27 de diciembre, 'Día de Ortiz Bernal'

Ese día 27 está marcado en rojo en el calendario para los almerienses -amen o no al fútbol, conozcan o no a Ortiz Bernal-, y el Power Horse Stadium, a partir de las siete de la tarde, será escenario de un hermanamiento con el balón en los pies entre una selección formada por compañeros del jugador almeriense en la UDA como Francisco, Kalu Uche, Juanlu, Chico Flores, Paco Luna o Juanma Ortiz y la selección andaluza de leyendas en la que figuran Monchi, Marcena, Capi o hasta Luis Rubiales, en un partido al que asistir costará solo 3 euros, para mayores de 12 años, y un euro para los que no superen esta edad. Además, coincidencia o no, el cáncer se puede considerar una pandemia a la que se tratará de poner freno con una pequeña gran ayuda que habla también del gesto de una persona ejemplo de solidaridad como el eterno capitán rojiblanco. Este donará todo lo que se recaude a la Asociación de niños con cáncer Argar.

El homenaje se ha presentado en la sala de prensa de 'su' estadio, con su presencia y la de Javier Aureliano García, presidente de Diputación; María del Mar Vázquez, alcaldesa de Almería; Mariano Blanco, representante de la UD Almería; Rosa María Onieva, presidenta de la Asociación Argar; María del Mar Peláez, delegada de la Fundación La Caixa, y José Martín Doblado, delegado en Almería de la Federación Andaluza de Fútbol.

Mariano Blanco actuó como conductor del acto, celebrado en la casa de la UD Almería, también la casa de Ortiz Bernal, al que definió como «una de las figuras emblemáticas de la UD Almería a lo largo de la historia», justificando el motivo de la 'congregración', pues la sala de prensa del Power Horse Stadium se llenó por completo, que no era otro que presentar un evento con el que «rendir ese homenaje merecido a José Ortiz y que tiene un objetivo, el beneficio importante para contribuir a la Asociación Argar y hay que felicitar tanto por la persona como por el objetivo que tiene ese homenaje».

Todos los focos se centraron entonces en Ortiz Bernal. Este, emocionado y nervioso, lució felicidad porque «esto es un sueño para mí. Han pasado más de diez años en los que nunca me ha faltado el apoyo del pilar más importante de mi vida, mi familia. Siempre están ahí». Recordó que «ha habido problemas de salud», pero alzó la mirada para homenajear a dos luchadores. «Es una alegría que estén aquí tanto mi tío Felipe como Juan José López, que además de ser el mejor presidente de la mejor peña que uno puede tener, es un referente en la lucha por la vida y la superación. Otros no están aquí como mis abuelos o mi madre, que son el faro que nos guía a toda la familia desde el cielo».

Para él, ese día hará realidad lo que «todo este tiempo he soñado, ponerme una vez más la camiseta de mi corazón porque, cuando me despedí en aquella rueda de prensa, tenía una espinita clavada y era no haber podido despedirme en el campo de mi gente, de la afición que tanto me ha dado, más de lo que yo podría darle, la que a lo largo de mi carrera y de estos diez años no han parado de demostrarme su cariño». Acudió a recuerdos recientes que justifican que 'no se ha ido'. «En Leganés, con la marcha andando hacia el campo, con manteo incluido o con Grada Joven en un encuentro casual que tuve con ellos al finalizar la fiesta del ascenso. Son dos pero hay montones de anécdotas».

Relató y agradeció las horas 'muertas' de quienes tuvieron la genial idea. «Ángel Acién, Juan Melero, Manolo García, Luismi Columna, David Fernández Borbalán, Alberto Cerezuela, Salva Moya y Rodrigo Valero me dijeron durante el transcurso de una comida que Almería estaba en deuda conmigo y que cuando la situación pandémica mejorara se iba a poner en marcha mi homenaje en forma de partido. Quiero agradecerles eternamente por dedicarle todo el tiempo que han podido quitándoselo a sus familias».

También a las instituciones. Al Ayuntamiento de Almería, «cuando Ramón Fernández-Pacheco cogió el timón de este barco, haciéndolo zarpar para que al final nuestra alcaldesa, María del Mar Vázquez, lo llevara a buen puerto» y la Diputación, «con Javier Aureliano García, que se sumaron desde el primer momento». Mostró un cariño especial a su club. Imaginariamente, su figura está en el escudo. «Esto, sin la UD Almería no hubiera sido posible. Gracias a su presidente, Turki Al-Sheikh, a Mohamed, Mustafá y toda su junta directiva por abrinos las puertas del club. Sin este apoyo, un partido de esta envergadura no hubiera sido posible». También miró atrás porque ver ahora «cómo ha cambiado el club en todos los sentidos es un orgullo, haciéndolo cada vez más grande, dejando esta primera fase de la reforma del Estadio de lujo y que para cuando termine será un estadio soñado, y con el proyecto de la tan anhelada ciudad deportiva tan necesaria».

Recordó que jugadores como Francisco, Kalu Uche, Juanlu, Chico, Manolo Gaspar, Juanma Ortiz, con Casuco de entrenador, y muchos más que lo dieron todo por el Almería en muchas etapas «cuando no había medios», estarán en su bando el día 27, para jugar frente a una selección en la que la Federación Andaluza se ha volcado. «Va a ser muy especial. Todo lo recaudado va a ser donado a la Asociación de niños con cáncer de Almería, Argar. Espero que toda Almería se vuelque y, muy importante, que el compre la entrada venga al Estadio. Me gustaría ver el Estadio lleno, pero si van cien, mil o diez mil, voy a estar igual de contento y el que no pueda venir hay una fila cero con un número de cuento en el que podrán hacerse donaciones».

Su despedida en el acto también volvió a pasado. Aquel 29 de junio dijo que «que en un club nadie es eterno, salvo el escudo y la afición». Pasados diez años, y a esos dos pilares, se suman «los que a su paso dejan escritas páginas de oro en la historia».