando un punto de los últimos nueve posibles, hay que añadir la sensación de conformismo que los rojiblancos desprendieron el pasado sábado. Fueron muchos los minutos en los que los de Soriano especularon con el resultado sin morder a un Lugo al que lograron mantener a raya, pero al que dejaron con vida ante la desesperación, como pocas veces se ha visto, de una grada que pide más.

Ni siquiera estando con once por mucho que se empeñe el club en decir que el resultado del partido pudo haber cambiado si Azeez hubiera aguantado cinco minutos más sobre el césped el Almería puso en apuros a los gallegos. Esto provocó los pitos de una afición cansada, desencantada y que hace esfuerzos sobrehumanos para no perderle la fe a un proyecto en el que volvieron a confiar este pasado verano.

Para colmo, el discurso de Soriano y sus jugadores al finalizar el partido fue el del cambio de actitud, el del punto positivo y el de la solidez defensiva. Si volviendo a repetir las mismas sensaciones que se tuvieron por estas alturas en la peor temporada de la historia del club nos damos por satisfechos, el camino sólo conduce a un lugar. Ya saben cuál.