Un trofeo como postre
La UDA se impone al Elche (0-1), con gol de Montoro, en el Trofeo Festa d'Elx mostrando todas las virtudes de los de Sergi en el estreno de Cuéllar
JORDI FOLQUÉ
Sábado, 15 de agosto 2015, 22:27
Si Sergi Barjuan comenzó la pretemporada en Águilas cumpliendo el objetivo marcado de dar minutos a todos e ir viendo ya algunas cosas, la acabó ... a pocos kilómetros prácticamente igual. Sumando en Elche, como en la localidad murciana, un triunfo dejando la puerta a cero. Terminando de pulir los aspectos iniciados en El Rubial y, además, dando 45 minutos al último fichaje que ha llegado a la UDA en esta pretemporada. Carlos Cuéllar jugó de titular y lo hizo durante la primera parte. No es que estuviera muy exigido a lo largo de un primer periodo que fue de dominio rojiblanco (como el resto el partido), pero sí que se le pudieron ver pinceladas de lo que puede y debe aportar al centro de la zaga. Liderazgo, veteranía, potencia por arriba y salida de balón. Era casi lo único que le faltaba por ver al entrenador catalán. Lo demás, simplemente lo que le han ido mostrando los suyos que pueden hacer. Tanto a nivel de esquema como de forma numérica. Tiene en su plantilla elementos suficientes para jugar de lo que quiera. Como también hizo ayer. El rival, pese a que es de la Liga Adelante, era perfecto para el banco de pruebas. No se parecerá mucho al que se encuentren dentro de un mes en la Copa del Rey y, mucho menos, en octubre en la propia competición liguera. Así que lo de ayer era, como decía el maestro Miyagi en Karate Kid, «dar cera, pulir cera».
Sergi, más allá de la presencia de Carlos Cuéllar de inicio, puso un equipo que se puede asemejar mucho al que ponga dentro de una semana ante el Leganés en el estreno liguero. Si una de las dudas está en la portería, siguió repartiendo minutos y, en Elche, le tocó a Julián Cuesta jugar todo el encuentro. Por delante, una zaga que tiene pinta de poder ser la que estrene la vuelta a la Liga Adelante. Michel Macedo, el mencionado Carlos Cuéllar, Morcillo y Dubarbier. La zaga con más experiencia que tiene en su poder.
Para el centro del campo, Fatau tuvo como compañero en el doble pivote a Corona. Aunque fue más poner a tres centrocampistas y que tuvieran más libertad de movimientos. El tercero en discordia fue Montoro. El valenciano está llamado a convertirse en el periscopio del equipo. El que marque si se ataca o se defiende. Puede abarcar mucho espacio y el equipo agradece su despliegue. Antes de marcar el gol en la segunda parte ya estaba siendo decisivo para que se jugase a su ritmo y a lo que quería. La idea de Sergi la sabe desde hace algunos años y, aunque sea nuevo en la UDA, tiene los movimientos en su cabeza.
En las bandas se decidió por Iago Díaz y Quique González. Lo podía haber hecho por Antonio Puertas o Iván Sánchez, que salieron en la segunda parte, pero prefirió poner en liza a los que más experiencia tienen en la categoría de plata. Justo una semana antes del inicio del campeonato liguero.
En cuanto al delantero centro, si en la portería hay duda entre Julián Cuesta y Casto, no así en el puesto de '9'. No ya porque sea muy superior uno al otro. Directamente porque, a día de hoy, Chuli es el único referente ofensivo en la primera plantilla. Dani Romera sigue sin serlo, aunque continúa teniendo minutos, Jonathan Zongo está lesionado y la entidad no ha fichado a otro delantero centro, aunque su intención es que llegue esta próxima semana y no esperar al final del mercado para que aterrice en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.
De esta manera salió la UDA ante un Elche en construcción. Bueno, casi que en planos. Con un gran bloque que ha subido del Elche Ilicitano y los nuevos que están llegando muy poco a poco al plantel entrenado por Rubén Baraja.
Dominio y uno más
Desde el primer instante la UDA dominó el partido. Se hizo con la posesión, aunque la primera ocasión fuera local. Una indecisión de Corona la salvó Julián Cuesta. A la jugada siguiente, el cancerbero granadino se impuso a Álvaro en la más clara que tuvo el Elche. Casi se puede decir que ahí se acabó el asedio franjiverde y todo pasó a ser dominado por la UDA.
Montoro fue ganando presencia y un pase suyo lo mandó fuera Chuli. En ese momento Edu Albacar dijo que su carrera se había terminado. Fue el instante emotivo de la jornada. Tras la salida del veterano lateral, Dubarbier mandó fuera por poco una falta en la frontal del área.
Todo transcurría casi que según por lo previsto del guión de un partido entre un equipo al que todos llaman como aspirante al ascenso y, el anfitrión, que no sabe la forma en la que responderán los jugadores, técnicos y todo el entorno tras un verano muy difícil por el que están viviendo y que es complicado saber lo que les puede venir.
Y todo se complicó para los de Rubén Baraja cuando Pelayo se tuvo que ir a la ducha. Doble amarilla y expulsado en 27 minutos. No estaba en el choque y se notó con dos entradas duras que el colegiado no le perdonó. Con uno más, el Almería se sintió cada vez más cómodo en el partido. El gol no llegaba a su favor. Pero la sensación era que todo estaba completamente controlado y que, en algún momento, el dominio en el césped del Martínez Valero se trasladaría al marcador.
El encargado de que esto fuera así fue Montoro. No podía ser otro. Cierto es que Morcillo y Cuéllar lo pudieron lograr en sendos remates a la salida de un córner. Cierto es que Chuli tuvo sus típicas ocasiones. Cierto es que Dubarbier lo intentó de falta. Pero debía ser Montoro el que demostrase que el Almería sabe a lo que juega, con los distintos planes que tiene, y que tiene que ser un jugador importante esta temporada.
El Almería ganó el Trofeo Festa d'Elx. Lo mismo que hizo en 2012. Meses después lograrían el ascenso a la Liga BBVA. El primer paso para repetir la historia está dado. Ahora faltan los 42 que empiezan el domingo ante el Leganés.
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