El año del 9 en la UD Almería

Faltó el gol a un equipo que no ha tenido suerte con sus delanteros. Sadiq Umar, El Bilal Touré, Luis Suárez, Lázaro Vinicius y Dyego Sousa han pasado por diferentes momentos que no han permitido a Rubi tener un jugador fijo para esa posición rodeada de distintas vicisitudes, todo en un equipo que maneja números interesantes cara a la portería contraria, como lo demuestra que es el sexto que más dispara entre los tres palos de toda la competición.

Lo cierto es que esta UD Almería no ha tenido 'suerte', o sí, con los delanteros. El equipo indálico disfrutó durante las tres primeras jornadas de Sadiq Umar. El nigeriano formaba una pareja 'espectacular' con Largie Ramazani. La sociedad entre ambos llevó al equipo que a tener gol. Se acoplaron de tal modo que en las tres primeras jornadas firmaron cuatro goles. Pero 'don dinero' pudo más y el 'larguirucho' e imprevisible futbolista africano dejo la UDA para marcharse a la Real, dejando al equipo almeriense huérfano de delantero y a Ramazani sumido en una 'crisis' con el gol que todavía le dura. Desde entonces, el belga no ha sido el mismo. Además, El Bilal Touré no estaba hecho.

El maliense llegó a la UD Almería sin apenas bagaje y necesitó de tiempo para encontrarse y que lo encontrara el equipo. Su primer gol ante el Rayo, tras asistencia de Gonzalo Melero, dejó entre ver una sociedad en la que el maliense y el madrileño pareciendo entenderse. Marcó tres jornadas seguidas -lo hizo ante el Betis, tras otro pase del ex del Levante y luego frente al Girona-. De hecho, en Villarreal se intercambiaron los papeles como si hubiesen encontrado ese 'feeling' que había hecho de Ramazani y Sadiq el 'Zipi y Zape' de la UDA.

Cuando mejor estaba, pues había participado con tres goles y una asistencia para Portillo en los once goles que la UDA marcó entre el duelo frente al Atlético y el su gol frente al Barça, llegó el 'zarpazo' anímico de su lesión en el Sánchez Pizjuán, que le ha tenido ausente durante las once jornadas posteriores hasta que reapareció el pasado domingo frente al Real Valladolid, dejando muestras, pero también el problema que supone tanto tiempo sin competir.

Se quedó el 'campo' abierto para que la cesión de Luis Suárez, que había llegado desde el Olympique de Marsella en el mercado invernal, fraguara de cara a una permanencia en la que el Almería tendría que pagar diez millones si se logra. Benditos diez kilos porque supondrán quedarse en Primera con un jugador que se ha mostrado haciendo goles, pero también concediéndolos. Su primer gol lo marcó frente al Espanyol, rival del domingo en Cornellá y el segundo no dio para ganar, ni tan siquiera empatar, porque lo firmó frente al Betis el día de la derrota 2-3. Sin embargo sus otros dos goles son vida para los indálicos pues sirvieron para que la UD Almería firmara una victoria 'de época', la primera a domicilio de la temporada que permite al equipo estar donde, por presupuesto y valor de la plantilla, le pertenece. Dos goles en Getafe de grandísima valía.

Ante Mallorca, el día del triplete de Lázaro Vinicius, se le vio haciendo otra variante el fútbol que es capaz de hacer, apareciendo por banda, llevándose a defensores para casi hacer de 'Moisés', abrir las aguas para que por el centro se aprovecharan los espacios que posibilitaron el tercer gol de Lázaro Vinicius frente al conjunto bermellón. Era la quinta asistencia de la temporada, tras las que firmó ante el Barça para el gol de El Bilal Touré, la 'asistencia' frente al Cádiz pues fue él a quien le hicieron el penalti que luego transformó Gonzalo Melero, la firmada en Balaídos frente al Celta y que fue el asistente de Arnau Puigmal en el 2-2, así como la comentada con Lázaro. Asistencias de puntos que no consiguió con su asistencia al propio Lázaro en El Sadar.

Su expulsión, con la todavía no recuperación de El Bilal Touré hizo que Rubi buscara recursos en lo que tenía y se encontró con un Lázaro Vinicius que en el Bernabéu ocupó una posición que no le era ajena en sus recuerdos, ya que el joven delantero que llegó a la UDA procedente de Flamengo había jugado en esa posición en sus últimas apariciones en la liga brasileña.

Se destapó con sus goles y su rapidez para hacerlos. Ahora mismo promedia un gol cada 106 minutos sobre el terreno de juego. Cuando le marcó al Celta llevaba siete minutos sobre el terreno de juego y, sin demasiada continuidad, su segundo gol llegó en el Bernabéu a los 45 minutos. Avisó en Pamplona. Había entrado al campo en el 68 y, en el 93, hizo el gol de honor en la antesala de su día más espectacular con la UDA, el del partido frente al Mallorca. Le bastaron 47 minutos para 'anestesiar' al conjunto bermellón con tres goles que permiten que la UDA esté vivo y a un punto de la salvación.

El punto lo buscará habiendo recuperado efectivos y pendiente todavía de si Luis Suárez recibe la cautelar y puede jugar. De todas formas, Rubi tiene efectivos para sacar adelante la afrenta porque El Bilal, con una semana más de ritmo de competición; Lázaro, que puede aparecer por esa parcela, y Dyego Sousa que apareció para hacer un partido perfecto, amagando el balón de espaldas para que las bandas encontraran el camino hacia el gol -aunque no llegara- supone un convincente recurso para enfrentarse al RCD Espanyol ante el que firmar la permanencia.