El Almería pasa del sonrojo a sacarle los colores al Barça

Pero el Almería de hoy puso de manifiesto la frase que luce en el túnel de vestuarios, esa de que Almería nunca se rinde. Tampoco es que hiciera falta exponer otra cosa diferente a la que muchas veces trató de llevar a cabo, solo que esta vez las cosas salieron como se quería, con un trabajo brillante con balón, cuando lo tuvo -pocos minutos-, y sin él, cuando no -muchos tramos de partido-. Era el único modo para hacer que un Barça invencible -una derrota y dos empates solo en 22 partidos- fuese superable. Ha tenido que pasar tiempo, mucho tiempo, superar dudas y sonrojar tras sonrojarse, porque el Almería, tras el batacazo del viernes pasado en Girona, sonrojó al Barça -un líder que parecía sólido, que seguramente lo es por contar con siete puntos de ventaja sobre el segundo- y, lo mejor y sin mirar sobre quién, volviendo a su sitio, fuera del descenso.

Trató de sorprender Rubi con un once 'maquillado' en cuanto al dibujo táctico y tratando de no dejar espacios por los que el cuadro blaugrana pudiera hacer daño. Con tres centrocampistas por el centro, el Almería consiguió recuperar balón ante un Barça incómodo y que no consiguió llegar. El trabajo de Luis Suárez y El Bial Touré arriba provocó segundas jugadas que cayeron del lado indálico, incomodando al Barça en los desplazamientos verticales.

De hecho, salvo un disparo de Sergi Roberto cortado por Srdjan Babic, el balón no llegó a las áreas. El Barça seguía incómodo, con un buen trabajo defensivo de la UD Almería, en el que su hombre referente arriba, Robert Lewandowski, ni apareció. El Almería se fue haciendo grande, seguro en defensa y haciendo daño a un Barça 'descontrolado'. En el 24, un balón en largo de Rodrigo Ely, que le robó el balón a Gavi, se lo acomodó El Bilal Touré con el pecho, descargó para Luis Suárez y el cafetero se la puso al maliense, que escapó de Andreas Christensen y enganchó un zapatazo ante el que nada pudo hacer Ter Stegen. En esas, Leo Baptistao estuvo cerca de hacer el segundo, pero entre el palo y Ter Stegen el balón se marchó por saque de esquina.

El Almería, con un buen partido sin balón, también lo hizo con él y pasó a tratar de defender la victoria momentánea, con un juego muy práctico. Leo Baptistao se puso a mirar a Jordi Alba para no permitirle comodidades, mientras Chumi tapaba espacios para evitar los demarques de ruptura de Gavi. En esas, el Barça trató de bascular el balón de lado a lado, pero siempre, con las ayudas indálicas, tapando espacios y no dejando que el Barça encontrara la profundidad.

De hecho, el conjunto azulgrana no llegó a encontrar portería en ninguno de los cuatro disparos que intentó ante el marco defendido por Fernando Martínez, con los rojiblancos 'invalidando' la posesión blaugrana, a base de un gran trabajo defensivo por el centro y obligando al Barça, espeso y sin frescura durante los primeros 45 minutos, a buscar su vía de escape atacante por las bandas.

El Almería se encontró con un panorama ya conocido. Aún así, a la contra pudo poner el segundo, pero el error en la finalización en una acción entre Luis Suárez y El Bilal Touré. Pero el conjunto indálico se vio obligado a meterse muy atrás por el empuje constante del cuadro azulgrana que desprotegió el centro del campo con la retirada de Essie para que Raphinha se convirtiera en un atacante más con Gavi más próximo al centro del campo, pasando Ferrán Torres a la izquierda y el brasileño arrancando desde la derecha.

El balón fue para el Barça, pero sus movimientos no encontraron la respuesta, sin conseguir descabalgar al Almería en el balance defensivo. Gavi, en el 59, buscó el disparo a puerta, pero Rodrigo Ely, infranqueable, logró despejar el balón a saque de esquina. Ante la carencia de profundidad, Xavi dio entrada a Marcos Alonso y Araújo para jugar con defensa de tres. El Almería no despreció sentenciar. Lo pudo hacer en un gran disparo de Luis Suárez que se encontró con el cuerpo de Marcos Alonso, en el 68. La respuesta del Barça levantó sudor frío, en el 71, con un centro de Ferrán Torres al que no llegó Raphinha.

Rubi no dudó en buscar la velocidad tratando de ganarle la espalda a la defensa azulgrana, con la entrada de Largie Ramazani y Adrián Embarba, pero el Barça siguió como dueño de la posesión. En el 81, llegó el primer disparo entre los tres palos, tras una falta, que remató Alarcón encontrándose con un muy seguro Fernando. Rubi oxigenó a Robertone y Baptistao, dando entrada a Pozo y Samú Costa. La tuvo de nuevo el Barça, en el 86, con un centro desde la izquierda de Ferrán Torres al que no llegó por muy poco Ronald Araújo, con entrada de Kaiky en lugar de El Bilal Touré.

Los últimos minutos fueron un asedio del Barça, colgando balones como equipo pequeño, buscando la jugada que le diera, cuando menos, un punto. La defensa 'numantina' de los rojiblancos impidió el sufrimiento para la lucir la mejor cara posible, 'lustrosa', tras el sonrojo del viernes en Girona.