El Almería pinta un 'panorama' gris casi negro

Sin embargo, los errores cuajaron efecto en la segunda parte. Un penalti de libro que paró Maximiano y otro dudoso que convirtió Bryan Zaragoza metió al equipo nazarí en el partido y despertó en los rojiblancos la misma ansiedad y miedo con los que se afrontaron los primeros minutos de partido. El segundo fue el primer error, luego llegaron las restantes acciones que permitieron las tablas a un Granada que disparó al palo el último balón del partido y que pudo haber dejado un panorama gris tirando a negro. El gris tambkién es oscuro, muy oscuro.

El inicio del partido mostró a un Granada con iniciativa y a una UD Almería con orden. Ambos, de todas formas, con demasiado miedo para tomar decisiones. Luis Suárez, en el primer minuto, dispuso de una primera llegada, pero se lió con el balón en los pies y no fue capaz de darle continuidad a la jugada. El Granada, muy vertical, basó sus llegadas en dos acciones casi consecutivas de Bryan Zaragoza, por la izquierda, que finalizó Lucas Boyé con un disparo que se fue fuera por poco.

El equipo nazarí, dueño del balón, abrió el campo con Callejón y Bryan Zaragoza, en los costados, ante un Almería demasiado metido atrás en el que Édgar González, de pivote defensivo, se metió entre los centrales para sacar el balón. El Granada, en el 18, tuvo una llegada que acabó en saque de esquina tras el disparo de Antonio Puertas, que acabó con cabezazo fuera de Zaragoza. El Almería, sin embargo, comenzó a robar. En el 20, una recuperación en zona alta de Chumi con servicio para Édgar, que se lo puso a Baptistao, cuyo disparo, con imprecisión, lo despejó André Ferreira, el balón el cayó a Luis Suárez, con disparo despejado y Édgar, de cabeza, remató el balón y la cabeza de Ignasi Miquel, con el balón por encima del larguero.

Empujó más el Almería, para, en una jugada un tanto embarullada, hubo robo de balón que Luis Suárez, que fue el que comenzó la jugada con un robo de balón en la línea de medios, se lo entregó a Leo Baptistao, que había entrado por banda derecha, y se sacó un disparo que se fue a la base del palo derecho de la meta defendida por André Ferreira, en el minuto 28, en fase de más balón para la UD Almería, que tuvo que modificar su equipo por la lesión de Édgar González, entrando Idrissu Baba para ocupar esa posición de '5' del ex del Real Betis.

El Almería, más metido, comenzó a tener más balón, con más cercanía hacia la parte de ataque, pero sin finalizar. El Granada aprovechó los robos para salir a la contra y crear peligro, como en el 38, en una jugada de Bryan Zaragoza que acabó con balón al segundo palo que José Callejón no fue capaz de rematar entre los tres palos. El que sí la puso entre los tres palos fue Luis Suárez, en el 40, en una acción que nació en un robo de balón de Gonzalo Melero, que cogió el pase filtrado hacia Gumbau, para que Lopy iniciara la jugada, con balón para Ramazani que avisó del pase profundo para que Luis Suárez se escapara de Ignasi Miquel y batiera a André Ferreira.

El gol fue un palo para el Granada, que no consiguió enderezarse. Bryan Zaragoza apareciendo menos y el Almería 'engrandeciéndonse', haciendo bien las cosas, adelantando la línea de presión para tratar de aprovechar los errores que, cometía el equipo nazarí en la salida de balón. Además, con un Luis Suárez en modo 'on' y un Largie Ramazani atento. En el 43, un saque de banda para Ramazani, que la orientó, para deshacerse de Ignasi Miquel y ponerlo al segundo palo, evitando defensores del Granada, para que Luis Suárez, que entró desde atrás, la empujara a las mallas.

Sin reponerse y el Granada hundido, Antonio Puertas intentó sacar el balón desde la zona de medios, Ramazani se hizo dueño del él y, como en el primer gol, vio a Luis Suárez 'preparando el fusil'. El cafetero se hizo con el balón, encaró a André Ferreira, se fue de él y puso el 3-0, con el que concluía la primera parte.

En el inicio de la segunda parte, Lasarte modificó el equipo, dando descanso a Ramazani, y el partido no debió cambiar. Pudo llegar el cuarto, pero no hubo acierto en el remate final de Luis Suárez, tras una buena acción de Adrián Embarba, que había entrado por Leo Baptistao a la par que Sergio Arribas suplió a Ramazani. El Granada sin embargo se metió en el partido con los cambios y con dos penaltis a favor. El primero fue, en el 55, como consecuencia de un derribo de Idrissu Baba sobre Gonzalo Villar que lo lanzó Antonio Puertas y lo detuvo con el pie derecho Luis Maximiano. El segundo, que nació de un empujoncito de Arnau Puigmal sobre Bryan Zaragoza, en el 63, lo lanzó el propio jugador nazarí que batió a Luis Maximiano.

Y el gol supuso un golpe bajo para la UDA, que empezó a dudar y eso lo aprovechó Antonio Puertas para firmar el nacimiento con una acción a la contra, con cabalgada hacia el área y pase final para Ricard Sánchez que, entrando por banda derecha, cruzó el balón al palo derecho de la meta de Maximiano. El mismo balón que 'se negó' a entrar de Baptistao le sonrió a un Granada que disparó con la misma necesidad. El balón entró para abrir aún más el partido, en el 71, con 3-2.

El duelo se tornó como en el inicio, con el Granada siendo dueño del partido y el Almería un manojo de nervios, con una camisa que parecía de fuerza pero que estaba cosida con ansiedad y mucho miedo. El partido se tornó como en el inicio, con el Granada siendo dueño del partido y el Almería sin dar pie con bola. Paco López vio sangre y puso en el campo a Uzuni, que en el 83 aprovechó un despeje en largo de Miguel Rubio para poner las tablas y buscar más, con la presencia de Weissman, que rompió el cierto modo la solidez nazarí. Así, el Almería tuvo el cuarto, con un disparo de Sergio Arribas que se fue al palo, en el 90+6 y otro posterior de él mismo que se fue por encima del larguero 'gracias' a ese tirar hacia la victoria de Paco López. Gonzalo Melero, en el 98, pudo voltear el marcador, pero el balón se le fue fuera y de ganar a casi perder, con un lanzamiento de Álvaro Fernández al palo que se paseó por la línea de gol y que dejó unas tablas que no sirven a nadie.

El punto ya no es ni de sutura, pues sumar de uno en uno sirve de poco o de casi nada, con un panorama gris tirando a negro, muy negro, con jugadores importantes lesionados y algunos, ojalá que no, como Luis Suárez que pueden dejar al equipo al desnudo porque la manta no cubre ni la cabeza ni los pies.