En la UD Almería, y en otros sitios, 'sin noticias de Dios'
El conjunto almeriense, como varios clubes más, acumula once sesiones de trabajo sin saber si servirán o no de algo ante la falta de palabras en firme
En las salas en 2001, la obra realizada por Agustín Díaz Yanes hace referencia a que «la última década ha sido funesta para los intereses ... del Cielo. En los últimos años el número de almas que ha pasado los exámenes de entrada es prácticamente inexistente. En el infierno, la avalancha de nuevos internos les empieza a crear problemas de espacio».
El fútbol español tiene su particular cielo e infierno; los equipos de Segunda División quieren estar cuanto antes en Primera y los de Segunda B en Segunda A, pocos pretenden purgar sus pecados más abajo y muchos son los aspirantes que quieren posar sus pies en el piso inmediatamente superior, pero no han aprobado los exámenes. Real Zaragoza o UD lmería, por ejemplo, han sido dos de los equipos que más tiempo han estado en plazas de ascenso directo al 'cielo' de la Liga de las Estrellas y no lo han aprovechado; otros como Dépor o Numancia han tenido 41 o 42 jornadas para quedarse en este particular 'infierno'. Sin embargo, tampoco los puntos les han dado a ambos para quedarse, aunque la situación, sin una decisión firme, mantiene a ambos en el purgatorio por si se abre una puerta por la que acceder para no caer al complicado pozo de la división de bronce. A ella irían a día de hoy, con los puntos que han conquistado durante el todavía vivo campeonato de Liga.
Sin vía clara
El caso es que las vías se agotan, el 'buenismo' –tratar de no herir a nadie– perdura y mantiene a todos ojipláticos viendo el objetivo menos malo y esa es una de las cosas que quedan sin resolver en la competición con fecha límite para el 16 de agosto –la UEFA instó a que para entonces debían estar concluidos los campeonatos nacionales–. Además, con menos de un mes para el inicio de la nueva temporada, la 2020/21, la cual, si el coronavirus lo decide, llevará un inicio cola por el 'efecto dominó' que ocasione la decisión.
El ascendido, por ejemplo, sea por la vía competitiva o por los despachos, llevará bastantes fechas de retraso en lo que a incorporarse a la nueva categoría se refiere. Pero también pasará si la 'salomónica' decisión que se adopte es la de que todo continúe como está, sin ascenso a la máxima categoría. Hay cuatro, cinco o siete equipos –los cuatro de playoff por puntos, el Fuenlabrada, que empezó a entrenar el sábado para 'saldar las cuentas con el campeonato, y Dépor y Numancia, que se quieren enganchar como sea a la categoría– cuya confección de plantilla será diferente dependiendo de en donde 'den sus huesos' cuando a LaLiga o al Comité de Competición les dé por decidir dar por concluida la caótica situación en la que vive el fútbol español.
Se precisa, por tanto, un veredicto 'cautelar', porque seguramente habrá quienes acudan a la justicia ordinaria para no 'morir' en un escalón inferior. Pero la decisión de quienes mandan será la mejor manera para sacar de la incertidumbre a una categoría que parece olvidada, después de resolverse el título en Primera y los ascensos directos hacia la máxima categoría.
En el limbo
El pasado sábado dijo José Romera, capitán de la UD Almería, con muy buen criterio, que «no es de recibo que estemos sin ninguna fecha, después de diez días, sin ninguna noticia, más allá de rumores que lees en la prensa, en Internet o Twitter y eso no es justo». Y parece como si la Segunda División o Liga SmartBank estuviese en el limbo, que es como define la Real Academia de la Lengua al hecho de estar 'sin enterarse de lo que ocurre'. Y urge poner las cosas claras, que por ahora no lo están.
Lo único que parece estar comprobado es que, según las normas de competición, la UD Almería deberá enfrentarse al Girona FC, otro equipo que también trabaja a diario para cuando se dé la orden de jugar ese playoff que apunta a llevarse a cabo en un fin de semana y por concentración. Porque para el sistema inicial no hay fechas para 'acomodar' la disputa de cuatro partidos de semifinales y dos de la final.
En cualquier caso, urge una solución que deberá contentar a todos, con lo difícil que eso resulta, porque siempre habrá algún 'damnificado' al que la decisión adoptada no dejará satisfecho, pero nunca llueve a gusto de todos.
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