Límite 24 horas para que la reconstrucción de la UD Almería pueda ser una realidad

Aunque también hay otras muchas que se quedan en nada. Tiempo de oferta y contraoferta para que, al final, no se produzca ningún acuerdo entre las partes. Para que esto suceda, muchos son los condicionantes que se pueden dar para que todo se quede como estaba al comienzo de la negociación y, por tanto, el jugador no se mueva del vestuario en el que ha estado durante las semanas previas, tras un trabajo que ha llevado a que otros clubes lo quieran para poder tener un crecimiento juntos y poder subir algunos peldaños en sus clasificaciones.

Una situación en la que se encuentra la UD Almería y la Real Sociedad, con Sadiq Umar como objetivo del segundo y que está en el vestuario del primero, en el que seguía en la mañana de ayer, cuando daba la impresión que ya no estaría como rojiblanco y se ejercitó sin ningún tipo de problema a las órdenes de Rubi. El nigeriano se ha convertido en objeto de deseo para varias entidades desde que acabó el pasado curso, pero nadie (hasta el momento) ha puesto encima de la mesa la cantidad que pretendía, desde el primer día, el Almería para acceder a su traspaso. Los (cerca) de 30 millones de euros que los dirigentes del club han venido comentando de manera pública y que se ha convertido en una realidad y no, como se ha podido pensar en otros lugares, un 'farol' para comenzar la negociación y que, al final, irían bajando hasta un máximo de 20 'kilos', algo que no ha sucedido, como han ido comprobando los 'compradores' semana tras semana en este verano de fichajes que termina cuando este jueves esté dando paso al viernes.

Pero no solamente el Almería se ha centrado en las últimas horas en poder vender o no a Sadiq Umar. La del nigeriano, aunque pueda parecer la operación más importante a nivel económico, es una más de las negociaciones que está llevando la entidad presidida por Turki Al-Sheikh. El presidente de la UDA ya puso la 'pista' en sus redes sociales sobre lo que le esperaba a su club en estos días previos al cierre del mercado. El empresario saudí declaró que afrontaba «las 72 horas más importantes para la historia del Almería». Una afirmación que se pudo entender solamente a nivel deportivo, pero que iba mucho más allá. Tanto que se trataba del crecimiento a nivel económico del Almería para, además, poder revertirlo en la conformación de la plantilla. Todo, siempre, con el visto bueno de LaLiga, principal escollo que se está encontrando para poder hacer en menos tiempo el club que quiere y que tenía en su mente cuando compró las acciones a Alfonso García hace tres años y un mes.

Hasta el momento, durante el verano se ha valorado como única opción para subir el límite salarial el hecho de vender a una de las estrellas del Almería para poder crecer. El nombre de Sadiq Umar estaba encima de la mesa de todos para que, con esos 30 millones que solicitaba la UDA para traspasar al nigeriano, a la plantilla pudieran llegar los jugadores con experiencia solicitados por Rubi y, además, esos jóvenes dentro de la filosofía de la entidad y que, en algunos casos, tan buenos réditos están dejando.

Con la Real Sociedad se llegó a lo que parecía un principio de acuerdo, roto por algunas 'filtraciones' que no han gustado a ninguna de las dos partes por separado. Según ha podido saber IDEAL, al seno del Almería no ha gustado nada que se hablara de que el acuerdo era bastante inferior al que era realmente. Mientras, a los donostiarras lo que no les ha gustado es que el máximo dirigente rojiblanco haya pedido más en fijo y menos en variables, de lo hablado en primera instancia por parte de los negociadores puestos por cada parte. Eso sí, los dos comprenden que el acuerdo es factible en las últimas horas del mercado que cierra hoy.

Nadie quiere descartar que aparezcan nuevos actores en esta película que no ha dado tiempo ni que sea una serie. Nuevos (o viejos) protagonistas que han tenido en semanas previas a Sadiq entre sus objetivos, pero que por diversas circunstancias habían renunciado a su fichaje (alto pago de traspaso) y que, ahora, se han encontrado con nuevos ingresos en sus arcas, al vender futbolistas, y pueden sentarse en la mesa con el Almería para llegar a lo que ha pedido, desde un principio, Turki Al-Sheikh.

El que sigue mirando las otras opciones de negocio y que no tenga que vender ningún activo (Sadiq Umar) para poder firmar nuevos jugadores. Como el caso de Lázaro Vinicius (Flamengo) y Gonzalo Melero (Levante). Son dos de los últimos que se han vinculado al Almería porque el Almería los quiere en sus filas. El brasileño es una apuesta (como en el caso de Kaiky) para adelantarse a otros equipos europeos y lograr ser el primer destino en el Viejo Continente. Desde Brasil se apunta que por siete millones de euros (lo que costó el central), llegaría al Power Horse Stadium. Clubes como el Celta y otros ingleses han preguntado por él.

En cuanto a Gonzalo Melero, es el que quiere Rubi. Su contratación, al menos al cierre de nuestra edición, no se había hecho oficial por la falta del acuerdo mencionado por parte de Turki Al-Sheikh para el crecimiento global de la entidad. Como tampoco ha podido ser inscrito Adri Embarba por haber cubierto el límite salarial, pese a la salida de José Carlos Lazo.

Una salida que, en la previsión del club, no debería ser la última antes de que el mercado cierre esta noche. Ayer todos se ejercitaban en el Anexo, antes de la jornada de descanso de hoy. Antes de que, en la sesión de mañana, ya deban estar todos los que serán rojiblancos hasta el 1 de enero. En la que se verá si los Arvin Appiah o Curro Sánchez, por poner dos ejemplos con 'novias' han decidido salir del Almería y sus fichas son cubiertas por otros que sean los primeros de la 'nueva' reconstrucción de la UDA.