José Ortiz Bernal, un capitán con muchas horas de vuelo
El gran capitán indálico 'da la bienvenida' a Marcos Peña, el tercer almeriense en jugar en Primera con la UDA
El Estadio de Gran Canaria fue el domingo pasado uno de esos lugares que se quedan para la historia de la UD Almería, no sólo ... por ser el lugar en el que se consiguió la primera victoria de la presente temporada y sí por el debut de Marco Peña, el tercero con 'denominación de origen' indálico en los ocho cursos que el equipo rojiblanco lleva en Primera División. Puede que para algunos no tenga la relevancia que sí tuvieron Pasarón cuando el germen de aquella mal llamada fusión entre el Almería CF y la UD Almería estaba en la 'coctelera', Leganés hace un par de temporadas o Getafe y Cornellá, el curso pasado. Para un equipo con escasa historia en Primera como el rojiblanco, la nómina de futbolistas tiene pocas referencias hacia jugadores de la tierra. De hecho sólo tres han disputado minutos en la máxima categoría defendiendo a la actual entidad. El citado Marcos Peña, Dani Romera y el santo y seña de la UD Almería, un José Ortiz Bernal que acumula 82 partidos en la máxima categoría, con 2.001 minutos.
El Gran Capitán rojiblanco, imagen no hace muchos años del autobús con el que el club viajaba por España o esperaba en destino a la expedición, no está apartado del fútbol. Cuando el tiempo se lo permite acude al palco del Power Horse Stadium para ver los partidos de 'su' UDA porque, aunque el dinero diga que la propiedad es de Turki Al-Sheikh, quienes han puesto el corazón por defender los colores rojiblancos tienen un elevado tanto por ciento en la 'escritura de propiedad' de la entidad. Está ligado a un ilusionante proyecto con Maavi –fundación que ayuda a la integración cultural e inclusión social de niños y niñas desde los 4 años, a través del deporte y sus valores asociados–. «Estoy ilusionado con ayudar a niños inmigrantes y también algunos con dificultades económicas que quieren jugar al fútbol. Por eso, cuando la UDA juega en lunes o viernes no puedo ver los partidos, pero los demás días sí que estoy pendiente para verlo tanto en casa como fuera», decía José Ortiz Bernal.
El fútbol ocupa gran parte de su tiempo, pero verle ahora no hay más que pasar por donde se gana la vida, porque no se ve haciendo otra cosa que no sea entrenar a equipos de base, enseñar a los niños a jugar al fútbol y ayudarles. Pero eso es por la tarde, por las mañanas, en la Calle Navarro Rodrigo, se le puede ver con Loli, su mujer, en un negocio de su propiedad, 'Ay Lolita!', en el que lo mismo está metiendo referencias de ropa en un ordenador que cobrando lo que venden.
Rojiblanco de cuna
Ortiz es rojiblanco de cuna porque estaba ya antes de que la entidad naciera. En la 1997/98 debutó en un partido frente al Poli Almería, tras haber sido 'alistado' desde el Roquetas. Tiene fresca en la memoria lo vivido entonces y lo que puede sentir Marcos Peña ahora. «Salvando las distancias, pues era otra época como el fútbol en Almería o el fútbol en general. Ahora llevamos muchos años en la Liga de Fútbol Profesional con la nueva propiedad. En aquella época, venía Almería de bajar de Segunda División, con el Almería CF. Yo estaba en Roquetas en Tercera. Esa época en Segunda B tenían que tener los equipos seis fichas sub-23 y había una hornada de futbolistas almerienses de diferentes equipos de Tercera que formamos parte de esa primera plantilla».
Echaba la memoria para atrás y aseguraba que «para mí el hecho de entrenar con el primer equipo era importante para aprender de todo esos jugadores, con esa experiencia. Ya digo, el hecho de entrenar, para mí, era muy importante, pero esa pretemporada salió muy bien y José Ángel Moreno iba contando con nosotros y llegó ese primer partido y lo recuerdo con mucha ilusión con muchas ganas. Al final era un derbi aquí en Almería contra el Poli Almería, era también semana de feria y recuerdo estar con muchas ganas, con mucha ilusión. Lo recuerdo con esa perspectiva».
Ortiz Bernal es el futbolista almeriense con más partidos en Primera defendiendo la camiseta de la UD Almería. «Sí, hay pocos casos de almerienses», apuntaba, a la par que aconsejaba a Marcos Peña con pautas de comportamiento. «Lo que le recomendaría es que siga trabajando, que tenga esa ilusión y esas ganas que también hay momentos, aunque no tenga minutos, pero que siga intentándolo y ayudando a los compañeros, que haga buen ambiente en el vestuario y sume en el equipo en la parcela que le toque».
Verle aparecer en el once y estar casi 60 minutos sobre el terreno de juego le produjo una sensación obviamente positiva. «Siempre que un jugador de la cantera debuta es un hecho importante y más aún si es almeriense. Viéndolo en perspectiva, sacando esos datos porque es de los pocos almerienses que han debutado en Primera, es un hecho muy difícil y complicado. Yo estoy contento por el chaval, que tenga esa oportunidad y que la sepa aprovechar. Es una buena noticia por la victoria que se consiguió, tan ansiada».
El almeriense recuerda que a ese ante el Poli se unen dos 'debuts' con la UD Almería, uno oficioso frente al Cádiz, que se perdió, y otro frente al Cartagena, que acabó empatado, pero la 'viveza' de Pedro Moreno valió para llevar a cabo una reclamación que le dio a la UD Almería la victoria, aunque el oficial sería en Salamanca, ya en Segunda A, tras ascender a las órdenes de Juan Martínez 'Casuco'. «Fueron dos debuts, digamos, uno no oficial contra el Cádiz que perdimos y luego ya el oficial que fue complicado. En el primero había también muchos almerienses en la plantilla y veníamos también de Segunda B con una plantilla netamente almeriense con el 90% de jugadores de Almería».
El ascenso
En la 2007/08, se produce el debut en Primera, cerca de donde se logró el ascenso a Segunda, con él entrando en dinámica de grupo, no como sucede con Peña, que debuta entrenando con la primera plantilla, pero jugando con el filial. En Riazor, la UD Almería apareció en la máxima categoría y lo hizo con el cartel de principal candidato al descenso. Se daba por seguro, en una hoja de periódico que estaba puesta en el vestuario. «Llevábamos muchos años en Segunda con Unai Emery; el año anterior con Paco Flores estuvimos a punto y ya el equipo se podía decir que estaba asentado en Segunda y ese salto de calidad se dio con Paco Flores y la confirmación con Emery».
Aseguraba tener fresco lo sucedido también en el debut en Primera División. «Lo recuerdo con mucha ilusión, jugué unos minutos en ese partido pero ya dijo Unai Emery que podía hacer la alineación tirando los dados, que cualquiera que saliera en ese partido tenía plena confianza y podría hacerlo bien, fue una temporada histórica».
A aquel curso no le ve similitud con el que está viviendo la UD Almería ahora porque «entonces desde principio de temporada empezamos a jugar bien y empezaron a salir las cosas como queríamos». A la actual «no le han salido las cosas y de principio estás metido ahí abajo y es difícil salir». Recetaba paciencia e ir mirando lo que queda con cierta ilusión para «acabar la temporada dignamente». De todas formas, con tantos años de fútbol como los vividos desde aquella temporada 1997/98 hasta que en la 2011/12, frente al Alcoyano, dejó de vestir la camiseta indálica, analizaba y confiaba a la vez. «Es difícil la salvación, pero hemos visto ganar una Champions en el descuento cuando estaba ya perdida». Consciente de que la dificultad rodea a la metas, el rojiblanco tiene claro que «la temporada actual ha sido un cúmulo de infortunios, de mala suerte, porque el equipo ha merecido ganar partidos y por una cosa u otra no han llegado los triunfos».
Para él, el hecho de que salieran jugadores con la competición iniciada no es tan grave porque «es algo que sucede con todos los equipos. Saben que el mercado se cierra en la misma fecha para todos». Sin embargo, sí consideraba que la dinámica influye. «Cuando empiezas con problemas, el hecho de que no se ganen partidos, influye mentalmente en el equipo porque ves que, por muchas cosas que hagas bien, la suerte te de la espalda. Ha habido mala suerte desde la primera jornada, también con las lesiones, y ante este tipo de situaciones a veces la cabeza puede más».
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