El Almería ya es de Segunda
Minuto 91. ·
«Rubi los ha puesto a trabajar después de convencerles de que todos son grandes jugadores… de Segunda»Javier Gómez Granados
Almería
Domingo, 17 de noviembre 2024, 23:23
El de ayer fue el partido de la confirmación. La UD Almería, con una plantilla diseñada para jugar en Primera División pero que no pasó ... el control de calidad entre los mejores, parecía no encontrar acomodo en el fútbol más físico y asfixiante que hay un peldaño más abajo. En el limbo estaba este Almería que mandaba al infierno a los entrenadores, a quemarse vivos. Insuficiente para Primera. Inadaptado en Segunda División. Ese era el laberinto en el que estaba el equipo rojiblanco, perdido y sin rumbo.
Rubi, que conoce la categoría y también el club, movió varias fichas para hacer protagonistas a algunos que, entre tanto 'supuesto' glamour, habían caído en el olvido y, algunos, incluso en la cruel burla. Y ahí están, tirando del equipo y contagiando a los mejores para que corran, como exige la categoría, e impongan su calidad, que es superior al resto de rivales. Ese es el mérito de Rubi. Los ha puesto a trabajar después de convencerles de que todos son grandes jugadores… de Segunda. Lo demás, tendrá que esperar.
Ayer, ante el Dépor, el conjunto rojiblanco jugó como no lo hacía en el primer tramo de la competición. Comprometidos con la causa, que no es menor, aunque al principio lo creyeran, los menos buenos hacen mejor a los mejores y estos mejoran el nivel del equipo. Y por eso vemos partidos como el de Elche o como el de ayer. Con sus mismos defectos defensivos, disimulados por el acoplamiento de las líneas liderado por un renacido Iddrisu Baba, la UD Almería se garantiza su mínimo de dos golitos en la portería rival y, a partir de ahí, empieza a bastar con complicar la construcción a los rivales.
El Almería, por fin, es un equipo de Segunda. Llevaba varias jornadas mostrando maneras y ante el Dépor lo confirmó, más aún con esos cambios ultradefensivos de los últimos minutos. Ahora sí están adaptados. Y ahora sí están en disposición de, con algún retoque en Navidad, mirar con humildad a los playoffs, de momento, y jamás por encima del hombro a nadie.
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