Fernando: «El secreto está en trabajar y en esta semana se está haciendo»
El primer capitán de la UD Almería confía en que llegue «un resultado positivo» para «poder encadenar una buena racha»
Jordi Folqué
Almería
Viernes, 13 de octubre 2023, 23:00
Con tanto cambio habido en la UD Almería en las últimas semanas, faltaba conocer la opinión del primer capitán. El que siempre ha mostrado su ... cara cuando las cosas han ido mal. El que está sin jugar desde un amistoso en la pretemporada. Una lesión en Marbella, la titularidad de Diego Mariño en el estreno contra el Rayo Vallecano y, después, la confianza de los distintos entrenadores (Vicente Moreno y Alberto Lasarte) en Luis Maximiano, lo han dejado sin tener ningún minuto que echarse a la boca. Inédito en el terreno de juego. Pero muy presente en las gradas. No por él. Sí por los aficionados que, en cada gol encajado o error del portero de turno, han gritado su nombre.
Un aspecto que no lo lleva nada bien. «Fue muy incómodo. Estaba en el banquillo y la situación, para mí, fue muy incómoda. Es algo que no ayuda. La imagen puede ser morbosa, pero la gente debe entender que el equipo necesita apoyo. En una situación como en la que estamos solamente se sale con el apoyo de todos. Cuando termine el partido, ya que cada uno haga lo que quiera». Así lo admitió ayer, en los medios oficiales del club, para 'romper' su silencio. 'Aprovechó' la cuestión sobre su protagonismo pasivo para solicitar ya el apoyo de una afición que, en un gran porcentaje, lo idolatra.
Porque aunque no lleve desde hace algunas campañas el brazalete, sigue siendo el primer capitán del equipo. No lo perdió por una pérdida de confianza. Lo hizo por el hecho de que Rubi, como otros entrenadores (José Mourinho) consideran que, en el césped, debe llevarlo un jugador de campo. Así que sigue teniendo los mismos galones que antes. Con lo que eso conlleva dentro del vestuario. Juegue más, como en la pasada campaña, o menos, como en la actual. Porque ni lo pasado ni lo presente es nuevo en su trayectoria deportiva. Sin ir más lejos, en la propia UD Almería.
En la actualidad está 'reviviendo' lo que era su hábitat natural en sus dos primeros cursos como rojiblanco en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Teniendo que esperar a que Guti le diera la titularidad que, por muchos fichajes habidos, no ha perdido hasta el presente ejercicio. Y eso que venía de ser, en la anterior temporada, el tercer guardameta que más paradas realizó de toda la Primera División. Al tiempo que elogiaba a sus dos compañeros de posición. Destacando que el Almería tiene la portería «muy bien cubierta», pese a que es el equipo más goleado de la Liga EA Sports tras las nueve jornadas disputadas. «Yo ya he vivido de todo en el fútbol», decía a UDA Radio.
Una frase que se puede extrapolar a que, también, sabe lo que es la llegada de un nuevo entrenador a un vestuario con la temporada comenzada. Algo que, salvo en las dos últimas campañas que las empezó el mismo técnico que la terminó (Rubi), en los cursos anteriores como rojiblanco, bajo la presidencia de Turki Al-Sheikh, con movimientos (en plural) en cuanto al que debía ser el jefe del vestuario almeriense.
Cimentar desde atrás
De ahí que entendiera lo que se está viviendo en esta primera semana con Gaizka Garitano al frente del banquillo. Con una plantilla, sin contar a los internacionales con sus respectivas selecciones (Ibrahima Koné, Dion Lopy y César Montes) ni a los lesionados, que se ha visto más intensa. «Es normal que cuando hay un cambio de entrenador se tiende a que se pueda dar un plus», por parte de los jugadores. Algo que no se puede negociar con el nuevo cuerpo técnico. «Ellos ya dejaron claro, desde el primer día, que no hay una fórmula secreta. El secreto está en trabajar y, en esta semana, es lo que se está haciendo. Ver que el equipo gana en intensidad». Además de «ir metiendo esos conceptos de sus ideas», para completar «una buena semana».
Para intentar asimilar lo antes posible los conceptos que quiere imponer el preparador vasco y que son, en la comparativa con lo planteado por parte de Vicente Moreno, diametralmente opuestos.
Una idea nueva que, según Fernando Martínez, está más en su propio ideario. Sin mencionar al valenciano, sí que se mostró partidario de que «el equipo debe crearse de atrás hacia adelante». Todo lo contrario de lo que se proponía con el anterior cuerpo técnico, pese a que el club se buscaba, con su contratación, más «equilibrio» del que había con Rubi el pasado curso. Con una plantilla, todo hay que decirlo, confeccionada para ser protagonista con el balón y querer realizar un fútbol ofensivo con presencia en campo contrario. Sobre lo que también apuntó el cancerbero murciano. «Lo importante es tener el balón en campo contrario. Hemos sido de los equipos que más tiempo ha pasado jugando, en ataque o en defensa, en campo propio», destacó. Con el 'peligro' que eso podría conllevar (como así ha sido) por estar el esférico más cerca de la portería propia que la del rival de turno. «Hay que intentar que el balón esté más cerca de la portería rival que de la nuestra», señalaba casi como una petición.
Pero la teoría quiere que se convierta en (buena) realidad. Porque no deja de ser unos entrenamientos con el nuevo cuerpo técnico, sin haber podido todavía jugar un choque oficial. El que llegará la próxima semana en Montilivi. Allí jugarán ante un Girona que es segundo en la tabla clasificatoria y que, en la pasada campaña, fue el equipo que más goles les marcó en un encuentro (6). Algo que Fernando, «en la situación actual del Almería», ni mira ni recuerda. «Lo único que vale es ganar. Es lo que te dará la confianza plena», apuntaba en relación a que, hasta ahora, los resultados negativos son los que han provocado que la confianza entre la propia plantilla esté en niveles muy bajos. «Esta plantilla, con un resultado positivo, tiene que encadenar una buena racha. Tenemos la calidad y una victoria dejaría atrás el tema mental (negativo)».
Por esa calidad de la que habla, entiende que mejorando el juego defensivo, que no es igual que la línea defensiva, el Almería tendrá que ir escalando posiciones en la tabla clasificatoria. La que dice, tras nueve jornadas, que los rojiblancos almerienses son el colista, el único en todo este tiempo que no ha sido capaz de ganar un encuentro y, además, el más goleado de la competición. Datos que dejan sin argumentos las «buenas sensaciones» de las primeras jornadas. En las que la UDA se mostraba, según las estadísticas, superior a sus rivales, pero que no se traducía en cuanto a resultados positivos.
Todo hasta llegar a la cita en el Ramón Sánchez Pizjuán. Ahí el equipo «no compitió». Fue como «un antes y un después». Las buenas sensaciones desaparecieron y fueron 'atrapadas' por los malos marcadores. Con cinco goles encajados que provocaron el cambio de entrenador y que la etapa de Vicente Moreno en el banquillo llegara a su fin. Desde ahí, dos semanas en las que, hasta la llegada de Gaizka Garitano, el plantel ha estado «anímicamente mal. Fue un golpe duro perder así en Sevilla». Por lo que, ahora, «es un buen momento para cambiar otra vez el chip y recuperar esas sensaciones del principio, cuando el equipo merecía más porque competía mejor. Estoy seguro que los resultados llegarán», sentenció.
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