Año nuevo, pero ¿vida nueva en la UD Almería?

En el fútbol de los setenta y ochenta, los equipos aspirantes a algo empezaban a verse en torno al primer mes del año, el quinto de competición oficial. El fútbol de ahora, con mercados abiertos durante varias jornadas del inicio del campeonato y con una segunda ventana que se inicia precisamente ahora ha desvirtuado un poco lo de los milagros. De todas formas no está extinguida esa vía para conseguir las metas para quienes tienen imposible, con el casi por delante, la persecución de ese objetivo.

Ayer se puso en marcha un nuevo año, que en fútbol se refiere a casi la mitad del trabajo hecho, y el deseo es de esperar un cambio de dinámica que sirva para 'enterrar', aunque con tapar algo podría ser suficiente, cinco meses muy negros, tan negros que aquello de que los sufrimientos son como nubes pasajeras que de lejos parecen negros nubarrones y de cerca solo nubes grises no es realizable cuando se habla de la UDA, donde la cercanía acrecienta el color negro del problema.

El caso es que ya no hay más fechas, es ahora o ahora. Y enero llega 'viciado' por los despropósitos de agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre, con sólo cinco puntos y una 'cuesta de enero' empinada, demasiado escarpada, para un equipo que sí que es verdad que ha mejorado, sobre todo en el aspecto defensivo, que ha logrado dos puertas a cero en sus dos últimos compromisos como local y que, además, tuvo opciones de golpear al Barça en el Lluis Company, aunque otra vez, y van ya unas cuantas, permitió que el balón parado fuese una rémora para los rojiblancos y, de ese modo volver a perder.

Como queda dicho, este primer mes de 2024 llega con compromisos complicados. Para empezar, deberá ir a El Sadar, donde no hay demasiados recuerdos positivos. Allí sólo se ha puntuado en tres de los diez enfrentamientos ante los rojillos, uno de ellos en Copa. Positivo que con un gol haya conquistado cinco puntos, pero está claro que punto a punto las cuentas no salen y que el cuadro de Jagoba Arrasate mira a la UDA como el rival propicio para saldar cuentas y fomentar el matrimonio con los suyos, ya que en esta segunda parte de 2023 sólo ha ganado dos de los nueve partidos de Liga que ha disputado en casa, concretamente ante Granada y Rayo Vallecano, pero acumula 4 derrotas, con tres partidos en los que logró mantener su puerta a cero, pero en otros tres en los que no fue capaz de marcar.

Las posibilidades de victoria indálica apuntan a un 21,6%, mientras que las de triunfo rojillo señalan a un 55,6%, con un 22,8% de posibilidades de que el partido acabe en empate.

El primer partido en casa casi un mes después del último disputado en el recinto indálico es de aúpa. Visita el Power Horse Stadium el equipo revelación de la temporada, un Girona que ocupa la segunda posición de la tabla clasificatoria por hacer muy bien las cosas. Tan bien que sólo ha perdido un partido en las dieciocho jornadas que se llevan disputadas –fue en casa frente al Real Madrid–, pero que se muestra casi intratable a domicilio donde sólo en el inicio liguero, en el Reale Arena, empató con la Real y al final fue el Betis el que evitó, con el empate con el que se fue al descanso navideño, que sumara a domicilio su octava victoria.

No es el día en el que se espere el triunfo indálico pues el equipo de Míchel es un 'reloj suizo' que, aunque no es capaz de mantener su puerta a cero a domicilio –sólo pasó en el partido en Cádiz–, siempre marca, lo cual supone una rémora para el equipo almeriense, salvo que con el nuevo año las cosas cambien, si bien es cierto que estas sinergias no se reparan de la noche al día, del mismo modo que este deporte es tan sorprendente que las sorpresas suelen darse cuando menos se espere. De momento, los análisis apuntan a una victoria gerundense, con un 54% de posibilidades, que señalan hacia un 22,2% de victoria indálica, por un 23,8% de empate.

La segunda salida de 2024 conduce al conjunto almeriense al Santiago Bernabéu, donde sólo el Rayo ha conseguido sacar tajada. Los demás resultados hablan de un compromiso difícilmente superable, si bien es cierto que Gaizka Garitano ya sacó puntos del coliseo blanco cuando entrenaba al Athletic. Claro que los mimbres no son los mismos, salvo que el mercado que se abre hoy conlleve la llegada de un 'mirlo blanco' que haga cambiar la sinergia del conjunto rojiblanco. En condiciones normales, ese partido es, como pasaría en algunas competiciones en las que se 'descarta' el peor resultado, el 'descartable'. Visitar el recinto madridista es como hacerlo ante un grande la competición. Si bien es cierto que ante Atlético de Madrid o FC Barcelona se peleó por un mejor resultado, incluso en el Lluis Company pudiendo tener algo del arbitraje de asidero, pero también con ese defecto adherido al comportamiento del equipo indálico que habla de su mal manejo en acciones defensivas que siempre mina las posibilidades de ganar o, incluso, de sumar un empate honroso en algunos compromisos.

El duelo ante los de Ancelotti no parece que pueda ser el día si se observan las dinámicas, si bien es cierto que la disputa de la Supercopa los días previos y el viaje puede impedir un buen rendimiento de un equipo madridista con necesidad de 'guardarse' de excesos ante la plaga de lesiones. Bien es cierto que el 'fondo de armario' del conjunto merengue puede dejar en el mismo sitio lo de por si separados porcentajes de victoria de unos y otros.

Enero cierra 'blando'. El equipo rojiblanco, si antes no ha conseguido la victoria, tiene la opción de sumarla en casa en el último partido de enero con la visita del Deportivo Alavés al recinto rojiblanco, en donde en su última comparecencia, con los rojiblancos en Segunda y los babazorros en Primera, los rojiblancos se dieron un festín, goleando (5-0) en Copa. Sin embargo y en general el Almería ha sido el 'resucitador' de la Liga y al cuadro de Luis García Plaza le metió en dinámica positiva.

Aquel partido en el que los rojiblancos debían haber reaccionado en Liga acabó en derrota (1-0), con algo de mejoría, pero adoleciendo de la 'inmoralidad' en el manejo de las áreas. Fue el primer partido en el que se observó un cambio, con un equipo más defensivo y con menos capacidad ofensiva, sin que lo primero evitara las errores. Ese partido cerrará enero con la máxima de no rendirse nunca porque nunca sabes si el próximo intento es el que funcione. Aunque así van ya 18 jornadas de Liga.