El Burgos aparece en su mejor momento

Situado en la zona media-baja de la tabla, el Burgos ha superado malos momentos a lo largo de la temporada, con cambio de entrenador incluido. Así, la salida de Bolo y la llegada de un 'ex' de la UDA, Luis Miguel Ramis, han obrado un interesante cambio que tiene pinta que va a dejar en Segunda a los burgaleses sin mayores problemas.

Aunque este entrenador ha evolucionado, sin duda, como todos, desde su salida de la UDA, lo cierto es que su carácter motivador es incuestionable. Sabe meterse al grupo en el bolsillo y animarles con su idea de juego. La intensidad y la concentración constantes son dos aspectos que trabaja mucho el exmadridista.

Dibujo táctico

Durante muchas jornadas, Ramis buscó un dibujo adaptable a su plantilla, dentro de su idea de fútbol. Uno de los esquemas más utilizados es el 1-4-2-3-1 aunque también aplica un 1-4-4-2. Con el primero de ellos busca una presión fuerte arriba, sobre todo cuando juega en El Plantío. Y es que, el rigor táctico es una premisa sobre la que Ramis no discute, ya que siempre pretende cerrar bien las líneas defensivas como premisa para obtener resultados positivos. De ahí que la presión para recuperar balón y achicar espacios forma parte importante de su trabajo semanal.

Con el 1-4-4-2 busca poblar la zona ancha para conseguir más control, dependiendo del rival y de las circunstancias de cada partido. No es extraño ver, en alguna ocasión, cambios sobre la marcha para adaptarse a las cambiantes situaciones.

El Burgos tiene recursos interesantes para la creación de fútbol, aunque, como la mayoría de los equipos de Segunda, especialmente los de menor presupuesto, no tienen el gol que dé lustre a las buenas acciones ofensivas. Especialmente por los costados son peligrosos, con subidas de los laterales en apoyo de extremos que buscan más la salida exterior para el centro que la interior para romper líneas o para el disparo.

Precisamente su ideal de fútbol rápido hace que las bandas sean una zona natural para operar. Y, seguramente, ante la UDA, no teman perder el balón para buscarlo en presión alta de cara a salir con velocidad, como queda dicho, apoyado en sus hombres de banda.

Un 'ex' de la UDA, Curro Sánchez, es el auténtico motor de búsqueda de este equipo. Búsqueda de espacios, de recursos, de jugadas propicias según el momento. Y de disparos a puerta gracias a su gran golpeo.

No sólo Curro Sánchez destaca en la parcela ancha, ya que es ahí donde el Burgos se hace más fuerte. Una línea muy trabajadora, fuerte, aguerrida, siempre presionante y con ideas claras para salir a la contra o para pausar la marcha, si es lo que toca.

En el aspecto defensivo, los de Ramis funcionan con solvencia. Duros y fuertes, bien ordenados y con la máxima de evitar complicaciones innecesarias. Eso sí, el equilibrio de los laterales para ajustar sus subidas al ataque con la labor defensiva provoca, muchas veces, desajustes que aprovechan los rivales. Digamos que, si bien el Burgos se hace fuerte en ataque por las bandas, por ahí mismo sufre en defensa.

El juego aéreo, en las dos áreas, es otro aspecto que dominan con solvencia. Las jugadas a balón parado son un recurso del que sacan rentabilidad y al que Rubi deberá estar muy atento.