El Almería pasa de la excelencia a la agonía

Pero la procesión no acaba hasta que pasa el último cura. 97 minutos, más de 45 en una segunda parte en la que el Girona impuso su fútbol ante un Almería que por buscar el cuarto habilitó las ansias del cuadro de Míchel que hizo el primero en un despiste de Fernando, con una salida precipitada. El rival se creció, el Almería se 'achicó', obligado a meterse atrás. Fernando restableció su 'orden' parando un penalti a Stuani, que aprovechó el segundo para que el corazón de los más de once mil rojiblancos en el campo se acelerara con el 3-2. Aún más cuando Herrera marcó el 3-3. El VAR y el reglamento -cuando el portero tiene su mano posada sobre la pelota cualquier acción rival posterior es falta- despejaron dudas. El Almería sufre, pero el Almería gana. Otra página.

Presentó novedades el Girona en su esquema, tras hacerlo la pasada semana con tres centrales. El Almería activó presión en bloqueo medio-bajo, esperando en el centro del campo a un Girona que tocó atrás entre centrales. Sin haberse cumplido el primer minuto de juego, Leo Baptistao avisó tras una buena acción de Adrián Embarba. El conjunto de Míchel era dueño de la posesión, se hacía el fútbol tal y como lo tenía previsto. Riquelme, en el 10, aprovechó un buen pase de Oriol Romeu y el balón se fue por encima del larguero.

En la acción siguiente, el Almería hizo casi lo mismo que ante el Rayo. Una rápida salida de balón de Houboulang Mendes, en el 12, acabó con un gran centro del jugador de Guinea Bisau al corazón del área para el perfecto remate de Leo Baptistao, picado, ante el que no pudo hacer nada Juan Carlos, el cancerbero gerundense que siempre tuvo buenas actuaciones en Almería.

Sin tiempo para 'celebrarlo', el Almería sacó el libro de estilo que también empleó frente al Rayo Vallecano y, en el 18, un buen saque de puerta de Fernando Martínez, lo despejó mal hacía atrás Bernardo Espinosa, superó a Juan Carlos, que había salido de su portería, y El Bilal Touré, en su sitio y haciendo la presión, se adueñó del balón para poner a la UD Almería con ventaja de dos goles.

Apareció tímidamente el Girona en un saque de esquina, justo después del gol, con el Almería algo despistado en la zaga. El balón lo puso Aleix García al área y Arnau Martínez, con Fernando casi batido, mandó el balón fuera, pero ajustado al palo izquierdo de la meta de la UD Almería.

El equipo indálico tenía el partido en su mano como consecuencia de un buen trabajo defensivo, cortocircuitando las bandas, poniéndole freno a las subidas por banda de Arnau Martínez y de Miguel Gutiérrez. Además, tampoco hizo cómoda la tarde para jugadores como Rodrigo Riquelme y Aleix García, un jugador con un gran rendimiento en el pase, casi siempre en campo rival, un equipo con mucho acierto en el pase ofensivo. Y es que los rojiblancos maniataron al conjunto de Míchel, incapaz de encontrar salidas, con Riquelme solo en la propuesta. De hecho, el tercero estuvo cerca en el 32, pero Santi Bueno evitó la acción generada entre Leo Baptistao y Adrián Embarba, generando un mano a mano que sacó el central del conjunto gerundense.

Una nueva salida indálica en velocidad, en el minuto 38, terminó con derribo en la frontal del área de Santi Bueno sobre Adrián Embarba, tras otra acción en ataque del equipo rojiblanco. La falta, con Akieme y el madrileño, la ejecutó este con un zapatazo a la escuadra de Juan Carlos para poner el 3-0 en el marcador.

Anulado un gol a Stuani por fuera de juego, el conjunto de Rubi continuó atacando, voraz en sus intenciones, ampliando su creación por banda, tuvo el cuarto próximo en una acción en la que Gonzalo Melero asistió a El Bilal Touré, este recortó a Arnau Martínez y el remate se marchó por la línea de fondo en la última acción de una primera parte excelsa del conjunto rojiblanco.

Con ese 'panorama', el Almería trató de hacer daño y, como ya ocurrió el pasado domingo en el Benito Villamarín, buscó el gol como un 'descosido', forzando un córner el primer minuto de la segunda parte en el que el Almería defendió mal esa salida y, a la contra, el Girona se metió en el partido con una buena acción de Rodrigo Riquelme que batió a Fernando Martínez, que había salido de su portería de forma precipitada.

No hubo cambio de actitud. El conjunto indálico quiso más y pudo conseguirlo en el minuto 51, como consecuencia de una acción de Sergio Akieme, desde la izquierda, que acabó rematando de cabeza Lucas Robertone para el lucimiento de Juan Carlos, que se encargó de desviar el lanzamiento, en una nueva acción en ataque del conjunto rojiblanco, que siguió incomodando al Girona. De todas formas, ver la 'entrada' a la pelea tan cerca, ocasionó llegadas del cuadro de Míchel ante un Almería que acusó el gol encajado y Taty Castellanos, de remate picado, estuvo cerca de hacer el segundo.

El Girona tuvo el balón y supo como usarlo, para empezar a hacer daño por las bandas, con centros que crearon incertidumbre en la zaga indálica. El Almería había perdido el sitio en el centro del campo y Rubi optó por sentar a un Gonzalo Melero con menos fuelle, por el desgaste físico, y a Baptistao para buscar la chispa con Largie Ramazani, porque también se habían perdido las opciones de hacer daño. El belga, precisamente, aprovechó la situación adelantada del Girona para, en el 67, encontrar un balón que cruzó en exceso, pero demostrando su gran velocidad.

El Girona empezó a defender con tres buscando el gol. Entraron Yan Couto por Arnau Martínez e Iván Martín por Taty Castellanos. La entrada de Yan Couto hizo que Rubi optara por cerrar la banda izquierda. En una acción un tanto rigurosa, en el 76, Cuadra Fernández consideró acción punible el despeje de César de la Hoz que golpeó a Santi Bueno y puso a Stuani frente a Fernando, con la oportunidad de meterse el Girona en el partido o de resarcirse del gol encajado el meta rojiblanco. Pasó lo segundo porque el rojiblanco atajó el lanzamiento.

Sin embargo, en otra revisión de VAR, una falta de Samú Costa acabó señalada dentro y esta vez no falló Stuani, que batió a Fernando para escenificar un partido diferente, con el Almería cerrando filas, defendiendo 'como gato panza arriba', sin más delantero que Largie Ramazani y con Chumi metido en defensa para tratar de cerrar las intenciones de un Girona que se dedicó a meter 'balones a la olla'. El Almería lo intentó a la contra, en el 89, tras un pase de gol de César de la Hoz que el belga lanzó al lateral de la red.

Cuando el partido estaba ya casi cerrado, un balón al área, otro balón al área, acabó con Fernando atajando el disparo, posando su mano izquierda sobre el esférico. Yangel Herrera entró al remate, punteó el cuero y lo introdujo en la meta indálica para poner el 3-3. Sin embargo, Cuadra Fernández interpretó que hubo falta del venezolano para permitir la tercera victoria indálica en un partido tenso, como todos los Almería-Girona, que tuvo de todo, con una primera parte excelsa de la UDA y una segunda no tanto en la que el Girona mandó, pero le faltó 'un segundo', el que, caso de haber llegado antes Herrera, hubiese cerrado el partido en tablas.