La hora de la verdad

Por lo tanto, era un partido para disputarlo con oficio mucho más que para jugarlo bien. Sobre todo porque su rival esperaba esta oportunidad para engancharse al tren del ascenso directo. Fue un encuentro con tensión en las gradas e intensidad en el campo y pudimos apreciar nuevas variantes tácticas de Rubi aprovechando la versatilidad de César de la Hoz, al que situó en la línea de tres centrales en fase defensiva o en el medio campo en fase atacante. Cabía esperar un partido igualado que se decidiera por detalles. Y en esa tesitura surgieron sus dos figuras. Sadiq Umar, para provocar el penalti que Largie Ramazani lanzó de forma inapelable. Y Fernando para echarle el cerrojo a la puerta con intervenciones decisivas.

De todas formas, fuere cual fuere el resultado, no debía afectar a la actitud y a la mentalidad con la que la UD Almería tiene que afrontar a partir de ahora el tramo decisivo de la competición. Diez finales en las que, como decía Luis Aragonés, se decide todo. La hora de la verdad. Para «los valientes», parafraseando al propio Rubi. El momento de confirmar en el rectángulo de juego que todo lo bueno realizado durante la temporada no será en vano.

El próximo domingo frente al Girona se inicia esa emocionante cuenta atrás en la que se decide absolutamente todo. Una cita en la que, con las ausencias de Sadiq Umar, convocado con Nigeria; Samú Costa, sancionado por acumulación de amonestaciones, y la duda de Largie Ramazani, la afición debe arrogarse el protagonismo propio de quien se enfunda la camiseta con el dorsal número 12 para jugar con su equipo.

Cabe desear también que el inefable Sadiq Umar regrese indemne del doble compromiso de Nigeria contra Ghana por un puesto en el Mundial de Qatar. La ida se juega el viernes, día 25, y la vuelta el martes, día 29, este en el Estadio Nacional de Abuja. la capital de Nigeria desde donde tendrá que regresar a tiempo para volver a estar el domingo, día 3 de abril, en El Alcoraz contra la SD Huesca.

Todos los detalles importan a partir de ahora. Los propios y los ajenos. Lo vimos la pasada temporada con el alegato de José Gomes: «merecemos respeto». Tanto vale lo que consiga la UDA, lo que decidan los árbitros o lo que hagan sus rivales directos. Es el teorema de los vasos comunicantes aplicado al fútbol. Se trata de una disputa deportiva, legítima e interesante, pero sobre todo fratricida.

Sabemos que tenemos un buen equipo y un buen entrenador que conoce perfectamente lo que se lleva entre manos, pero no sabemos dónde estará el listón de puntos exigible para conseguir el ascenso directo. Solo podemos recurrir a los precedentes para que nos sirvan como referencia aproximada.

La UD Almería dirigid por José Gomes llevaba en esta misma jornada 60 puntos, aunque después se caería con cuatro partidos seguidos sin ganar. Cuando se fichó a Rubi ya era tarde y solamente se pudieron sumar 73 puntos, muy lejos de los 82 que apuntó el RCD Español y el RCD Mallorca. El año del ascenso con Unai Emery, en la temporada 2006/07, la UD Almería llevaba 61 puntos y llegó hasta los 80 para ascender como segundo clasificado. Y con Javi Gracia, en la 2012/13, el equipo indálico llevaba 55 puntos sumados, quedándose fuera del ascenso directo con 74 puntos. Ascendió después de un brillante playoff. Con todas estas referencias y considerando los 62 puntos que tiene la UD Almería en esta jornada trigésimo segunda, me atrevería a decir que el ascenso directo a Primera División podría establecerse este año entre los 79 y 81 puntos. Con 6 victorias creo que se puede. Con 7 no habría discusión de ningún tipo.

No podría finalizar este artículo sin el recuerdo emocionado para dos queridos compañeros del periodismo deportivo que nos han dejado en los últimos días. Pepe Pardo, nuestro presidente de la Asociación Almeriense de la Prensa Deportiva, y Juan José Tonda, nuestro árbitro internacional de boxeo y entrañable técnico de la radio. Un abrazo a sus familias.