¿Ciegos o malos?

El día pintaba mal porque amaneció con vértigo pero has logrado imponerte. Te sientes mejor. Poderoso. Hasta ese instante donde la vajilla vuelve a saltar por los aires. Te echan el alto. La autoridad te frena en seco. Redirigen el tráfico aleatoriamente y no sirven de nada ni tus ruegos ni tus problemas. ¡Usted va por allí y punto! Y no tienes elección. Cabreado. Frustrado. Y resignado. Giras y te incorporas al carril que te haya dicho el que viste uniforme.

A falta de ocho jornadas para el final de la temporada, los de siempre empiezan a redirigir el tráfico. No hablamos de teorías sino de hechos consumados. ¿Penalti sobre Corpas? En Eibar. ¿No roja al Valladolid? En Pucela. No es un momento más de la temporada. Es el que marca. Y no hemos visto ni la punta del Iceberg. Sucedió antes y sucede ahora. Esto del fútbol para ti es una religión y para los que mandan es un business.

Hay lobbies e intereses. Y hay una autoridad que dirige el tráfico. En El Alcoraz un árbitro principal, un cuarto árbitro y un linier, a pocos metros de Akieme, no vieron la agresión que decretó el VAR. O hay que quitarles la licencia a ellos por ciegos o al de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas por malo, en el sentido literal de la expresión.