Momentos para el compromiso
'La afición rojiblanca ya lo ha demostrado en innumerables ocasiones. Como dijo John F. Kennedy: «No me preguntes qué puede hacer tu país (tu equipo) por ti, sino que puedes hacer tú por tu país (por tu UD. Almería)»'
Que la Primera División es una competición de máxima exigencia y que la Unión Deportiva Almería necesita competir a su máximo nivel para que no ... le pinten la cara ya lo sabíamos. Ahora, también sabemos que hay que mentalizarse para saber sufrir porque la Liga no será un camino de rosas.
Hacía tiempo que una derrota no hacía tanto daño. Y no por lo abultada, que también, sino por la forma. Ver como iban cayendo los goles del Girona en el primer tiempo sin que la UD Almería supiera taponar esa hemorragia defensiva, que ni siquiera los jugadores mostraran un mínimo carácter para despertar de su letargo, ha sido una imagen dolorosa para todos los aficionados rojiblancos.
Se entiende perfectamente que las primeras declaraciones de los jugadores, Rodrigo Ely y Lucas Robertone, o del propio entrenador, Rubi, fueran para disculparse.
Como dijo Arrigo Sacchi: «El fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes». Esta derrota marca, pero no te condena. Sobre todo si vale de aprendizaje. La responsabilidad es alícuota, de cada uno en su cometido. Procede que jugadores y entrenador analicen qué falló tan estrepitosamente para que no vuelva a suceder. Pero a partir de aquí ya no queda tiempo para lamentaciones.
Tocará levantarse y afrontar con gallardía lo que resta de campeonato, conscientes de que hay debilidades defensivas que deberán solventarse potenciando los puntos fuertes del equipo. Que los hay. Sobre todo, mostrar mucha más personalidad sobre el terreno de juego.
Creo también que ha llegado el momento para reflexionar sobre un aspecto muy importante del juego y me imagino que ya lo estará meditando el propio entrenador. Si la propuesta ofensiva no está siendo suficientemente rentable, ya que se encajan demasiados goles que cuestan puntos, habrá que replantearse otra propuesta de juego, otro plan de partido o una distinta elección de jugadores, sin que ello impliquen unos cambios traumáticos. Se trata de remover la coctelera, aunque no haya que renunciar al estilo, porque para ganar hay que saber atacar.
Ahora mismo el calendario marca la pauta. No será lo mismo enfrentarse a un rival con los mismos objetivos, que jugar, como el próximo domingo, ante un Barça que es actual líder de la competición, que domina los partidos y apenas concede ocasiones a sus rivales. Tal vez el desgaste que haya sufrido tres días antes en Old Trafford ante el United pueda conceder al Almería alguna oportunidad. Esperemos que suceda.
La defensa de la UD Almería, que se pudo haber reforzado con algún puntal más en el mercado de invierno, está sufriendo en cada partido y por lo tanto debería jugar más protegida para que no siga siendo un lastre. Ya no me parece cuestión de corregir errores en los que se reinciden, sino de apuntalarla con más solidez.
Y tendremos que asumir que después de las próximas jornadas, ante el FC Barcelona y Villarreal, el conjunto rojiblanco podría –ojalá no suceda así– descolgarse a puestos de descenso. Tendríamos que estar preparados y asumirlo con filosofía para no incurrir en un exceso de nerviosismo que nada ayudaría. Las cuentas de la salvación seguirían al alcance del equipo considerando que los partidos claves de la UDA ante sus rivales directos por la salvación aún están por llegar: Cádiz, Valencia, Elche o Valladolid en el Power Horse Stadium, así como Celta, Getafe o RCD Espanyol fuera. Auténticas finales.
La UD Almería ha sufrido a lo largo de sus seis temporadas anteriores en Primera División derrotas más abultadas. Algunas que fueron irremediables y otras pudieron ser evitables, pero todas –las una y las otras– nos dejaron una lección, que solamente se puede pasar página y superar las crisis de resultados con el compromiso de todos, sin que nadie se descuelgue.
La afición rojiblanca ya lo ha demostrado en innumerables ocasiones. Como dijo John F. Kennedy: «No me preguntes qué puede hacer tu país (tu equipo) por ti, sino que puedes hacer tú por tu país (por tu UD. Almería)».
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