La UD Almería rompe otro récord negativo
Con diez jornadas como colista, supera al equipo del primer descenso que estuvo nueve jornadas consecutivas
Lo de ser farolillo rojo está asociado siempre al ciclismo. Ese 'honor' se le concede al ciclista que ocupa la última posición al finalizar el ... Tour de Francia. La frase parece tener su origen en las luces rojas que suelen encontrarse en el último vagón de los trenes. Por extensión, actualmente se denomina 'farolillo rojo' al que ocupa la última posición en cualquier otro tipo de competición. No tiene nada que ver con el color de la camiseta, aunque el Almería, por 'encariñarse con la piedra' parece ser el equipo idóneo para hacerse con esa 'despreciable condecoración'. El pasado lunes, al término de la jornada decimocuarta –aunque el sábado los indálicos ya sabían que ocuparían la última posición–, el conjunto indálico batió su récord de 'inquilino' del último asiento en el último vagón de cualquiera de las dos competiciones que organiza la Liga de Fútbol Profesional, en donde el equipo ha estado toda su vida.
El cuadro indálico entró en 'barrena' después de perder en la quinta jornada en la quinta jornada en el Estadio de la Cerámica de Villarreal y no sido capaz de levantar cabeza, haya o no hecho méritos para ganar y salir, con una diferencia que ha ido aumentado, en puntos, con respecto al inquilino de la decimoséptima posición que es la que asegura, al término de la trigésimo octava jornada, en Primera División, o de la cuadragésimo segunda en Segunda, la permanencia en estas categorías en las que el equipo lleva desde que ascendiera, con Alfonso García como presidente y Juan Martínez 'Casuco' como entrenador al término de la 2001/02.
Curiosamente, de los dos descensos sufridos, el último, en la temporada 2014/15, lo confirmó sin haber estado nunca como último clasificado. En el primero, en la 2010/11, se pasó doce jornadas en la decimoctava posición, entrando en ese 'espeluznante' puesto en la segunda vuelta y firmando una racha de nueve jornadas, entra la trigésima y la trigésimo octava, con el primer número para descender en la mano. Esas nueve jornadas era la cifra más alta viendo al Almería como colista, hasta el pasado sábado que confirmó, una semana más, ser el peor equipo, acudiendo sólo y exclusivamente a los números, de Primera División por décima jornada consecutiva.
La historia
El Almería no se caracteriza por pisar la última posición a lo largo de su historia. Aprender a comportarse en los bajos fondos suele curtir a los equipos. Si saben desenvolverse en ese 'hábitat', el comportamiento es un ejemplo a seguir. Lo peligroso es 'encariñarse con la piedra'. El equipo indálico estuvo cinco jornadas como colista en la primera temporada en Segunda División A. El equipo de 'Casuco' probó ese amargo sabor en la segunda jornada y le costó salir, para hacerlo en la séptima. Luego llegaron tiempos de bonanza. Entre la 2003/04 y la 2009/10 sólo estuvo dos jornadas, curiosamente en las dos temporadas de Segunda División en las que mejores posiciones obtuvo, la 2005&06, con Paco Flores, fue último en la primera jornada. Luego, nunca más se supo, peleando por el ascenso casi hasta el final. Una derrota en campo del Nàstic, tras haber perdido en Murcia y en casa frente al Albacete, le desmarcaron de la pelea por ascender. El año siguiente, el del ascenso, los inicios fueron malos. En la tercera jornada, el Almería de Emery perdía en Salamanca su tercer partido seguido –ante el Tenerife (0-1), en Murcia (3-2) con un bochornoso arbitraje de Mateu Lahoz que expulsó a Acasiete, De Palmas y Ortiz Bernal, y en el Helmántico– para cerrar la clasificación.
En las primeras tres temporadas en Primera, pese a ser, en la primera, apuesta 'ganadora' poner al Almería como primer candidato al descenso, no pisaría más la última posición. La peor posición, en la 2008/09, fue la decimosexta, y un curso después estuvo una plaza por debajo, 'hábitat' al que se 'adaptó' de más un año después y eso costó el descenso. En la 2010/11, el equipo indálico fue último en doce jornadas. La primera vez que 'picó billete' para el descenso fue en la jornada décimo novena al empatar con el Real Madrid. Estuvo fuera hasta la jornada vigésimo quinta, en la que cayó en Málaga (3-1). Estuvo fuera por sumar cinco puntos en cuatro jornadas, pero perdiendo ante el Athletic (1-3) no se separó de la última plaza hasta consumar el descenso de categoría.
Sin pisarla
Posteriormente, en las dos temporadas que estuvo en Primera División sólo ocupó el 'farolillo rojo' en cuatro jornadas, entre la octava y la undécima de la 2013/14, en donde estuvo por perder ante Sevilla (2-1), Sevilla (0-1) y Real Sociedad (3-0) –llegaba sin ganar y sumando tres empates en los siete primeros partidos– para salir tras ganar su primer partido en la undécima jornada, en Valencia (1-2). Como queda dicho, en la 2014/15, pese a descender de categoría, las ocho jornadas que estuvo en plaza de descenso nunca fueron la última, que importa poco porque terminó bajando a Segunda División.
En esa categoría, las dos primeras temporadas fueron de zozobra, sobre todo la primera –la 2015/16–, en la que estuvo siete jornadas, no seguidas, en la última posición y 16 jornadas más en puestos de descenso. En la siguiente, con dos jornadas siendo último, paso 18 más en plaza de descenso a Segunda B, salvadas en las últimas siete jornadas. Hubo más temor en la siguiente, la 2017/18, donde aún sin ser nunca último, estuvo en puesto de descenso en seis jornadas. Además, cuando parecía salvado, entró en la penúltima empatando en casa frente al Alcorcón y yendo a Lugo a jugarse la vida 'o la muerte', respirando con aquel empate ante el cuadro dirigido entonces por Francisco.
Tiempos gloriosos
Tras la temporada de reflexión en la que el Almería, dirigido por Fran Fernández, sólo estuvo dos jornadas –la segunda y la cuarta– en puestos de descenso, la llegada de Turki Al-Sheikh siempre ha ocupado plazas, en Segunda, que coincidían con las pretensiones del ministro saudí, peleando por el ascenso a Primera. El año pasado, con una plantilla en el 80% compuesto por jugadores que habían ascendido, Rubi sacó un rendimiento espectacular para salvar la categoría sin pisar la última plaza y estando en plazas de descenso en seis jornadas, pero sacándolo para celebrar una épica permanencia.
Se pensó en este año sufrir menos, pero el fútbol es una ciencia inexacta, una sandía que no se sabe si será buena o mala hasta que no se abre. Y el resultado, más allá de merecimientos por propuesta o no, le tiene en plazas de descenso durante las catorce jornadas que se llevan disputadas, con las doce últimas como el 'ultimo viajero' en el furgón de cola.
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