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La fragilidad expuesta por el Almería en la caída
El conjunto indálico vive un partido que es una montaña rusa y, pese a acabar fuerte la primera parte, es un manojo de malas sensaciones para caer ante el Burgos
Lo de la fragilidad no es sólo un reflejo del marcador, sino la síntesis de lo que fue el Almería en Burgos. Un equipo que ... mostró su vulnerabilidad demasiado pronto y nunca supo esconderla del todo. Desde el m. <<< 8, cuando encajó el primer golpe, hasta el 84, cuando dejó escapar el último hilo de resistencia, el equipo transitó entre la esperanza y el desconcierto, entre el orgullo y la fragilidad. No fue una derrota más, sino una en la que las grietas no se cierran.
Burgos CF:
Ander Cantero;Anderson Arroyo, Aitor Córdoba, Grego Sierra, Florian Miguel;Miguel Atienza, Marcelo Expósito (Morante, m. 85);Álex Sancris (Cantero, m. 85), Curro Sánchez (David González, m. 80), Dani Ojeda (Córdoba, m. 67), y Fer Niño.
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UD Almería:
Luis Maximiano; Marc Pubill (Lázaro Vinicius), Édgar González, Aleksandar Radovanovic, Álex Centelles; Kaiky Fernandes (Selvi Clua, m. 46);Arnau Puigmal (Alejandro Pozo, m. 64), Lucas Robertone (Gui Guedes, m. 64), Gonzalo Melero (Sergio Arribas, m. 75), Nico Melamed, y Luis Suárez.
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Goles: 1-0, m. 8: Marcelo Expósito. 1-1, m. 29: Gonzalo Melero. 2-1, m. 66: Fer Niño. 3-1, m. 84: Iñigo Córdoba.
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Árbitro: González Díaz, del comité asturiano, auxiliado en la Sala VAR por el vasco Gorostegui-Fernández. Amonestó a Aitor Córdoba (m. 41), Marcelo Expósito (m. 59), Curro Sánchez (m. 69) y Anderson Arroyo del Burgos CF, y a Kaiky (m. 15), Lucas Robertone (m. 31), Arnau Puigmal (m. 55) y Lázaro (m. 90), de la UDAlmería.
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Incidencias: Partido de la trigésima segunda jornada del Campeonato Segunda División A, Liga Hypermotion, celebrado en El Plantío, con 9.560 espectadores.
El partido comenzó con un Almería desprotegido, demasiado expuesto al viento de un rival que no dudó en atacar sus debilidades. El gol tempranero no fue un golpe en el marcador, sino una fisura en la confianza, una prueba de que el equipo aún no había aprendido a sostenerse cuando el suelo temblaba. Aun así, la reacción llegó antes del descanso, con el gol de Melero como un reflejo de orgullo, un instante de luz en medio de la incertidumbre. Parecía que la herida podía cerrarse.
Pero la fragilidad nunca desapareció, sólo se escondió por momentos. En el minuto 66, cuando el Almería debía mostrar carácter, volvió la duda y otro golpe que volvió a dejarlo en la lona. Intentó levantarse, creyó que aún podía domar el partido, pero el desenlace estaba escrito en sus propios titubeos. En el m. 84, la vulnerabilidad terminó de desbordarse, el Almería dejó de sostenerse y se cayó sin remedio para perder por los goles u por no saber resguardarse de su propia debilidad.
Al primer tapón, zurrapa
El partido comenzó con el Burgos empujando desde el inicio, habiendo ganado el sorteo de campo. Presionó la salida de balón del Almería, con dificultad para tenerlo y buscando balones en largo para no asumir demasiados riesgos, yendo además para presionar la salida de balón del conjunto de Luis Miguel Ramis, que tenía en Curro Sánchez al jugador por el que pasaban todos los balones.
Y si no fue en saque de esquina, fue de saque de banda, en el 8. El balón fue para Marcelo Expósito, que se fue de Radovanovic y, encarando a Luis Maximiano, le marcó de disparo raso para que el Almería no 'extrañara el escenario', con el marcador en contra como en la mayoría de partidos disputados este curso.
Complicado
El partido se complicó para los rojiblancos, que no tenían las ideas claras para encontrar los espacios en un Burgos que supo defender el 1-0 conseguido por Marcelo Expósito, 'amarrando' en corto a Luis Suárez, y esperar para salir a la contra.
El Almería desarrollaba un juego muy plano, sin verticalidad e impreciso en el pase para estar lejos del objetivo. El Burgos se manejó bien, aunque los indálicos empezaban a tener más balón. En el 24, un disparo de Melamed fue cortado por la defensa castellana cuando el balón iba para la portería de Ander Calero.
Gol coral
Sin hacer muchas cosas bien, sino más bien mal, el Almería no estaba fuera del partido. En el 29, se metió de lleno en una acción en la que el Almería cogió desajustado al Burgos, tirado arriba. Luis Suárez condujo el balón, atravesó el centro del campo para darle un buen pase a Arnau Puigmal. El rubinense se la puso a Robertone y el argentino vio a Gonzalo Melero bien situado para darle la asistencia para el empate. El madrileño, con la derecha, puso las tablas en El Plantío.
Sin brillantez, sí es cierto que el Almería tomó aposento sobre el terreno de juego, en fase de poca precisión, pero de fútbol eléctrico por parte de ambos equipos, aunque el equipo indálico desbordaba más y buscaba la portería contraria. En el 45, en córner, estuvo el 1-2, con un primer remate de Édgar que toco en la espalda de Radovanovic y le llegó a Marc Pubill cuyo disparo se marchó fuera por muy poco, en la antesala del descanso y antes de que Kaiky cometiera una entrada en la que el árbitro le pudo mostrar la segunda amarilla.
Otra imagen
Reaccionó Rubi en el descanso, dejando a Kaiky Fernandes en la caseta y dando entrada a Selvi Clua para darle más solvencia en el centro del campo. El conjunto rojiblanco salió con la intención de embotellar al conjunto burgalés en su mediocampo. Lo intentó nada más iniciarse la segunda parte, con una acción por la derecha en la que el centro no llegó a conectar con ningún jugador rojiblanco situado en el área burgalesa.
La UD Almería tuvo más presencia en ese inicio, con más movilidad en el centro del campo. El juego fluido de los rojiblancos no dio opciones al Burgos, que lo intentó a la salida de un córner con un lanzamiento cruzado, pero en demasía y se marchó lejos de la meta de Luis Maximiano cuando se habían cumplido 50 minutos.
A por el partido
Los rojiblancos pudieron marcar en el minuto 52, en una acción de Álex Centelles, desde la izquierda, ganado con insistencia. El segundo intento, tras dar el primero en Anderson Arroyo, lo puso al segundo palo y Arnau Puigmal remató para lucir a Ander Cantero, que mandó el balón a saque de esquina, cuando el balón parecía aproximarse a la meta del cuadro castellano.
Si no lo hizo Arnau Puigmal antes, pudo hacerlo Luis Suárez, poco después, tras una acción a la contra, en la que Nico Melamed asistió al cafetero y el disparo, en el 55, se fue al cuerpo de Ander Cantero, que logró despejar el balón. O, incluso, Marc Pubill, en el 58, con un disparo cruzado que se fue fuera por poco.
La pizarra
Lesionado Robertone y con Arnau Puigmal con amarilla, Rubi dio entrada a Gui Guedes y Alejandro Pozo. En el 66, una falta de Guedes puso al Almería otra vez en la lona. La acción de pizarra sorprendió a la defensa indálica. Curro buscó a Fer Niño, con todo un pasillo por delante, para batir a un Luis Maximiano 'vendido'.
El gol 'anestesió' al equipo rojiblanco, incapaz de volver a ser el de antes del gol, 'desmaquillado' y sin capacidad de tocar los 'resortes' oportunos para meterse en el partido. Tampoco dio sensación de ser capaz de hacerlo porque, en el 84, el Burgos aprovechó una pésima gestión de una acción de ataque que debió ser falta a Radovanovic. Pero esa acción a la contra intentó finalizarla David González, Luis Maximiano, con manos blandas, no retuvo el balón, no llegó nadie y el propio David González asistió a Iñigo Córdoba para terminar de matar el partido.
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