Julio Hernando explica cómo hay que entrenar al Almería
El preparador físico, que analiza en UDA Radio el estado de la plantilla, asegura que «tú tienes que entrenar al equipo como quieres que juegue luego»
Vallisoletano de nacimiento y de pasado –antes de dar el salto a otros equipos como el Dépor–, estuvo veinte años en el Pucela y se ... podría decir que es quien mejor conoce a la plantilla de la UD Almería, al cual pone 'fina' para ver si es posible, de una vez por todas, cambiar el sino de la misma, con catorce partidos sin ganar desde que comenzó la campaña, cinco desde su llegada enrolado en el cuerpo técnico de Gaizka Garitano. Julio Hernando quiso despojar al equipo del 'sambenito' que siempre surge cuando un equipo va mal, el del estado físico, en UDA Radio. «Empezamos por que no deja de ser un tópico del fútbol y yo me pongo en la situación de que cuando el equipo no funciona a nivel técnico-táctico, la parcela física siempre sale. Sí que es cierto que hay unos parámetros que tú puedes controlar, que es un poco la carga que controlamos con el tema de los GPS y tal, que hace 20 años no existían. Ahora es verdad que todo es medible y se puede medir».
El pucelano no se apartó de una respuesta profunda, exponiendo ser «partidario de utilizar ese dato para de ahí empezar a sacar el trabajo diario o semanal», analizando el campo de base de cuando llegaron. «Vimos a todos los futbolistas, vimos que había lesiones ya de larga duración cuando llegamos y ese tipo de situaciones las hemos intentado ajustar. ¿Con qué? Pues viendo un poco la situación del equipo. Tú tienes que entrenar al equipo como quieres que juegue luego», motivo por el cual se adaptan decisiones partido a partido. «Yo no puedo mandar ahora mismo presionar arriba en bloque alto a todos mis futbolistas, si no son capaces de acelerar dos, tres veces y sumar esfuerzos dos, tres veces seguidas».
El 70%
Y puso una cifra en torno al 70% de la capacidad del futbolista. «Siempre, atendiendo un poco a las cargas, miramos mucho el tema de las cargas porque preferimos que el jugador a lo mejor llegue al 70% y no se caiga lesionado y lo cuidamos a lo largo de la semana, a nivel de todos los datos que vamos obteniendo de la semana. Muchas veces ahí sacamos, reservamos. No es que se ha lesionado, sino le sacamos fuera porque ya lleva la carga suficiente. Uno no ha recuperado lo suficiente por muchos motivos, por el partido del domingo, porque no descansó bien... Todo eso es un ajuste. Y eso es lo que desde el staff estamos intentando».
Y ciertamente es una especie de 'marca de agua' en su forma de actuar después de tantos años ejerciendo una profesión por la que algunos jugadores ven al preparador físico como el hombre del látigo. «En los años que llevo, que son muchos en esta profesión, intento transmitir un poco mi carácter, mis ganas, mi ilusión, mi hambre sobre el futbolista. En muchos casos soy capaz de transmitirlo, en otros quizás no, porque cada uno tiene su personalidad, pero lo que intentamos es transmitir esa ilusión, esas ganas en el día a día, que es para mí lo más importante de un club, y en la situación en la que estamos más, que la gente no baje los brazos, que entrene, que se respete a él mismo y al compañero, sobre todo en el trabajo. Luego, fuera del entreno o fuera del trabajo, será otra cosa, pero en el campo, máxima intensidad, profesionalidad», que le permite hacer un juicio de valor porque «la verdad es que tengo que decir que el grupo entrena bien. Esa es una sensación que tengo yo desde que he llegado aquí».
Y el jugador responde al estímulo. «Los jugadores que entrenar quieren que les aprietes. Eso es función y misión del staff y es un poco lo que estamos intentando, que el equipo se contagie y que nosotros intentamos transmitir, hacerlo y que de alguna manera ellos se sientan identificados un poco también con esa intensidad en el día a día».
Sin nota
El pucelano no puso nota al estado de la plantilla, pero sí que aseguró que «el equipo está ahora preparado para hacer ciertos esfuerzos que requieren la formación táctica o el modelo de juego. Y al míster le gusta apretar arriba y ahora el equipo hay jugadores que están preparados». Lo hizo con ejemplos porque «ahora pasamos mucho más tiempo en campo contrario. Y la línea de cuatro ya está mucho más alta. Y todo este tipo de situación es trabajado y es lo que buscamos. Es lo que estamos intentando mejorar». Sin embargo, el hecho de no ver al equipo ganar influye en el estado emocional por el hecho de «encontrarte cada día que no estás ganando y trabajar, eso al jugador creo que lo estamos llevando bien porque está poniendo de su parte».
Hernando destacó la sesión de entrenamiento llevada a cabo ayer y la forma de actuar si hay bajones. «Si encuentras al jugador bajo ya hemos tenido una charla, hemos corregido errores en el vídeo. Ese jugador, Patxi, toda la gente que estamos, Santi, Ricardo, Víctor, cualquier situación que veamos de debilidad emocional ahí tenemos que atenderlo porque dependemos de ellos. Esa es la realidad». Porque es consciente de que el fútbol tiene esa dependencia. «Para mí el día a día es muy bueno y, cuando llega ese momento, pues intentar evitar que el jugador caiga a nivel emocional e intentar motivarlo de otra manera diferente que la semana anterior».
Concluyó asegurando que el estado físico depende directamente del emocional y lo hizo con un ejemplo claro. «No es lo mismo lo que está viviendo el Girona, sus jugadores, que lo que se está viviendo en la Almería. Es que emocionalmente un jugador de la UD Almería no puede estar igual que el del Girona», reconociendo la complejidad del fútbol. «El fútbol no es dos más dos. En el fútbol hay que analizar un poco todo este tipo de situaciones e intentar juntar todo ese tipo de acontecimientos que van pasando y de cómo se encuentra un jugador para ponerlo un poco en base al míster para elegir un once y elegir el mejor once cada semana».
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