'El libro de Ely'
El 'guerrero' italo-brasileño de la UDAlmería marcó en el José Zorrilla un gol que puede valer un ascenso, 545 días después de su último tanto marcado en Mendizorrotza
«Más de 30 años después de una guerra nuclear, un solitario guerrero se enfrenta a muchos peligros protegiendo la última copia de un libro, ... con la esperanza de salvar a la humanidad en una tierra post-apocalíptica». Esa es la sinopsis de la película dirigida por Hughes. En realidad, la cinta norteamericana habla de Eli y ahora puede que solo esa i final se diferencie del central Ely, que ha vivido más de un año como un guerrero solitario que el pasado sábado en Zorrilla se dedicó, con su acción en el minuto 88, a proteger otro libro. Este habla de las claves para conseguir el ascenso a la gloria, una categoría en la que consiguió su último tanto. De eso hace ya 545 días si se mira la fecha de aquel tanto que le dio tres puntos a su equipo, el Deportivo Alavés, frente al Athletic, y la del pasado sábado, a poco más de 350 kilómetros. Y aquel año, el equipo babazorro logró una plaza donde el gol conseguido ante el Valladolid puede permitir a los rojiblancos estar en solo mes y medio.
La batalla del italo-brasileño ha sido larga y rotundamente dura. El jugador rojiblanco se lesionó en Balaídos en una acción con Brais Méndez y se lastimó, de forma fortuita, la rodilla izquierda. Habían pasado 40 minutos desde el inicio en su quinto partido consecutivo como titular. Antes, el día del gol frente al Athletic, jugó los últimos 25 minutos y cuando llevaba diez sobre el campo, a balón parado, remató una falta lanzada por Lucas Pérez.
Parece que sí, pero no
Luego, un calvario porque aquella lesión le tuvo 419 días sin poder sentirse jugador. Se le cerraron las puertas, con el infortunio de llegar a Nottingham de la mano de un técnico que le quería, Chris Hughton, a hacerlo con un Steve Cooper que apostaba por centrales ingleses, de un corte distinto al jugador de Lajeado formado en la cantera del AC Milan, donde llegó a jugar incluso en la Serie A.
Las lesiones de Chumi e Iván Martos hicieron sonar las alarmas en la UDA, que anduvo presto para 'peinar el mercado' y buscar alguien que se adaptara pronto y que fuese conocedor de la competición española. Se había rumoreado que Ely podría volver incluso a Brasil. Una llamada a tiempo le hizo no sacar billete de ida y el acuerdo fue rápido a cambio de ayudar. En su presentación dijo venir para eso y lo del pasado sábado fue su segunda mano.
La primera la ha venido dado con su aportación al trabajo del equipo, en el que ha ido a más, siendo el perfecto acompañante de Srdjan Babic, para formar una pareja sólida que permite al equipo ser así desde la defensa. Preciso en el pase, Rodrigo lleva 314 pases buenos de los 357 que ha dado, lo que supone un 84,03% de precisión, siendo el decimosexto del equipo en recuperaciones. Limpio en defensa, ha recibido cuatro faltas, una más de las que ha hecho, y cumple con el 50% que predicaba Hugo Sánchez, aquella 'manida' historia del 50%. Ha disparado 4 veces, de las que 2 fueron entre los tres palos y una de estas dos 'besó' la red como decía el mítico Héctor del Mar.
El domingo, por la tarde, ya en Almería, expresó en su cuenta de Twitter lo que aquel gol tan cercano en el tiempo supuso. «La sensación de marcar un gol que ayude a tu equipo es increíble. ¡Os agradezco mucho todos los mensajes! El próximo lunes tenemos que dar otro paso hacia el objetivo. Vamos UD Almería».
Hoja de servicios
La hoja de servicios del italo-brasileño habla de un gol, el del pasado sábado en Pucela, que puede dar muchas posibilidades de ascenso –permite estar a la misma distancia del líder y del perseguidor en puestos de ascenso directo–, y medio. El hecho de superar la línea de presión en el Heliodoro Rodríguez López para ganarle la pugna por el balón a Aitor Sanz, acabó con un pase para Sadiq Umar que acabó derribado dentro del área por Carlos Ruiz. Largie Ramazani puso el balón donde debía. Sin embargo, el trabajo de Ely fue, en ese partido, mayúsculo por el constante asedio del conjunto tinerfeñista, colgando balones que buscaban hacer que Ely 'arrojara el libro'. El Almería salió ileso de Tenerife y, pese al empate, acabó 'ganando' en Pucela gracias a un guerrero que se enfrentó a muchos peligros –Weissman, Toni Villa, Plata...–, pero que, con su gol, conservó la esperanza indálica.
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