César de la Hoz asegura que lo que pase en el campo decidirá quién es mejor, si la UD Almería o el Alavés

También ahí se conocerá el destino de la UD Almería en el actual campeonato, aunque no será pronto. «No sé decirte. La Segunda División suele ser en marzo o abril cuando ya se ve quién va a estar ahí arriba y hay que estar en esos meses, pero desde el primer día hay que apretar porque hay que estar bien posicionado en esas fechas». Y eso que los 41 puntos, a falta de disputar el partido en Leganés, en otra temporada supondría tener ventaja amplia con respecto al tercer clasificado. «Tienes que tener el culo apretado porque no te puedes relajar ni un segundo. Va a haber una puntuación a final de temporada bastante alta, pero por eso va a ser más meritorio el ascenso si lo conseguimos».

El cántabro siempre que habla lo hace con humildad y debe ser una característica del equipo, que no celebra efusivamente los triunfos ni se le ve demasiado roto en los tropiezos. «Sabemos que esto no es suficiente. Vemos cómo están los rivales, que no te puedes relajar, no hay que ser eufóricos, sino tener los pies en el suelo e ir partido a partido e ir ganando. El equipo cuando ha ganado lo ha celebrado, hemos estado unidos y cuando hemos perdido, el día del Espanyol por ejemplo, estuvimos unidos y supimos valorar el trabajo hecho a pesar de la derrota. El equipo celebra los triunfos pero sin perder de vista que no hay que relajarse porque está muy complicada este año la categoría».

Debe ser un aspecto que tenga que ver con el vestuario. «El ambiente del vestuario es muy bueno. Hay una competitividad muy sana por estar en el campo que hace que el nivel del equipo aumente y se ve siempre que el equipo está unido, con la bromas, y siempre serio en el campo. Creo que el grupo es de los mejores que yo he tenido en el mundo del fútbol».

Por no jugar, la semana se está haciendo demasiado larga. «Se está haciendo larga porque hace ya días que no competimos. Van a ser trece días de un partido a otro y nos gusta competir y, cuando pasan tantos días, tenemos ese mono de querer que llegue el partido ya para querer competir».

Sin entrar en la Copa, el aplazamiento no ha sido del todo malo. «Creo que es positivo porque las condiciones que habían no eran para jugar. Iba a ser un partido que si se jugaba iba a ser vistoso. Además, con los resultados que se han dado, cuando se juegue, una victoria nos puede acercar a los puestos que queremos estar».

Lo que pasa es que las segundas vueltas siempre son complicadas. Se acortan las distancias entre los de arriba y los de abajo. «Sí. En Segunda División la historia dice eso, que las segundas vueltas son mucho más igualadas y que los equipos que van abajo ganan a los de arriba. Pasa en todo el campeonato, pero en las segundas vueltas más todavía, incluso equipos que pueden estar descolgados te dan la sorpresa contra equipos que están en playoff. Creo que no nos podemos relajar ni un segundo, porque todos los puntos son muy importantes y vemos que los de arriba es muy difícil que pierdan puntos. Tenemos que salir cada partido a por los tres puntos y que no se puedan escapar», expuso.

Desde que el Alavés está en el horizonte, la Copa es un reto. «Un partido muy bonito. Queremos salir a competir y ganar para avanzar y también ellos han sufrido ahora un cambio de entrenador. Así que también van a venir con muchas ganas para tener la confianza del entrenador en los siguientes partidos. Va a ser un partido muy disputado y hay que tener ilusión porque podemos hacer cosas en la Copa».

Precisamente, la llegada de Abelardo provocará esa reacción de la plantilla. «Por supuesto. Siempre que llega un entrenador nuevo aumenta un poco la intensidad en busca de entrar en el once y los que jueguen el sábado van a intentar demostrar al entrenador que quieren estar en el equipo. Van a tener un plus extra de motivación y de intensidad, pero no debe poder con nosotros eso. Nosotros tenemos que ir a hacer un buen partido y con la ilusión que tenemos también tenemos la motivación muy alta».

Además, de cara a pasar, lo de jugar contra un Primera la motivación es extra. «Por supuesto que quieres demostrar que eres válido para jugar en esa división. Todos queremos estar el año que viene en Primera y jugar contra uno supone demostrar que somos capaces de estar ahí y que podemos competir contra ellos».

Luego está el cuerpo a cuerpo. «Por nuestra forma de jugar no creo que sea un partido cerrado. Nos gusta ir a por el rival, tener un equipo ancho y largo, así que creo que va a ser abierto por nuestra forma de jugar que no creo que a ellos les haga cerrarse. Va a ser un partido divertido y apasionante como son estas eliminatorias a un solo partido».

El jugador rojiblanco no dudó en hablar lindezas de la Copa, en su actual modelo, pero también mejoraría algunas otras cosas. «La Copa mola. Con el nuevo formato se ha mejorado, pero también se puede mejorar aún más. Siempre la Copa ha molado y siempre hace ilusión pasar rondas y poder enfrentarse a equipos superiores».

Sin embargo, «de principio podrías enfrentarte con cualquier equipo, tanto de arriba como de abajo, que sea un sorteo puro», reconoció el cántabro, que ve que para los indálicos la competición ahora es beneficio. «Sí. Jugar contra un rival de inferior categoría tienes esa presión añadida, aparte juegas en un campo al que no estás acostumbrado, jugar en artificial o en un campo congelado, como nos ha pasado. Ahora se te va esa presión y todo es ilusión, juegas en un campo como el nuestro que está de maravilla. Nos podemos soltar un poco más y jugar mejor».

Ganar también repercute en beneficio. «Hay que valorar lo que hemos conseguido, hasta dónde hemos llegado y también tenemos un poco de responsabilidad, no todo vale. Hay que mantener una línea y la imagen que estamos dando. Es bonito que los rivales te respeten por lo que hemos conseguido. No hay que relajarse porque sabemos lo largo que es esto, lo difícil que es y que no hay que perder ahora lo que hemos ganado», sentenció.