Todos contentos sin necesidad de soltar ninguna lágrima al final del mercado

Una situación que se vivió, en el mismo Almería, cuando en el pasado mercado de verano el club rojiblanco traspasó, a la Real Sociedad, a su estrella. Se fue Sadiq Umar en el último día del mercado, dejando a una afición almeriense sin su estrella más absoluta y teniendo que ir los de Turki Al-Sheikh al mercado para fichar a su sustituto, cuando un buen número de los posibles objetivos ya estaban en otros destinos al no haber podido esperar al club rojiblanco almeriense.

Pero todo ha sido muy diferente en este mercado de invierno en la última operación hecha por el Almería. Cuando faltaban pocos minutos para acabar el plazo (LaLiga lo aprobó a la una de la madrugada), el club rojiblanco traspasó a Fernando Pacheco al Espanyol. Un guardameta con más de 200 partidos en la máxima categoría del fútbol español, pero con solamente una presencia en la elite vistiendo la elástica de la UDA. Porque su participación ha sido entre poca y nada, con todo lo que ha ido provocando.

Tanto ha sido como que el Almería ya había encontrado a su sustituto una semana antes. Tanto como que ambos, junto a los dos que ya estaban y se mantienen (Fernando Martínez y Diego Fuoli) , han compartido entrenamientos a las órdenes de un Rubi que ya llevaba esperando que finalizara el mercado de fichajes, porque sabía el técnico catalán que, al final, se resolvería la situación que se había enquistado desde que, en noviembre, dijera Fernando Pacheco que se quería ir de la entidad almeriense, al no ver que pudiera quitarle el puesto de titular a Fernando Martínez y, por tanto, no verse durante todo el ejercicio en el banquillo de los suplentes.

Y lo que se podía haber convertido en un grave problema se ha convertido, al final, en una solución satisfactoria para todas las partes. El jugador ha logrado salir del Almería, como era su deseo desde el mes de noviembre, aunque ya lo barruntaba casi desde que vio el nivel de Fernando Martínez. El Almería ha logrado un traspaso que se ha acercado mucho a la cantidad (5 millones de euros) que en noviembre le dijo al representante (Álvaro Domínguez) del jugador por la que lo dejaría marchar. El Espanyol (su destino) se ha encontrado con un guardameta con experiencia en la categoría, después de que en verano se apostara por dos jóvenes cancerberos, en una apuesta que, ahora han comprobado como bastante fallida.

Por lo que el último día del mercado, en esta operación a varias bandas, ha dejado sonrisas en todos los implicados y ninguna lágrima por haberse hecho a última hora y pudiendo haber dejado un 'marrón' en un vestuario. Tan solo el hecho de que los rojiblancos no contaran otra opción que la de la salida de Fernando Pacheco, para poder inscribir a Diego Mariño, hizo ver que el equipo de trabajo liderado por Mohamed El Assy lo tuvo todo controlado y sabiendo que, al final, el Espanyol asumiría sus condiciones y que el propio guardameta extremeño, en su empeño por irse del Power Horse Stadium, también pondría 'de su parte' para que todo se hiciera.

Todo sin olvidar la 'labor' de su representante. Álvaro Domínguez estuvo, durante los minutos previos a que se hiciera realidad la operación, lanzando algunas 'indirectas' en sus redes sociales. Posición de fuerza para que su representado se pudiera ir de tierras almerienses y llegada al Espanyol.

Y, ahora, teniendo que negociar la renovación de César de la Hoz, que sigue sin anunciar su nueva vinculación con la UDA.