César de la Hoz, 28 años y un día... atípico en la UD Almería
El futuro ·
El centrocampista rojiblanco se muestra deseoso de volver a jugar, aunque hacerlocon normalidad«será complicado»Ayer cumplió 28 años y, como todos los que lo han hecho durante este estado de alarma, no ha tenido la mejor de las celebraciones, ... pero está seguro que más pronto que tarde, cuando llegue la normalidad, habrá motivos para celebrarlo. Ojalá sea con un ascenso que, en su caso, tendrá una gran cantidad de 'granitos de arena' suyos. César de la Hoz, que habló ayer para UDA Radio, cumple su segunda temporada en la entidad rojiblanca –llegó tras desvincularse del Betis–, donde tiene el don de la 'invisibilidad' porque es de esos jugadores que cuando juega no se le ve, lo que no quiere decir que su 'pase' desapercibido implique un mal rendimiento –todo lo contrario–, pero cuando no juega sí que se nota su ausencia.
Se le ve tal como es interiormente, una persona comedida, con mucha sensatez, tanto en campo como fuera de él. Es hombre de ciencia, no de 'astros', el horóscopo lo lee si abre una página de una revista donde haya un artículo, pero es de los que comprueba 'metiendo el dedo en la llaga'. No habla de lo que pudo ser o no. Piensa cómo pudo haber sido el día de hoy, por ejemplo, ganando en Zaragoza, pero no lo hace porque «se ponen los dientes largos».
Atípico
El de ayer fue un cumpleaños atípico, pero marca la actualidad. «Sí, la verdad que no es cumpleaños deseado y soñado, pero hay que adaptarse y saber, en estas circunstancias, aprovechar el día». Este seguro que guardaría cualquier sorpresa para la noche de su pareja. «Sí, así es. Desde bien pronto se ha levantado y no me ha dejado entrar en la cocina, después de mucho tiempo, y es seguro que va a tener una buena tarta para celebrarlo».
En confinamiento, el rojiblanco está pasando los días sin agobios. «Vivo una rutina bastante marcada todos los días. Me levanto a la misma hora que antes, intento a primera hora de la mañana, cuando desayuno, hacer las tareas de la casa, dar un poco de tiempo a la Universidad. Luego, entre hacer la comida, echar la siesta y hacer deporte, el tiempo se me pasa rápido porque lo tengo organizado y el tiempo vuela».
Sus estudios de Fisioterapia forman parte importante de esta etapa, aun con el problema que supone el desconocimiento. «Nada, igual que la Liga. Hay mucha incertidumbre. Los compañeros están buscando información por todos lados, pero no hay nada que sea cierto. Seguimos dando clases por videoconferencias y trabajos que nos mandan en casa, pero no sabemos qué va a pasar con la Universidad».
Y es que la situación está siendo en cierto modo dramática, por las noticias que se van conociendo. «Pones las noticias y da miedo todo lo que escuchas. No sabemos realmente el alcance de todo esto y sí que te entran las dudas, no sabes que va a pasar. Por eso intento no ver la televisión, centrarme en el día a día, la información que recibo que sea oficial y no dejarme llevar por falsos datos o esas dudas que pueden generarse y que hacen la vida complicada».
La suya es sencilla. «A la calle para comprar y tirar la basura, lo justo. La semana pasada la tiré dos veces y fui a comprar. El resto, en casa», porque la imagen no es alentadora. «Ves a la gente tensa. Salir de casa para relajarte y liberar la mente es todo lo contrario. Te vuelves con más tensión porque vas a la compra y apenas hay conversación, la gente va muy centrada en lo suyo, manteniendo las reglas. La gente lo está llevando a rajatabla, pero mucha tensión. Llegar a casa es hasta un alivio cuando llegas de hacer la compra».
Que llegue el fútbol
El cántabro dijo confiar en que la situación acabe pronto y que el fútbol y su vuelta tengan efectos terapéuticos, aunque de inicio haya que jugarlo a puerta cerrada. «Sí. Es cierto que en un principio los jugadores no queríamos jugar sin público, pero también hay que valorar eso. Que desde sus casas todos lo van a ver y van a tener esas dos horas de distracción para apoyar a su equipo. No es lo mismo, donde esté la gente en el campo que se quite lo otro, pero también en cierto modo podría ser una buena medida a tomar más adelante. A día de hoy lo veo complicado, pero a largo plazo lo tendrán que valorar para ver cómo se retoma la competición, si se retoma».
Sobre cómo, advirtió de que no ha habido más contacto que el de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). «La AFE sí que se está poniendo en contacto con las plantillas para preguntarnos a cerca de lo que pensamos. Después, los demás estamentos igual mediante la AFE, que es la palabra de los jugadores. A mí nadie más me ha preguntado».
Y esa vuelta conllevará además un esfuerzo en forma de pretemporada. «Realmente no sé decirte, pero no creo que haya falta una pretemporada al uso, pero tres semanas igual sí que te pueden permitir ponerte a punto. Estamos entrenando diariamente, a alta intensidad, pero no tienen nada que ver los gestos y carreras en el campo a entrenar en casa, que no puedes correr y la técnica de carrera sí que se pierde. Mínimo dos semanas tienen que dar para que las plantillas se pusieran a punto».
El caso es que ayer fue para él un día diferente. Su planteamiento, tras haber jugado en Zaragoza y haber ganado, si era el caso, hubiese sido «ir a entrenar y hubiera comido con los amigos y compañeros y para celebrar un poco el cumpleaños y si hubiera habido victoria en Zaragoza, pero vale no pensarlo y pensar lo que tenemos ahora mismo que si no se ponen los dientes largos».
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