El espejo de la Copa devuelve la mejor versión del Almería
El equipo rojiblanco conoce este mediodía su rival en la edición del torneo copero, eliminatoria que se resolverá por proximidad y a sólo un partido
La Copa del Rey funciona para la UD Almería como un espejo que devuelve memoria y ambición, alegrías y cicatrices, un espejo que refleja la ... evolución del club desde aquel estreno en la temporada 2002/03, cuando el equipo rojiblanco necesitó la prórroga para vencer al Córdoba en el Municipal Juan Rojas y poco después cayó ante un Recreativo de Huelva que finalmente alcanzaría la final. Esa primera comparecencia marcó el inicio de una relación ambivalente con el torneo del KO, en las que hubo noches de gloria que alternaron con decepciones en campos modestos, con resultados que han quedado como lecciones.
La campaña 2024/25 quedará escrita con letras destacadas en ese relato. El inicio lo marcó la victoria en San Sebastián de los Reyes (1-2), una eliminatoria en la que el equipo indálico mostró temple y capacidad para resolver en terreno ajeno. La siguiente parada en León arrojó otro 1-2 favorable ante la Cultural y Deportiva Leonesa, la confirmación de que la ruta copera podía convertirse en senda de confianza y la eclosión llegó en casa, con una demostración de fútbol ambicioso frente al Sevilla (4-1), encuentro que recuperó la épica y devolvió al público la sensación de que el Almería podía medirse y ganar a clubes de la máxima categoría. La aventura terminó en octavos con una derrota por la mínima ante el Leganés (2-3), un duelo vibrante que no empaña el balance de una participación que devolvió al club la autoestima copera.
Es importante no olvidar que la Copa del Rey también fue, en otros momentos, trituradora de ilusiones. Los tropiezos ante Tamaraceite, Arenteiro u otras eliminatorias tempranas constituyen capítulos dolorosos. En O Carballiño, por ejemplo, el equipo cayó en un terreno embarrado incapaz de moldear su fútbol; en Barbastro, durante una crisis profunda, la derrota dejó una herida que tardó en cerrarse. Esas derrotas alimentan la cautela de la afición y justifican la férrea atención que el club rojiblanco presta a cada sorteo y a cada planificación específica para un partido a vida o muerte.
La lección
La lección que dejó la última andadura copera es doble, Por un lado, está la convicción de que el equipo rojiblanco puede competir contra cualquier rival si mantiene orden táctico y personalidad; por otro, la constatación de que el torneo del KO exige un diseño mental y físico distinto al de la competición liguera, porque cada eliminatoria es una singularidad donde la menor concesión pesa más. En la edición de 2024/25 emergieron nombres que tiraron del carro, la jerarquía de la plantilla indálica en los momentos clave, la frescura de los jóvenes con minutos de valor y la capacidad para transformar un estadio como el UD Almería Stadium en una trinchera propicia llevaron al equipo a resarcirse de pasadas decepciones.
Con ese bagaje, la actualidad plantea un horizonte nuevo. La RFEF ha decidido volver al criterio de proximidad geográfica para los emparejamientos, una medida que cambia el mapa de desplazamientos y que beneficia a los clubes con menor presupuesto logístico. Para la UD Almería ello representa no sólo un alivio en términos de viajes, sino una oportunidad para medir fuerzas en escenarios más próximos y para evitar viajes extremos como los de Orense o Las Palmas que en campañas previas resultaron traumáticos. En el sorteo participan 112 clubes repartidos en cuatro grupos; los indálicos quedaron encuadrados en el tercero, junto a 33 rivales que incluyen seis equipos de Primera, seis de Segunda, cinco de Primera Federación, ocho de Segunda Federación, tres de Tercera, dos procedentes de la Copa Federación y tres de las previas.
Por el formato, la UD Almería deberá desplazarse a un campo de inferior categoría y, según el sorteo, sus posibles adversarios son clubes de Tercera o Segunda Federación: CD Roda (Albacete), Ciudad de Lucena (Córdoba), CD Cieza (Murcia), en Tercera RFEF; o Torrent CF, FC La Unión Atlético, UCAM Murcia, CD Antoniano (Lebrija), CD Estepona, Puente Genil FC, CF Lorca Deportiva y Real Jaén, en Segunda Federación. Junto a estos equipos modestos también se sitúan nombres ilustres en el mismo bombo como pueden ser Villarreal, Real Betis, Valencia, Sevilla, Levante UD y Elche entre los de Primera; Granada, Málaga, Córdoba, Cádiz, Castellón y Ceuta, en Segunda División; Eldense, Cartagena, Real Murcia, Antequera y Juventud de Torremolinos, en Primera Federación.
El inicio
¡La primera eliminatoria de esta nueva edición del torneo co`pero se celebrará el 28, 29 o 30 de octubre, fechas que obligarán al club indálico a encajar la cita copera entre dos jornadas ligueras en casa –Castellón, previsto para el día 26 a las 18.30 horas, y Éibar, programado para el sábado, 1 de noviembre, a las 21.00 horas–, lo que añade una dimensión de planificación física y logística al ya de por sí delicado asunto de gestionar competiciones múltiples.
Más allá de nombres y calendarios, la agregación de todo lo vivido permite extraer una conclusión y es que la UD Almería encara la Copa del Rey con la mezcla de respeto por su historia y la ambición por reescribirla. La edición 2024/25 demostró que el club es capaz de transformar el torneo en un altavoz de sus mejores virtudes; la temporada siguiente se presenta ahora como la oportunidad de consolidar ese aprendizaje. Los viajes a estadios modestos, la tensión de un único partido en campo rival y el componente emocional que trae la afición local obligan a un planteamiento específico, pero también ofrecen la posibilidad de forjar relatos memorables que, a la postre, alimentan el alma de una entidad que busca hacerse grande sin renunciar a sus raíces.
En ese marco, la vuelta a los emparejamientos por proximidad es bienvenida, pues reduce costes, aumenta la probabilidad de duelos regionales cargados de rivalidad y permite gestionar mejor las cargas, pero al mismo tiempo obliga a no subestimar a equipos que, en su campo, pueden convertirse en adversarios muy incómodos. La UD Almería llega a ese sorteo con la mochila de las últimas gestas: las victorias en campo del San Sebastián de los Reyes y en León, la noche gloriosa ante el Sevilla y la eliminación ajustada con el Leganés constituyen motivos para la esperanza y razones para la prudencia.
La Copa sigue siendo un terreno en el que se aprende, se celebra y, a veces, se sufre; pero la historia reciente demuestra que los rojiblancos han recuperado la capacidad de escribir sus propias páginas en ese libro impredecible que es el torneo del KO, donde ha sufrido pero también dado golpes a grandes que habían sido o serían, posteriormente campeones de la Copa del Rey como Real Betis, Real Sociedad, Sevilla o Deportivo de La Coruña.
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