La UD Almería utiliza el balón como excusa

Si ayer fue Manel García el que tuvo más protagonismo, hoy ha sido Xavi Gil el que ha llevado la voz cantante por ser el 'ideólogo' de un circuito intenso en el que han estado participando todos los jugadores de campo, ya que los tres porteros -Fernando Martínez, Luis Maximiano y Bruno Iribarne- trabajaron con Diego Tuero y Ricardo Molina.

Más de cien minutos

La sesión ha sido de 105 minutos. Desde las nueve de la mañana hasta cerca de las once, en los que el sofocante calor hizo mella en algunos jugadores, que respondieron como pudieron a las exigencias de un guion que intenta cargar bien las pilas para un año que será largo, sin más descanso que las fechas navideñas, y para el que las reservas obligan a trabajar cada jornada, en sintonía con lo que se pretende y sin parecido alguno a épocas recientes.

En la primera parte, que duró aproximadamente unos 50 minutos, el balón sólo fue el medicinal para comenzar una serie de ejercicios en los que se trabajaba en el suelo y había carrera continua con los jugadores divividos en dos grupos y casi siempre con el aliento de los técnicos para completarlos.

Desviar la atención

El balón fue como una excusa, una forma de desviar la atención al esfuerzo físico. Un 'engaño' en la segunda parte de la sesión porque, aunque hubo conducciones, los multisaltos, equivar los obstáculos puestos sobre el terreno de juego y correr fueron los 'objetivos' perseguidos, con partidillos en espacios cortos de dos contra dos o uno contra uno en los que el ganador disfrutaba por quedarse dentro del pequeño rectángulo. También fue un 'espectáculo' alguno de los partidos disputados por ver la 'clase' de un Jonathan Viera que se le 'derrama de los bolsillos'. También por el buen estado físico de Arvin Appiah, la capacidad de 'inventar' de Largie Ramazani o por el acierto goleador de Luis Suárez y Adrián Embarba, éstos en otra parte del circuito en la que había que disparar a portería. El cafetero marcó un golazo por la escuadra para enmarcar.

Todo con fases en las que Rubi y Jaume Torra hablaban entre ellos y que alargaron en la sesión que, tras estiramientos, terminó con una charla de unos minutos entre técnico y su mano derecha con Bruno Langa.