UD Almería y Valencia se juegan un clavo más... o menos

Hoy es uno de esos partidos que se puede calificar como final, aunque no descarte de la pelea a nadie. El ganador, como el perdedor, seguirán jugándose la vida en la 'Liga de Luis Aragonés', esas últimas diez jornadas que en su día bautizó el 'sabio de Hortaleza' como los partidos en los que se logran las metas. De todas formas, es preferible que la moneda salga de cara por el alivio y el peso que los rojiblancos se quitarían de encima se consiguen recuperar el control de los partidos de casa, en los que ha conseguido uno de los últimos seis puntos y en el último minuto.

El Valencia no le va a zaga, minado en gran medida por los mismos síntomas que padece la UD Almería y que impiden que sus heridas cicatricen, a ambos. Su rendimiento fuera de casa supone una rémora que le hace 'desangrarse', aunque en su último partido en casa, ante el Rayo, con un penalti tan dudoso como el que anuló el VAR antes, se ha puesto tiritas. Pero, el cuadro ahora dirigido por Rubén Baraja, que debutó como visitante en el banquillo che en Getafe y dando 'continuidad' a los malos resultados –el Valencia acumula nueve partidos consecutivos sin ganar lejos de Mestalla, con sólo dos puntos sumados y sin marcar en los seis últimos desplazamientos–, padece también una crisis de identidad que refleja ansiedad en cada punto que conquista, propia de un equipo en el que el trabajo de un almeriense de sentimiento como Miguel Ángel Corona y otro de hecho como Ibán Andrés sufre la atadura de manos a la que se ven sometidas sus decisiones por imperativo de la propiedad.

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Por fortuna, las aguas bajan algo más tranquilas por Almería que por Valencia, pero la victoria es necesaria porque hay mucho en juego, como queda dicho. No han cambiado las cosas al respecto de cuando indálicos y valencianistas se enfrentaron en Metalla, en la decimoséptima jornada, un partido que seguramente no será referencia porque ambos equipos acudieron a esa cita con bajas, como ahora le ocurre a los de Rubi, pero con 'víctimas' diferentes. El técnico indálico, que cuenta con la recuperación de Iñigo Eguaras, tiene a cinco jugadores al borde de la suspensión –Ely, Chumi, Samú Costa, Arnau y Ramazani– y son bajas El Bilal Touré y Akieme, aunque pendientes de si Dyego Sousa se recuperaba porque ayer estuvo en su segundo entrenamiento de la semana.

De todas formas, el once tiene jugadores fijos con Fernando Martínez bajo palos. La defensa tiene la duda de si Chumi aparecerá de nuevo como lateral derecho, con un quinto hombre que se incruste en ese carril como ha sucedido en algunos de los últimos partidos. En Balaídos apareció Arnau Puigmal con el gallego metiéndose como tercer central, aunque en otros partidos ha sido Leo Baptistao el que ha realizado esa labor. Está claro que Rodrigo Ely y Srdjan Babic aparecerán por el centro y Centelles ocupará el izquierdo.

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En el centro del campo, Samú Costa ya apareció el pasado domingo en el partido frente al Celta, del que se quedó fuera un César de la Hoz que apareció al final del partido para sustituir a un Gonzalo Melero que estuvo ochenta minutos sobre el campo para aportar la experiencia que el madrileño aporta, que aunque no en Primera pero sí jugando la tiene César de la Hoz, que además supone un jugador importante en el esquema de Rubi. Curiosamente, estando disponible, en la ida no jugó y esa zona de creación fue para Samú Costa, Lucas Robertone y Gonzalo Melero.

El argentino tiene peso también. Máximo asistente rojiblanco, el jugador que ha dado ya ocho goles al equipo –el que abrió la victoria frente al Rayo y siete asistencias– es un fijo en el equipo –sólo se ausentó de la titularidad en dos partidos, uno por sanción y el del día del Betis que empezó en el banquillo– que está llamado a ocupar plaza por delante de la línea de creación. De todas formas, la misma podría está compuesta por cuatro jugadores si el esquema fuese el 1-4-1-4-1 que ha colocado Rubi en algunas ocasiones. También la derivación hacia esa defensa de cinco puede hacer que Leo Baptistao se adelante para aparecer por hacia el centro como acompañante de Luis Suárez.

El Valencia duda sobre si Nico González podría jugar o no, teniendo en cuenta que ante el Rayo acabó tocado. Además, Samu Lino podría aparecer por el costado izquierdo en lugar de Samu Castillejo, siendo Justin Kluivert el otro atacante, al costado de Edinson Cavani. También Baraja llega con muchos apercibidos, pero no es momento de 'reservar' nada. Con Mamardashvili, ante el que Ramazani falló una pena máxima, se antoja una defensa con Thierry Correia y Gayà por los costados, con Diakhaby y Cömert, por el centro. Con Musah, Guillamón y Almeida, en la sala de máquinas, buscando que, aunque las cicatrices se vean, sanen, aunque su rendimiento lejos de Mestalla deja tanto que desear como el de la UDA. El cuadro valencianista nunca logró mantener su puerta a cero y, en siete de los 13 partidos que ha jugado como visitante, en más de la mitad –siete– se quedó sin celebrar nada, aunque nadie duda de que nunca da su brazo a torcer. Qué menos.