El Almería B navega en un mar de intentos sin convertir
Los rojiblancos tuvieron posesión, pero se mostraron exentos de verticalidad ante un Linares que marcó de penalti
El partido en Almería dejó un resultado que se explica en la eficacia de un lado y la ineficacia del otro. El Almería B fue ... el que más se volcó al ataque, generando aproximaciones y cargando el área rival con insistencia, pero careció de definición. El Linares, en cambio, golpeó en el momento exacto gracias a un penalti que Caramelo supo transformar y a partir de ese instante se aferró a su ventaja con disciplina, construyendo un muro defensivo que resistió cada oleada del filial.
UD Almería:
Jesús López; Agulló (Luis Martín, m. 48, Miguel Operé, Edu Plá, Martim Alberto; Romera (Hou, m. 74), Hugo Martín (Josema, m. 46); Marsu (Joan Gázquez, m. 46), Taufek (Tomazinho, m. 46), Marciano e Iker Burgos.
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Linares Deportivo:
Diego Barrios; Víctor López, Fran Lara, Carlos Becker, Manny; Joao Paulo, Alberto Fuentes (Menudo, m. 78); Hugo Díaz (Aranda, m. 78) Jack Harper (Michael, m. 83), Álex Caramelo (Velázquez, m. 66), y Diego Talaverón (Sierra, m. 66).
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: 0-1, m. 29: Caramelo, de penalti.
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Árbitro: Albaladejo García, de Valencia. Amonestó a Miguel Operé (m. 18), Romera (m. 52), Alberto Lasarte (m. 61) y Joan Gázquez (m. 82), de la UD Almería B, y a Manny (m. 26), Hugo Diaz (m. 74) y Aranda (m. 94) del Linares Deportivo.
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IncidenciasL Partido correspondiente a la tercera jornada del Campeonato de Liga de Segunda RFEF, en su grupo IV, celebrado en el Anexo del UD Almería Stadium.
Esa fue la clave de un duelo en el que las sensaciones parecían contradecir el marcador. El filial acumuló posesión, empuje y ocasiones, pero cada avance terminaba diluyéndose sin el premio del gol, mientras que el conjunto visitante, sin necesidad de un juego brillante, se mostró mucho más resolutivo en el instante decisivo. El acierto desde los once metros marcó la diferencia y el partido se inclinó hacia la sobriedad del Linares, que supo manejar los tiempos y frustrar cada intento local.
Con el paso de los minutos, la historia se repitió una y otra vez: el Almería B empujando sin recompensa y el Linares defendiendo con orden, sabiendo que no necesitaba mucho más para llevarse los tres puntos. Así, el duelo fue perdiendo chispa y el resultado quedó justificado por la fría lógica del fútbol: quien aprovecha la ocasión clara, gana; quien se estrella contra la orilla sin encontrar hueco, se queda vacío. Y esa orilla, en esta ocasión, la levantó un Linares que hizo de su solidez la llave del triunfo.
Llegada sin daño
El inicio del encuentro estuvo marcado por un Linares Deportivo que quiso dejar constancia de sus intenciones desde muy pronto. Una internada por la banda derecha sirvió como primera señal de aviso, obligando al filial rojiblanco a estar atento en los primeros compases. Sin embargo, el que se mostró con mayor ambición en campo rival fue el Almería B, que no tardó en dar un paso adelante y en plantarse con determinación en las inmediaciones de la portería contraria. En apenas diez minutos, el cuadro almeriense hilvanó hasta tres ocasiones casi de manera consecutiva -la más clara con un penalti de libro sobre Taufek no sancionado, en el 5- , en una especie de asedio que, pese a su insistencia y a la sensación de peligro generada, terminó sin recompensa por la falta de acierto en el remate final, una circunstancia que impidió que los méritos iniciales se tradujeran en ventaja en el marcador.
Superada esa fase de dominio local, el Linares recuperó terreno y cerca del 17 dispuso de una ocasión de Jack Harper, que conectó un potente cabezazo que, para alivio de los almerienses, salió desviado por el lateral de la portería defendida por Jesús López. Fue un aviso que equilibró la balanza del partido y dio alas a los locales para creer en sus posibilidades.
El penalti
El filial rojiblanco no se quedó atrás y trató de sacar partido de la velocidad endiablada de Marciano Sanca, siempre incisivo cada vez que encontraba espacios. No obstante, fue el Linares quien acabaría golpeando primero. En una jugada rápida, Alberto Fuentes se internó en el área y terminó siendo derribado por Marsu, provocando un penalti que Caramelo convirtió, aunque Jesús López adivinó la trayectoria de su disparo, pero no pudo detenerlo. El Linares se adelantó en el marcador y el Almería B, lejos de venirse abajo, trató de reaccionar casi de inmediato. En el minuto 34, Taufek protagonizó una buena acción por el costado izquierdo, sirviendo un balón que Marciano prolongó desde el lado opuesto, en una jugada que parecía destinada a acabar en el empate. Sin embargo, Jiugo Martín, en boca de gol, no consiguió enganchar el remate con la fuerza y precisión necesarias, enviando el balón fuera y desperdiciando una ocasión de oro.
De ahí en adelante, el Linares supo manejar los tiempos con inteligencia. Se mostró sólido en tareas defensivas, compacto en la zaga y ordenado en la medular, lo que le permitió aguantar con cierta solvencia las acometidas del filial. Al mismo tiempo, buscaba aprovechar las salidas rápidas a la contra, intentando sorprender con transiciones veloces que le permitieran llegar con ventaja al área rival. El planteamiento fue efectivo en cuanto a presencia ofensiva, pero se quedó corto en la definición, ya que la puntería volvió a ser el gran déficit.
Otro decorado
Las entradas de Tomazinho, Joan Gázquez y Josema abrió la segunda parte con el Almería B tratando de salir con velocidad, mientras el Linares, bien posicionado, abortaba los intentos. Tomazinho, en el 56, probó desde fuera del área con un disparo que atajó bien el meta linarense. Éste no sufría porque el filial jugaba con posesión horizontal y sin capacidad de filtrar balones. Pasado el primer cuarto de hora, Alberto Fuentes lo buscó desde fuera del área sin fortuna, la misma que tuvo Marciano, en el 60, en un disparo que fue tapado por un defensor.
No hubo fútbol. El Linares 'amasaba' el balón cuando lo tenía y el filial jugaba con prisas cuando lo recuperaba, para volverlo a perder. El partido se jugaba con poco fútbol, de más a menos con el paso de los minutos, con las llegadas indálicas carentes de acierto en el último pase. Sí es cierto que mantenía el balón, pero no conseguía superar la muralla defensiva linarense, bien plantada. Aún así, en el 75, Tomazinho provocó una falta que la lanzó él mismo y se fue fuera por muy poco.
El dominio de balón carecía de verticalidad y el Linares, cómodo, aprovechaba las salidas para crear incertidumbre. En el 90, Velázquez y Menudo desaprovecharon una doble ocasión para sentenciar, pero la actuación de Jesús López, aunque su meritorio trabajo no repercutiera en puntos para los de Lasarte.
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