El Almería y nueve equipos más luchan por la permanencia en doce semanas

Ganar un partido en una jornada, en la que se van a dar enfrentamientos directos 'sí o sí', supondrá ver la luz de 'guía' más cerca y alejarse a razón de una derrota, que también se dará en una competición sometida a sorpresas semanas, algunas de las cuales han hecho que equipos llamados a estar en Europa se vean metidos en este 'lodazal' que supone la competición, con esa dificultad que, aseguran los más entendidos', ancla a los no acostumbrados a sufrir más que quienes han estado toda su vida en el barro.

Si no no se entendería que Sevilla o Valencia lloren de alegría por un triunfo, que no suele tener continuidad porque apremia la consecución de continuidad de buenos resultados sin demora de ningún tipo, pero esta no llega. Y realmente, apenas si ha habido estabilidad. El cuadro sevillista, por ejemplo, pareció reaccionar con los fichajes de invierno, pero estos han dado buen reflejo sólo en Europa donde están en donde se presumía para un equipo que domina históricamente la Europa League –y tendrá estreno de técnico, con José Luis Medilibar, el próximo sábado en el Nuevo Mirandilla–. El Valencia, por ejemplo, tuvo un buen comienzo dirigido por Gennaro Gatusso, pero duró lo que tardó en acabar el mes de septiembre –en la octava jornada era séptimo e inició una caída que le sitúa antepenúltimo con los mismos 26 puntos que la UDA–.

Mientras, el único que parece desahuciado es el Elche, candidato al récord del Sporting de Gijón de peor colista desde las ligas de 3 puntos (a partir de 1997), que se fue a Segunda sumando finalmente 13 puntos, que deberían seguir siendo porque son los puntos que acumula el equipo ilicitano, con 36 en disputa todavía, pero 'todo se andará'.

A estas alturas de la temporada no es habitual ver equipos tan pegados en la clasificación y lo normal es que las diferencias estén algo más claras entre los últimos, los de la mitad de la tabla y quienes luchan por Europa. El año pasado por ejemplo entre esos dos puestos de la clasificación había una distancia de casi cuatro partidos, mientras que en las anteriores tres temporadas la distancia se situaba en unos 'cómodos' 10 puntos. En 2017 y 2018 el trecho era ya casi insalvable: 15 puntos, los que separaban a Celta de Las Palmas y al Granada del Deportivo de La Coruña.

Lo cierto es que en las últimas catorce temporadas la clasificación y las distancias nunca fueron tan escasas como sucede ahora. En 2008, el año del estreno indálico en la máxima categoría, el Recreativo de Huelva era antepenúltimo con 29 puntos y Real Betis ocupaba la undécima posición con 32. Una Liga aquella en la que quien quiso evitar el descenso tuvo que sumar más de 40 puntos y vivió una última jornada de 'infarto' con cuatro equipos implicados hasta el final. ·l Zaragoza dijo adiós a la categoría con 42, tras perder en la última jornada frente al RCD Mallorca. La situación fue muy parecida a la que ocurrió en la 2002/3, cuando la misma distancia de 3 puntos separaba a Deportivo del Mallorca y un sorprendente Barcelona bajo mínimos entrenado por Radomir Antic y que se movía en mitad de la tabla. Por aquel entonces los 43 puntos del Espanyol evitaron su debacle.

Lo mismo que en Segunda División, donde se disputan cuatro partidos más, se habla de los 50 como los puntos que todos los equipos quieren sumar cuanto antes por si da tiempo a pensar en otras cosas, en Primera División se habla de los 40 puntos como el aval para prorrogar la estancia en la máxima categoría. La igualdad existente en la zona baja de la clasificación, con tan pocas diferencias y con números que invitan a pensar en salvarse –con los 26 puntos en 26 jornadas del Almería es complicado ver un descenso en las últimas temporadas–, obliga a cambiar el discurso. Hace sólo unas semanas, el técnico de la UD Almería, Rubi, explicó las cuentas. «Digo que 5x3 son 15, 25 más 15 son 40 y algún empate que puedas rascar o no, ya se verá, pero que estamos súper a tiempo de conseguir esas victorias».

Y los 40 puntos apunta a que pueden deparar un chasco en quienes piensen que serán suficiente para estar entre los mejores de la Liga de Fútbol Profesional. En los últimos veinte años, la cifra tampoco ha garantizado siempre esta acción. Lo lógico es que deban sumarse más de 40 para mantener la categoría, algo que ha ocurrido hasta 14 veces en los últimos 23 años, la última en 2019 cuando el Celta llegó a los 41. No obstante en los últimos tres años varios equipos se han librado del 'pozo' sumando algunos menos. El Cádiz, que pelea por salvarse, se quedó en Primera, en la 2021/22, sumando 39 puntos, once más de los que suma actualmente; el Elche, un año antes, se quedó en 36 y el Celta, que ahora mira hacia Europa con 34 puntos, sumó 37 en la 2019/20. En 2016 se rozó la cantidad, sumando el Sporting de Gijón 39 para seguir un año más en Primera en detrimento del Rayo Vallecano.

También es cierto que en ocasiones, como en la 2017/18, el Leganés sumó 43 puntos pero la diferencia con el descendido Deportivo de La Coruña era de 14 puntos, por lo que sin esa cantidad también se hubieran salvado. Los gallegos bajaron ese año con 29 puntos, lo que se traduce en el peor antepenúltimo que ha dado nuestro fútbol.

Otros, pese a superar con creces esa cifra, se vieron abocados a decir adiós a Primera. La salvación más cara desde el año 2000 es la del Numancia con 45 puntos, año en el que se descendieron tres históricos del fútbol español como Betis, que sumó 42; el Atlético de Madrid, con 38 –se quedó dos temporadas en Segunda para ascender– y Sevilla, que sumó dos puntos más que los que ahora tiene la UD Almería, 28. Mientras tanto el Deportivo de la Coruña protagonizó el descenso más caro con 43 en la 2010/11. El límite está en los 35 puntos. Desde que la victoria vale tres puntos nunca se había salvado un equipo con esa cifra. Granada y Deportivo lo hicieron en la 2014/15, empatando con el Eibar, que finalmente se salvaría por el descenso administrativo del Elche, en el último descenso de la UD Almería. El Leganés repitió el escenario dos años más tarde.