La desaparecida fortaleza ante la clase media-baja compromete a la UDA

Incluso contando ese partido perdido y, además, la derrota en Mallorca cuatro días después –ya en la segunda vuelta–, el Almería logró auparse a esa segunda posición. Cimentado en lo que se convirtió en una máxima –resultados en mano– que le valía para estar en zona de ascenso directo a la Liga Santander. Solamente había sido capaz, en ese periodo de cinco meses (octubre a marzo) de ganar en Vallecas a un equipo que estaba entre los seis primeros cuando se medía a los rojiblancos. Con derrotas ante Sporting, Espanyol, Mallorca y Leganés. Pero, a su vez, no había perdido ningún encuentro, en casi medio año, ante conjuntos que no estaban en la zona de máximo privilegio.

Es decir, a la UDA le valía con imponerse a los de la zona media-baja para ser el segundo más grande. Algo que, para 'nivelar' el déficit de puntos ante los rivales más directos, evidenciaba que el resto no era capaz de sacarle tanto rédito a los encuentros frente a los que no peleaban por ascender de categoría.

Un hecho que se rompió en Ponferrada (2-1) el 21 de marzo. Se 'estropeaba', en El Toralín, una racha muy positiva y, por lo visto desde ese día en tierras leonesas, mucho más en el seno de la UDA. Porque el Almería, en un segundo tiempo que será recordado por el cambio de dinámica en el equipo a muy negativa, abrió la veda para que los que se habían sentido inferiores durante casi medio año, vieran que podían ganar.

Una situación que se ha repetido más veces de las que los rojiblancos han sido capaces de imponerse a los que pelean por otras cosas bien distintas. Tanto es así que, de los ocho encuentros disputados ante escuadras que no están entre los seis primeros, tan solo dos triunfos han caído del lado rojiblanco. Los conseguidos en Málaga (0-3) y Tenerife (0-1). El primero con Gomes en el banquillo, mientras que en tierras insulares es, por ahora, el único con Rubi al frente de la parcela técnica de la primera plantilla, en cuatro encuentros dirigidos.

Los dos únicos, precisamente, que suman en 12 jornadas, desde que vencieran en Montilivi y se colocaran en la segunda posición. Porque, en esta racha tan negativa, el Almería tampoco ha sido capaz de ganar a los que están como rivales directos. Solamente sendos empates ante Leganés y Espanyol, en el encuentro que supuso el cambio de entrenador en la UDA para que llegara Rubi en lugar de José Gomes.

En este periodo de tiempo, tras caer en El Toralín, también se quedaron sin puntuar en Zaragoza y, este pasado martes, en Cartagena. Entre uno y otro, la derrotas en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, contra el Rayo. Todo lo demás, igualadas. Especialmente las ocurridas en el feudo almeriense. Como local no ha sido capaz de ganar al Alcorcón, Leganés, Rayo (derrota), RCD Espanyol, Oviedo y Albacete.

Especialmente significativas las dos últimas. Por tratarse de equipos que la clasificación apuntaba que eran inferiores a los de Rubi. El Oviedo rozando la zona baja, mientras que los manchegos han sido el primero en descender a la Primera RFEF.

Y el lunes llega el Logroñés. Verdugo en el inicio liguero de la UDA. Ahora están abajo.