La experiencia, el mejor aval de la UD Almería para ganar al Rayo

Ante el Rayo, Rubi dio un paso adelante para jugar en bloque, porque en fútbol, como en cualquier otro deporte de equipo, los individuos marcan goles o hacen puntos, pero los equipos son los que ganan partidos. Sin duda, una lección para los que tal vez necesitaban 'un banquillazo'.

Es cierto que en fútbol no hay antes ni después y que las alegrías de hoy, que suceden a las tristezas de ayer, pueden ser de nuevo 'nubes grises', pero el momento dicta sentencia a la hora de hablar de sensaciones. Estas rescatan a un equipo indálico que, ante el destacado Rayo Vallecano que puso aBarça y Athletic contra las cuerdas, puso en campo la experiencia para crear de jugadores que, además, lograron hacer mejores a sus compañeros.

Cuatro de los once que iniciaron el partido y que provocaron una brillante primera parte atesoran esa ventaja que supone aprendizaje adquirido que lo concede solo y exclusivamente el tiempo, aspecto tan necesario pero al que solo se echa en falta, en fútbol, cuando se pierde durante los 90 minutos que dura un partido. Se necesita para curar lesiones, para adaptarse a un país o a un equipo, aún siendo el fútbol tan parecido.

Rubi pudo, por fin, usar a lo que quería frente al Rayo y esos dieron el toque que el equipo necesitaba para reaccionar a una racha en la que el equipo se había metido, puede que en parte por esas ausencias, pero también por ese 'querer' hacer la guerra por su cuenta de algunos.

Ante el Rayo se vio al mejor Leo Baptistao hasta ahora, que no era difícil porque era la segunda titularidad, tras haber salido de una lesión, y su fútbol descarado e intenso ayudó y mucho al equipo rojiblanco para pelear, con opciones por el triunfo, aportando también ocasiones.

Leo, que debutó en Primera con el Rayo, se fue de España habiendo jugado 11.791 minutos, siendo el jugador rojiblanco con más experiencia en la competición española y casi que también si se compararan solo los jugados en otras Ligas, con 5.092 minutos más entre China y Brasil.

Otra aportación interesante fue la de Adrián Embarba en el segundo partido que aparecía como titular –lo había sido ante Osasuna– y el madrileño, ante el equipo que le dio la oportunidad de jugar en Primera por primera vez, cuajó un gran encuentro. Estuvo en el pase en los tres goles, como penúltimo protagonista en los dos primeros y, pese a su expulsión, fue un incordio para el conjunto de Andoni Iraola.

Rodrigo Ely no es nuevo. Su trabajo el curso pasado fue importante para el ascenso y en el presente curso encuentra el sitio en el que con anterioridad había estado durante 6.509 minutos como jugador del Alavés. Ante el Rayo cuajó un buen partido.

De los tres mejores, uno fue Melero y era cuestión de tiempo. Lesiones y agentes externos de lo que una persona –futbolista o no– no puede abstraerse le impidieron actuar. Pero, superados los obstáculos, su partido ante el Rayo no si no la consecuencia de sus 6.276 minutos en Primera y del aprendizaje en Segunda en el Huesca y destacó sobre todo por su gran trabajo en el centro del campo.

Robertone puso el primer gol a un partido intenso por su parte, un tanto vital para abrir el marcador y navegar con tranquilidad hacia la victoria. Este con pasado en una liga 'canchera' como la argentina, tuvo al compañero de lujo, un César de la Hoz que hizo buenos a sus compañeros, que fue una pesadilla para los 'creadores' del Rayo y, aunque su experiencia se basa en sus años en Segunda, 'sabe más el diablo por viejo –si 30 años son muchos– que por diablo'.