El Almería pasa de acomodarse a estar cómodo

Este resultado no sólo pone fin a una racha de cinco empates y tres derrotas sino que también representa un soplo de aire fresco para un equipo indálico que necesitaba recuperar la confianza y la convicción en su juego, ya que algunos de los partidos perdidos dejaron demasiadas dudas, con el de Eibar, de la pasada jornada, deparando un rendimiento 'infumable'. Este triunfo frente al conjunto maño no es simplemente una victoria más; es un símbolo de resiliencia, de capacidad para sobreponerse a la adversidad y de fe en el trabajo colectivo. En palabras de los protagonistas, fue un encuentro en el que se demostraron muchas cosas, desde el compromiso individual hasta la fortaleza del grupo y todo más allá del rendimiento del rival, que apunta mal y que, aunque no pise la zona de descenso, la sinergia es bastante incierta.

Uno de los grandes protagonistas del partido fue Édgar González, cuya actuación fue descrita como un 'hat-trick' poco convencional, como lo bautizaba Carlos Felipe López en UDARadio. El central indálico marcó un gol en cada portería y una salvada sobre la línea de gol que fue crucial para mantener al equipo en la pelea. Al respecto, Édgar señaló estar «muy contento. En el descanso me han dicho que un gol anulaba al otro y en la segunda parte dije que iba para arriba a ver si decantaba la balanza». Sobre el peculiar gol que anotó desde el suelo, admitió que «ha sido completamente de suerte, pero cuenta igual que meterla por la escuadra», significaba.

La importancia de ganar

La importancia de esta victoria frente al Real Zaragoza no se limita al marcador que reflejaba el final del partido; también subraya el enfoque con el que el Almería salió al terreno de juego. Édgar enfatizó la actitud del equipo al señalar que «lo habíamos hablado durante la semana, que teníamos un poco el partido marcado, que ya hemos sufrido suficiente y al final llevábamos varias semanas cerca. Queríamos desde el principio, creo que ya con el saque que habíamos preparado, se ha notado que queríamos jugar en su campo, agobiar al Zaragoza, sobre todo al inicio, y que también está en un momento complicado». Esa estrategia, pensada para presionar y dominar al rival desde el principio, se tradujo en una dinámica que incomodó al Zaragoza y permitió al Almería imponer su juego.

Con dificultades

El partido no estuvo exento de dificultades, como el gol en propia puerta de Édgar, que reconoció el momento complicado, pero destacó la reacción del equipo por ver su ventaja reducida con demasiada facilidad. «Es una jugada un poco difícil de defender, un poco de mala suerte, pero creo que el equipo se ha repuesto bien, no nos hemos echado atrás a defender, sino que hemos buscado salir a la contra y hacer daño. Creo que nos lo merecíamos, lo merecía también la afición y a disfrutarlo», explicó el rojiblanco.

Esta victoria también representa un alivio para un equipo que no ganaba en casa desde diciembre, cuando derrotó al Mirandés, aunque fuera sí que había logrado la victoria en 2025, al ganar en el Nuevo Arcángel. Édgar reflexionó sobre lo que significa este triunfo para el conjunto rojiblanco. «Está claro. En Gijón estuvimos a un centímetro de ganar, contra el Málaga aquí estuvimos a dos errores y un penalti al palo de ganar, también estábamos cerca. El trabajo y la intención y la implicación de todos los del equipo está ahí, juegue quien juegue».

Para el rojiblanco, la actitud da pie a la mejora. «Creo que todo el mundo está sumando muchísimo en los entrenos, desde fuera, en ver también en qué está fallando el equipo, en dar su opinión, todo el mundo, aunque esté jugando o no esté jugando. Creo que el equipo está unido y también nos merecíamos ya esa victoria que nos estaba costando».

Relevancia

El contexto de esta victoria se vuelve aún más relevante al considerar la clasificación. Después de ocho jornadas sin ganar, este resultado acerca al Almería a la zona alta de la tabla y mantiene vivas sus aspiraciones. Los rojiblancos están a un punto del playoff –necesitaría dos porque el empate favorece al Real Oviedo que es quien ocupa la sexta plaza–. «Al final dependemos de nosotros mismos, esto es muy largo, todos los equipos van a perder puntos, a dejarse puntos». Reconoció de la igualdad que se vive en la competición. «Hay tantos equipos implicados, rivales que juegan entre ellos, es una Liga que ya todos la conocemos que va a ser de infarto hasta el final», afirmó Édgar González, destacando la importancia de mantener la concentración y no perder el foco en los objetivos a largo plazo. Añadió que «esto es un camino muy largo, en el camino hay baches, hay curvas, pero es seguir el camino, no perder el foco, centrarse, hacerse fuertes juntos y saber que es un camino muy largo y que va poco a poco», recetaba al polivalente jugador de la UD Almería.

Varios retos

Sin embargo, no todo son buenas noticias para el equipo. De cara al próximo partido frente al Burgos, Rubi enfrentará varios retos debido a las bajas en la plantilla. El Almería se verá afectado por el 'virus FIFA', ya que el centrocampista senegalés Dion Lopy y el lateral zurdo mozambiqueño Bruno Langa, ambos titulares en el partido frente al cuadro zaragocista, estarán ausentes debido a compromisos internacionales. A pesar de ello, jugadores como Marc Pubill y Luis Suárez estarán disponibles, una situación que el equipo espera aprovechar al máximo para mantener la racha positiva. Hay que indicar que el catalán no ha sido llamado para la selección olímpica, como tampoco el cafetero por el combinado colombiano.

Además, el estado físico de algunos jugadores clave genera dudas. Arnau Puigmal, quien tuvo que ser sustituido en el descanso del último encuentro, expresó su confianza en que no se trata de nada grave. «Sentí un poquillo el aductor, pero no creo que sea nada serio». Sin embargo, su participación en el próximo partido aún no está confirmada, lo que podría complicar los planes de Rubi para un duelo crucial en el que el Almería necesita seguir sumando.

La actuación del equipo rojiblanco en este último partido también pone en valor la aportación de jugadores como Gonzalo Melero, Alejandro Pozo y Sergio Arribas, quienes desempeñaron roles fundamentales en la victoria. El conjunto rojiblanco demostró que, cuando trabaja en equipo y mantiene la concentración, es capaz de superar cualquier obstáculo. Ahora, el reto es mantener esta dinámica positiva y demostrar que la victoria frente al Real Zaragoza –que tiene incidencia en el equipo maño con su técnico destituido– no fue un hecho aislado, sino el comienzo de una nueva etapa para el Almería.

En definitiva, este triunfo es más que tres puntos; es un mensaje de esperanza y un recordatorio de que el equipo está a tiempo de alcanzar sus objetivos. El próximo desafío, previsto para el viernes a las 20.30 horas en Burgos, será una nueva prueba de fuego. Hay que tener en cuenta que el cuadro castellano-leonés lleva tres jornadas consecutivas ganando sin encajar goles. Pero el Almería ya ha demostrado que tiene el carácter y la calidad necesarios para seguir luchando. La afición, que ha sido testigo de momentos complicados esta temporada, puede ahora soñar con un futuro más prometedor.