Un Leganés camaleónico

A partir de ahí, el análisis del equipo pepinero corresponde hacerlo como equipo de la máxima categoría, pese a que mantiene elementos, fórmulas y hasta el mismo entrenador de la pasada campaña: el abulense Borja Jiménez. Los números, lejos del Municipal de Butarque, no son buenos, aunque tampoco son del todo malos. Sólo ha ganado un partido, nada menos que en campo del FC Barcelona, aunque ha empatado seis, de los diez que lleva hasta ahora disputados.

Fuera de los puestos de descenso, el club blanquiazul considera exitosa la primera parte de la Liga, así como la trayectoria que expone en Copa del Rey. De todos modos, con los puestos de descenso a sólo tres puntos, la prioridad está más que clara, aunque nadie en Leganés quiere renunciar a dar un paso más en la competición copera.

Dibujo táctico

El técnico abulense del club madrileño no se ciñe a un solo dibujo. De hecho, esta temporada ha variado en muchas ocasiones usando el 1-4-2-3-1, que es su propuesta más habitual, o para fortalecer la defensa con un 1-5-3-2 o un más ofensivo 1-4-4-2. En ocasiones también se ha atrevido implantando un sistema 1-4-3-3, aunque las menos. Evidentemente, el CD Leganés es un equipo menor en una liga mayor, lo que exige adaptación a cada momento concreto y, especialmente, al nivel que exhiba el rival. Visto así, es más que probable la apuesta frente a la UDA de forma algo más agresiva, toda vez que es un rival de perfil similar, pero de categoría inferior. Aunque también es cierto que la UD Almería lleva una racha invicta y especialmente goleadora que invita a la precaución y cautela, especialmente al jugar en el UD Almería Stadium.

Llama la atención que esa forma de proceder de Borja Jiménez, dando prioridad al perfil del rival para determinar su esquema táctico antes que a las virtudes de su propio equipo, ha sido criticada desde el propio vestuario pepinero. Concretamente, el mediocampista defensivo peruano Renato Tapia no dejó en buen lugar a su técnico al señalar, hace apenas unos días, que «nos estamos enfocando más en lo que hace el rival que en lo que debería hacer el Leganés».

El principal argumento del equipo del sur de Madrid es la actividad defensiva. Sus jugadores son fuertes y con ello tratan de solventar las carencias ofensivas. Trabajan bien el juego aéreo en las dos áreas. Contundentes en su zona defensiva, aplican el juego ensayado en ataque.

El balón parado es parte de su puesta en escena y por ahí buscan rentabilidad a sus acciones. No se están caracterizando por el juego excesivamente combinativo y sí por la búsqueda de balones largos, rápidas transiciones o entradas en uno contra uno por los costados, aprovechando la velocidad de sus hombres de banda.