Fernando, un capitán del Almería entre la felicidad y la decepción
El capitán del primer equipo rojilblanco da las gracias y pide perdón «porque no hemos estado a la altura»
Cuando Busquets Ferrer pitó el final del partido, sin ni siquiera dar descuento, sensación de alivio, por ganar, y de impotencia porque esa victoria no ... había llegado antes. Los jugadores rojiblancos, en el centro del campo, daban las gracias, pero sobre todo pedían perdón por una temporada decepcionante, por un 'annus horribilis' en el que nunca se estuvo en tiempo de conseguir la permanencia porque, desde el primer día, se torcieron las cosas. El sábado, cuando el partido terminó, Fernando Martínez, eterno capitán rojiblanco y el único jugador que queda de aquella temporada en la que se produjo el desembarco de Turki Al-Sheikh en la entidad indálica, habló para UDA Radio y hablar sin ambages de lo que fue el partido, pero también de lo que ha sido la temporada.
El murciano, el jugador en plantilla con más años de pertenencia a la entidad de los que hay en nómina, no puso paños calientes. «Después de un buen final, de un buen partido en el final, también te pasa por la cabeza toda una temporada donde no hemos estado bien. Hay que reconocerlo. Entonces, por un lado felicidad y por otro decepcionado por la temporada, un poquito cabreado», motivos suficientes que permiten entender el estado de ánimo de la afición. «Nosotros entendemos la decepción y el enfado que pueda tener una parte de la afición o toda, porque la temporada no ha sido buena y es normal. Lo normal es que estén enfadados», confirmó.
Alivio
La victoria frente al Cádiz supone un alivio más que otra cosa. Una reacción tardía, en la última oportunidad para tratar de 'lavar' una imagen difícil de 'maquillar' por una temporada en la que el equipo desciende 'con nota', la peor de la historia para la entidad indálica, con sólo una victoria en casa, tres en total, cuando ya no había solución. «Sí, después de una temporada tan mala, no está mal despedirte con una alegría, sobre todo aquí en casa, delante de nuestra gente, que llevamos toda una temporada sin poder dedicarle una victoria. Y contento por este último partido, por haber podido despedirnos de esta temporada con una victoria y una pena que no hubiese llegado antes y que no se haya cumplido el objetivo», manifestaba el cancerbero rojiblanco, que jugaba su segundo partido consecutivo bajo palos, el cuarto en la presente temporada.
Y pudo ser peor la despedida porque el equipo fue un dibujo en la primera parte, indolente e incapaz de responder a un rival que andando se puso por delante en el marcador. Por fortuna, hubo reacción en la segunda parte. «Sí, nosotros somos los primeros que, cuando hemos entrado al vestuario después de la primera parte, sabíamos que no habíamos estado nada bien. Teníamos que salir de otra manera en la segunda parte porque era el último partido y queríamos ganar como fuese. Así ha sido».
El cancerbero rojiblanco explicó que «se ha visto un equipo totalmente diferente en la segunda parte y todo lo que no salió en la primera, todo lo malo que hemos hecho en la primera parte, en la segunda ha sido todo lo contrario. Ahí hemos acabado con un festival de goles que sirve para irnos y cerrar una temporada muy mala con buen sabor de boca».
Inexplicable
Lo cierto es que el 6-1 cierra una temporada extremadamente extraña, desde el principio hasta el último partido, con partidos, la mayoría de ellos, con dos caras, adelantándose en el marcador y no siendo capaz de cerrar los partidos. «Yo creo que lo de este partido también es verdad que nos hemos juntado dos equipos que anímicamente no veníamos bien», reconocía Fernando Martínez. El murciano creía dar en la tecla. «Yo creo que a lo mejor esa diferencia entre la primera parte y la segunda tan clara era por eso, porque dos equipos que anímicamente no están bien, cuando no salen las cosas, te vienes abajo y cuando no le sale al otro pues ya hemos visto que al Cádiz le ha pasado lo mismo. Y cuando han empezado a encajar goles se han bajado los brazos, se han venido abajo y nosotros ahí tenemos jugadores de mucha calidad como se ha visto. Casi todas las jugadas se han podido acabar en gol».
Cerrar logrando lo que se logró el sábado tiene una intención clara. Sirve para «pedir perdón a la gente, sobre todo a todos aquellos que incluso cuando el equipo no ha estado bien, cuando una parte de la afición nos pitaba, nos cantaba, nos insultaba, incluso había gente que nos animaba. Ha sido increíble». Por eso, sus palabras de perdón tenían 'destinatarios' exclusivos. «Sobre todo a ellos –en referencia a los que animaron– agradecerles el ánimo durante toda la temporada que no ha sido buena por nuestra parte y somos conscientes de ello. Y darles las gracias y pedirles perdón, como ya dije en una entrevista, porque no hemos estado a la altura».
Entendible
Concluía el capitán indálico comprendiendo «la decepción y el enfado que pueda tener una parte de la afición o toda, porque la temporada no ha sido buena y es normal. Lo normal es que estén enfadados, lo que no es normal es lo otro, que incluso después de esta temporada tan mala hay una gran parte de la afición que incluso cuando nos insultan que reaccione animándonos».
Fernando Martínez apuntaba al hecho de que «ha habido muchos momentos en muchos partidos donde el equipo no estaba mal, no estaba jugando mal y la gente lo ha sabido valorar y nos ha animado, por eso agradecerle todos esos momentos donde para nosotros no era nada fácil y que te animen y te alienten es agradecer y esta afición es increíble».
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