LaLiga 'manda' a la UD Almería ¡a jugar! cada tres días

En lo que se refiere a la historia de la UDA, desde que milita en la Liga de Fútbol Profesional, la llegada de las vacaciones navideñas siempre se cerró con un saldo muy parecido al actual. Este dicta, para esta temporada, la disputa de 20 o 21 partidos –está pendiente de fecha el aplazado–, de los que uno sería el de Copa del Rey –aún sin hora, pero entre el 15 y el 17 de diciembre–. Sin embargo, será una afrenta diferente a las que viene realizando el equipo indálico desde su debut en la Liga de Fútbol Profesional en la temporada 2002/03.

El presente curso, para los rojiblancos, supone la disputa de 19 partidos de Liga –siempre que se dispute el aplazado de la segunda jornada frente al Real Zaragoza antes de las vacaciones– y uno de Copa en 84 días, cuando en condiciones normales el planteamiento era de disputar tal cantidad de compromisos en cuatro meses. La pasada temporada, por ejemplo, se llegó al final de la primera vuelta –21 partidos de Liga– y disputar una eliminatoria de Copa en 125 días, 41 fechas más que las que se necesitarán para la celebración de 19 compromisos de Liga y el programado de Copa del Rey frente al CE L'Hospitalet.

El conjunto rojiblanco llega en la media de partidos disputados para unas justificadas vacaciones desde que el club está entre los 42 mejores equipos que se debaten entre las dos primeras categorías de la cada vez más elitista competición española, con aquel debut en la 2002/03.

Desde entonces, siempre se ha estado en torno a los 19 partidos antes de Navidad. En la 2009/10 se disputaron 17 compromisos –15 de Liga y 2 de Copa–, cinco veces más se llegó con 18, en cuatro cursos se jugaron 19 encuentros entre Liga y Copa, en dos veces se jugaron 20 partidos, en otros dos campeonatos se afrontaron 21 compromisos y en cuatro ocasiones se jugaron 22 partidos, como ocurrió en la pasada edición competitiva.

El quid de la cuestión está en los días. Nunca se han 'condensado' tantos partidos en tan poco tiempo. Acudiendo al plano generalista, esos 84 días contrastan con los 126 días que se utilizaron en la 2018/19, la temporada donde más tiempo hubo para el desarrollo de la competición y que nada tiene que ver con la norma de las primeras temporadas en las que la competición se iniciaba a finales del mes de agosto para concluir siempre en torno al 20 de diciembre, con 112 días de competición.

Nada es comparable en los 17 campeonatos anteriores al presente con el actual por el desarrollo. Por ejemplo, la UDAlmería tendrá, como ya se ha dicho, ocho o nueve compromisos en 27 días, lo que sin duda es algo inusual para una plantilla en la que jugadores como Giorgi Makaridze, Jorge Cuenca o Nikola Maras también han tenido que cumplir con las 'ventanas internacionales' para competir con sus respectivas selecciones nacionales.

En conjunto, supone un problema a la hora de preparar los partidos por la falta de días para trabajar. Con 27 días para la disputa de esos ocho o nueve partidos, no hay tiempo para otra cosa que no sea descansar y sí muy poco tiempo para trabajar algunos aspectos tácticos sobre los partidos siguientes.

«Me gustaría tener más días de descanso entre cada partido», manifestó el viernes José Gomes. El técnico de la UDAlmería dijo entender «que es muy difícil para quienes hacen el calendario, pero si miramos este bloque de cinco partidos somos el único equipo que de los cuatro tiempos de descanso que hay entre los cinco partidos tenemos tres veces solamente dos días entre partido y no es igual tener dos días entre partidos que tener tres, pero es lo que nos toca y hay que hacer lo que tenemos que hacer para garantizar que por lo menos cada partido lo empiecen los jugadores con la máxima fuerza».

El caso es que mañana lunes se pone en marcha un calendario 'loco' por lo que supone la concentración de compromisos para los rojiblancos –sucederá lo mismo con el Real Zaragoza, que tendrá que disputar el mismo número de partidos–, sin tiempo para nada que no sea pensar en los compromisos que habrá a la vista y nada de mirar atrás, sólo tener la mente centrada en ir a hacer lo que todos quieren:¡A jugar!