El Almería quiere poner fin a la retahíla de contrariedades
El equipo rojiblanco tuvo 55 minutos de los de jugar como nunca, pero los 35 minutos primeros justifican lo de perder como siempre
«Servir solamente sirve ganar. En el fútbol todo lo demás como la imagen y eso no sirve para nada». Fue la frase con la ... que Gaizka Garitano ponía el punto y final en la sala de prensa al partido del pasado domingo en el Cívitas Metropolitano en el que otra vez, y ha vuelto esa sensación, la UD Almería estuvo cerca de puntuar, que ante un rival como el Atlético que ha logrado imponerse en casa a todos sus visitantes entre los que se incluyen Real Madrid (3-1) y Real Sociedad (2-1), no es para nada un descrédito. Sí es cierto que habrá que estudiar porqué el equipo no mantiene una línea de regularidad durante los 90 minutos y tira por tierra lo que pudo ser un partido brillante por un encuentro en el que se compitió, sí, pero siempre con el pero de haber cometido errores puntuales y groseros, a la vez, que pusieron el partido cuesta arriba demasiado pronto, como si el equipo respondiera mejor ante el castigo infringido por el rival.
Y con una desventaja de nueve puntos sobre la zona que marca la permanencia –ahora la ostenta el Cádiz CF–, para el encuentro del próximo domingo ante el RCD Mallorca que dirige Javier Aguirre suena de nuevo la 'cantinela' de 'como este domingo no, ya sí que no'. Y es que el panorama se recrudece por la relación espacio-tiempo. El espacio dicta esa diferencia de puntos con la que la UD Almería afronta los próximos retos en el calendario, lo de la temporalidad es que ésta cada vez es más corta y con más obligación de no cometer fallos, pese a que todavía quedan 66 puntos por disputarse en el presente campeonato liguero, pero con un calendario que se recrudece en el poco más de un mes de competición real que hay previsto con inicio y punto final suave, pero con lo 'del centro' para no 'mirarlo' pues entre el partido del próximo domingo frente al conjunto bermellón y el último de enero frente al Deportivo Alavés habrá que enfrentar a Barça, en Montjuic;Atlético Osasuna, en El Sadar; Girona, en el Power Horse Stadium, y Real Madrid, en el Santiago Bernabéu, o sea, que el calendario presenta sólo el duelo ante el conjunto gerundense como único a disputar en terreno almeriense.
Pero es que...
La lectura de lo sucedido el pasado domingo en el Cívitas Metropolitano está mediatizada por 35 minutos de pésimo rendimiento –los primeros del encuentro–, en los que volvieron los errores para convertir el partido en otro duelo en el que tener que superarse y, encima, con la obligación de no cometer más errores por 'peligro de derribo'. Es cierto que si no hubiese errores no habría goles en los partidos, pero es que los que comete la UD Almería son hirientes y sobradamente sangrantes de necesidad, cuando en las dos jornadas anteriores a la visita al campo colchonero, no los hubo apenas, con el equipo 'in crescendo' en sensaciones y también en la confirmación de méritos para aferrarse a ellos como un paso al frente.
El partido ante el Real Betis, de hace dos jornadas, puede que fuera el de 90 minutos de buena predisposición, con los verdiblancos incómodos desde el primer momento –sólo dispusieron de un par de ocasiones de gol claras–, pero defensivamente puede que sea el partido más completo que haya hecho el equipo esta temporada, incluyendo los que firmó con Vicente Moreno y los que lleva con Garitano en el banquillo. Se recurre a lo de la 'manta' para escenificar que no hubiese goles, pero también es cierto que los goles no llegaron por centímetros, no porque el equipo se dedicara tanto a defender que no creara en ataque. Hubo ocasiones.
Y esa forma de actuar dio pie a ver en el Cívitas Metropolitano, durante 55 minutos, a un equipo capaz de tutear al Atlético del Cholo Simeone, algo que pocos han hecho, pero en un escenario similar al que escenificaron algunos visitantes como Granada, Deportivo Alavés o Cádiz, que incluso llegó a gozar de una ventaja de 0-2. El conjunto colchonero, ante la UD Almería, apenas si existió en la segunda parte. Tal vez el disparo de Memphis Depay, ya con el Almería volcado para buscar la igualada, que sirvió para 'demostrar' que los de Simeone estaba en el campo, pero como ya ocurriera el curso pasado acabó pidiendo la hora, esta vez con más motivos que entonces, porque en este duelo los indálicos tomaron el mando para hacer algo que pide la mayoría de la afición, que no es otra cosa que si no se puede ganar al menos que pueda competir.
Otra manera de pensar
Si el partido ante el Real Betis dejó una imagen de cierto pesar porque volvió a escaparse la victoria de entre las manos, lo sucedido ante el Atlético de Madrid debe significar el paso definitivo para un equipo que tiene que ir definitivamente al 'trueque' de sensaciones por victorias, para evitar ese lamento continuo que genera aquel refrán de 'jugamos como nunca y perdimos como siempre', que suena a excusa baldía para quienes no hayan visto al equipo jugar esta temporada, pero que deja tintes de realidad para un equipo que ha mejorado con la presencia de Gaizka Garitano por más que los números del técnico deriotarra no casen con lo expuesto.
Salvo esos tres errores puntuales que permitieron al Atlético marcar tres goles, aunque el primero no subiera al marcador, se vio a un equipo diferente, aunque la primera media hora diera para decir aquello de 'virgencica, virgencica, que me quede como estoy' porque el Atlético de Simeone pudo hacer el mismo daño que luego mereció firmar el equipo indálico.
Sí, ya toca
Indudablemente no hay más oportunidades para salvar honrosamente, al menos, lo que queda de temporada, puede que logrando un paso al frente y corroborar que puede quedar tiempo porque la salvación, seguro, va a estar muy por debajo de la cifra que se valoraba en temporadas anteriores. Hay cinco equipos que solamente han ganado dos o un partido. Lo que mata al equipo rojiblanco es la sucesión de partidos perdidos, porque el Mallorca, que será el próximo visitante del Power Horse Stadium, añade hasta ocho empates en 16 jornadas, mientras las cifras de la UD Almería en 'equidad' son similares a las de cuatro equipos más, con otros cuatro que suman menos, pero de éstos es mejor no hablar porque su cuenta en el 'debe y el haber' apunta a más victorias que derrotas.
El domingo viene un equipo que el pasado sábado puso la salvación más complicada por sumar su segunda victorias después de diez jornadas en las que también es cierto que hizo bueno aquello de si no has de ganar al menos no pierdas, con seis empates y cuatro derrotas. Llega con el recuerdo de que el pasado curso estuvo como 'invitado' en la que fue la última victoria encajada por la UD Almería.
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