En directo | Mirandés – Almería

No todo son los arbitrajes ante Leganés y Zaragoza, que son dañinos durante y después por lo que provocan de inseguridad. Y es que en esos 40 días previos, hubo problemas para dominar las áreas, la propia y la contraria, más la primera que es la que ha obligado al equipo a tener que hacer algo tan sumamente complicado como tener que marcar más de un gol para tratar de ganar, con lo caro que supone en esta categoría de plata. En ese largo tiempo marcó en cinco de esos siete encuentros que debieran haber dado para algo más que apoderarse de 6 puntos de 21.

Mejorar en defensa es clave. Ante el Zaragoza, por ejemplo, los dos goles encajados hablan de una falta de concentración que 'desnudó' al equipo en tareas defensivas con el primer gol en el que Zapater llegó con ventaja para centrar sin que Iván Balliu pudiera llegar para impedir el pase –el error estuvo en el centro del campo– y el segundo es inexplicable que dos jugadores toquen de cabeza en el área, el segundo para batir a Makaridze. En casa ante el Rayo, una semana antes, el gol que valió para sucumbir en el último minuto, llegó tras permitir que Bebé hiciera y deshiciera a su antojo sin haberlo impedido con alguna falta.

Una semana más sin ganar sería un problema que podría acarrear otro tipo de consecuencias. Cierto es que lograr la victoria no será fácil en Anduva no está al alcance de muchos. RCD Espanyol y RCD Mallorca, a los que 'anuncian' como equipos de Primera División en pocas jornadas, no fueron capaces de pasar de un empate ante el Mirandés, equipo que suele pasarlo más ante los de abajo como lo demuestra el que dos de sus cuatro derrotas las encajó ante equipos que pelean por no dejar la plaza como Albacete o Logroñés.

No se caracteriza por 'aliarse' con el gol. En lo que va de campeonato ha estado quince partidos sin ver puerta y de ellos ocho lo son en casa, una cifra que es idéntica a las veces que mantuvo su puerta a cero en 'su' domicilio. Pero eso son sólo estadísticas que se rompen fácilmente, tanto para lo bueno como para lo malo.

El Almería tiene que acabar con lo malo y empezar a saborear los triunfos que vayan haciendo sólida la confianza cara a lo que venga en las próximas fechas y está en duda de si Gomes tirará de los mismos que han venido actuando en los últimos partidos o empezará a ver quiénes están disponibles para dosificar esfuerzos y que todos lleguen bien al tramo final de la competición, física y mentalmente;los titulares de ahora o los que han venido dando 'descanso' a los más utilizados en los mejores momentos en los que, incluso, se enlazaron victorias sin ser con 'firma única', es decir, triunfos conquistados por los teóricos titulares y los teóricos recambios.

Esa parece ser la pregunta del millón. José Gomes se 'ha tapado' estos días y los entrenamientos a puerta cerrada han deparado un oscurantismo lógico si se pretende sorprender en Anduva al Mirandés de José Alberto. Este fútbol sin rendijas puede deparar cambios en el orden y también en la ejecución. Los problemas para frenar las apariciones rivales por banda –pasó en Zaragoza y ante el Espanyol– obligan a reforzar los costados, bien ampliando el número de centrales, bien aumentado la presencia en el centro del campo, sin tantos medias puntas que, desafortunadamente, no han dado resultado a los goles y sólo Corpas, un extremo que ha vuelto a sus principios –comenzó como mediapunta–, con asociación con los de arriba, ha visto puerta con más asiduidad de la prevista.

Gomes podría mover el 'árbol' para encarar la cita de hoy. Todo apunta a que Aitor Buñuel vuelva a aparecer por la banda diestra, toda vez que Iván Balliu, con molestias en el recto abdominal, apunta al alza para no ser utilizado, con lo que el navarro podría estar como titular en la cita en Anduva, formando una línea defensiva con Nikola Maras y Jorge Cuenca, como centrales, y Sergio Akieme por la banda izquierda. Si optara por jugar con tres centrales, como es obvio, el tercero sería Ivanildo Fernandes, este por la izquierda, con Cuenca como 'hombre libre'.

El centro del campo tiene 'ocupantes fijos' con Samu Costa y Manu Morlanes, este menos 'brillante' ante el Espanyol, pero igual de importante para la UDA cuando está disponible, un lujo no contar con él en el once inicial con el portugués en ese trabajo defensivo y de recuperación. Si es con tres centrales, estarían 'solos' en esa parece ancha, escoltados por los laterales cuando se tiene el balón. Con Corpas y, posiblemente, Lazo, en los costados, y Sadiq Umar como referencia arriba. Si el sistema es con cuatro centrocampistas, igualmente Corpas aparecería por la derecha –tras no poder jugar frente al Espanyol por sanción– y el sanluqueño por la izquierda, con Juan Villar como complemento del máximo goleador de la UDA.

El Mirandés ha visto cómo los resultados post-covid –varios jugadores dieron positivo y tuvieron que aplazarse dos partidos– le han hecho despertar del sueño de jugar el playoff de ascenso del que está a ocho puntos y con doce de ventaja sobre el descenso. Se podría decir que está en tierra de nadie lo que puede suponer desposeerse de la presión y mostrar la capacidad de un equipo que se comporta más 'dañino' a domicilio que en casa. Sus dos últimas salidas depararon triunfos de 'pedigree' en El Molinón y en Vallecas, nada menos. Pero en casa tampoco anda mal, poniendo freno a equipos como Mallorca (0-0) y Espanyol (2-2), con gol postrero de Nico Melamed en el 95.

A la cita de hoy llega con el propósito de seguir creciendo por 'si las moscas'. De todas formas, la suma de un punto en los últimos dos partidos le ha relegado a esa décima posición, con retardo con respecto a esa lucha que le llevó, hace diez jornadas, a la séptima plaza a cuatro puntos del Rayo. Para hoy, José Alberto tiene a toda la plantilla al recuperar a Limones y a su máximo goleador, el eslovaco Erik Jirka, ausentes por lesión en las dos últimas semanas. Con ocho puntos sobre sus sueños, estos son el aliciente para recuperarse de las caídas.