El Almería vive en permanente 'dejà vu' y pierde otra vez en el descuento

Pero también hay errores que esos sí que son de 'chiste' como el gol que marcó Williot Swedberg en el 88 para poner el 3-2 definitivo, o los dos del Villarreal por la placidez con la que centró Carlos Romero, en la primera parte y que luego aprovechó Gerard Moreno para empatar y que no fue menor en el que costó la derrota, tras el centro de Alberto Moreno que remató 'esperando en una silla' Alexander Sorloth para poner un final como el principio de los chistes de Eugenio. Aquel 'saben aquel que diu' sirve de aviso porque algunos de aquellos chistes te dejaban la cara de no haber entendido nada. Como lo que pasó en La Cerámica, en la que de romper el 'jarrón' se pasó a que te lo rompieran en la cabeza cuando menos lo esperabas.

El Almería salió al campo dispuesto a dejar señas de identidad y en los primeros minutos dispuso de llegada con dos acciones de los rojiblancos que pudieron servirle para adelantarse en el marcador. Luis Suárez, en el minuto 3, hizo la guerra por su cuenta, se fue de su defensor y el zapatazo del cafetero, dirección a la escuadra izquierda de la meta castellonense, lo sacó con una buena mano Jörgensen, mandando el balón a saque de esquina. Éste, bien sacado al área, lo remató Édgar González sin encontrar la portería del equipo de Pacheta.

El Villarreal se fue haciendo dueño del balón con el paso de los minutos, obligando a la UD Almería a meterse atrás, cargando su juego por la banda derecha con Jéremy Pino y Gerard Moreno oxigenando el ataque de los amarillos, que jugaban con paciencia ante la situación cerrada de los rojiblancos, que impidieron la creación de ocasiones de gol. Éstas las tuvo el Almería. En el 17, una acción en velocidad de Adrián Embarba debió acabar con penalti sancionado porque el rojiblanco fue trabado por Capoue dentro del área, pero el extremeño no señaló nada.

Y el equipo indálico se mantenía cómodo en el terreno de juego ante un Villarreal incapaz de meter zozobra a los rojiblancos, pese a disponer de balón y a Carlos Romero como encargado de dar aire a los suyos sin lograr que respirara porque el ansiado gol no lo encontraba. El equipo de Vicente Moreno, muy compacto, lo impidió y propuso en ataque, con Adrián Embarba nuevamente, en el 23, y un disparo al primer palo que atajó Jörgensen y Hernández Maeso pasando la mano. En el 27 debió expulsar a Capoue por dos pisotones de los que acarrean amarilla. Mostró la primera, tras el pisotón sobre Lucas Robertone, pero no fue capaz de sancionar del mismo modo el que le dio a Gonzalo Melero.

El Almería se impuso ganando los duelos individuales, imponiéndose sin balón el equipo indálico, que pudo marcar por medio de Gonzalo Melero, en el 30, pero se anticipó metiendo la pierna Gabbia, para evitar el marchamo hacia la meta de Jörgensen, que respiró con alivio en una acción posterior de Luis Suárez que se fue por encima del larguero de la meta de Luis Maximiano que, en el 40, sacó una excelente mano tras una acción de Capoue por banda derecha que remató Juan Foyth y el cancerbero rojiblanco tocó lo suficiente para mandar el balón a Akieme que lo sacó del peligro despejando a córner con Gerard Moreno 'visitando' el área.

Pero el Almería no cesó en su empeño de demostrar que estaba en el partido y mereciendo más. En el 42, el remate de César Montes a una falta puesta por Adrián Embarba estuvo a punto de sorprender a Jörgensen. Sin embargo, el que lo hizo fue Sergio Akieme, un minuto después. Fue como consecuencia de un balón rescatado por Dion Lopy que lo puso a pies del 'asistente' Lucas Robertone. El argentino dio un pase perfecto para que Sergio Akieme, un centímetro más atrás que Carlos Romero, sacara el 'bazooka' de su pierna izquierda para clavarla en la portería de los de Pacheta, que vio que el peligro no se iba de su área y, en el 45+2, fue Luis Suárez el que probó a Jörgensen, que se quedó con el balón.

Sin embargo, el Almería es ese equipo capaz de hacer lo bueno y lo malo en diez minutos. Un descuido provocó una acción profunda de Carlos Romero por la izquierda, no se taparon los espacios, el balón tocó en la espinilla de Álex Baena que 'asistió casi sin querer' a Gerard Moreno, que marcó sin oposición, parar poner las tablas en el marcador en la última acción de la primera parte.

No varió la actitud indálica en la segunda parte, con llegadas al área del Villarreal y probando fortuna de cualquier modo. En el 49, Jörgensen salvó al equipo castellonense de verse de nuevo por debajo en el marcador con un disparo de Lucas Robertone al que el cancerbero del Villarreal respondió con una mano espectacular que se marchó a córner, como una acción posterior, en el 58, tras una falta sobre Sergio Arribas que Embarba mandó abajo y el meta amarillo sacó a córner, tras el cual lo intentó de nuevo el madrileño con un disparo que se le fue alto.

Embarba, convertido en el mejor atacante de la UDA, fue fruto de falta no sancionada que acabó en una contra del Villarreal, en el 60, con balón de Gerard Moreno que se lo puso a Álex Baena, cuyo disparo fue detenido por Maximiano. El roquetero se convirtió en protagonista del juego de ataque amarillo, aunque con el Almería creando peligro con velocidad. En el 63, pudo marcar Luis Suárez en una buena contra, tras recibir el pase de Adrián Embarba. El cafetero, en el uno contra uno, cruzó el balón en exceso. Un minuto más tarde apareció Albiol parar impedir el disparo de Gonzalo Melero.

El partido se abrió, pero con el Almería teniendo más peso atacante. Luis Maximiano evitó el tanto de Álex Baena, en el 67, pero el disparo del roquetero al primer palo tuvo la respuesta del cancerbero rojiblanco, que tuvo respuesta en tres acciones casi consecutivas. Primero con un disparo de Dion Lopy que despejó Jörgensen a córner, en el 68, y en el 70 y 71 ocasiones consecutivas de Largie Ramazani. El belga, que había entrado por Embarba tuvo un mano a mano con Jörgensen que resolvió con una mano espectacular y, en el 71, el disparo del rojiblanco se fue alto.

En los últimos veinte minutos, el que empujó con balón fue el Villarreal, que sitió el área de la UDA con llegadas que consiguió sacar defensivamente, pero permitiendo que el conjunto de Pacheta insistiera una y otra vez, con más asedio amarillo, que controló el balón paciente en busca de descabalgar el sistema defensivo de los rojiblancos. Chumi, en el 86, logró despejar a córner, cuando el Villarreal 'quemaba sus naves' con cambios hombre por hombre, con el refresco de la entrada de Ben Brereton. También Vicente Moreno refrescó arriba con la entrada de Koné y Baptistao por Suárez y Arribas.

El partido estaba abierto, con ocasiones de unos y otros, pero con los dedos cruzados para que no pasara lo de otros días. El Villarreal intensificó su dominio, con llegadas por la izquierda y por la derecha y el Almería defendiéndose sin cometer más errores que los de tratar de alejar el balón del área, aunque sin un destino claro porque no llegaba a ningún compañero, con los once tratando de cerrar espacios, de no dejar huecos.

De ese modo, en una acción por la izquierda, de nuevo, Alberto Moreno centró al segundo palo sin oposición porque Baptistao no llega a tapar, Chumi deja espacio, como tampoco se hizo en el primer gol villarrealense porque llegó tarde, y Alexander Sorloth remató con Édgar lejos para 'estorbarle', dejando el partido visto para sentencia. Como los chistes de Eugenio, sólo que aquellos se sabía cómo empezaban y los partidos del Almería no se saben cómo empiezan, pero sí cómo terminan… por ahora.