Almería tiene la mandíbula de cristal

Hasta el minuto 40, nadie vislumbraba lo que pasó después porque el Castellón dejó muchos espacios, pero el Almería fue una 'escopeta de feria'. En la primera llegada clara del Castellón, el Almería pasó a ser un 'azucarillo' en agua caliente –ni siquiera café porque hubo fases en las que no se vio ni 'sangre'–. Y fue así porque Raúl Sánchez aprovechó esa primera para ponerse por delante en el marcador y 'mediatizar' el partido. El Almería no fue capaz de interpretar el fútbol necesario para volver al campo, primero por desacierto cara a la meta de Gustavo, después porque tampoco acertó para tapar las muchas vías de penetración que concedió al conjunto orellut, que llegó a ponerse 0-3 hasta que Melamed, en una acción a la contra y con suerte –el disparo tocó en Alberto– acortó distancias, pero no hubo tiempo ni para disfrutarlo. De Miguel volvió a situar la diferencia en tres goles y, aunque Luis Suárez se empeñó, no era el día. Demasiada incapacidad –ninguna– y otro 'palo'.

El partido comenzó con ambos equipos enseñando los 'dientes'. El Castellón presionó alto, muy alto, y el Almería trató de robar para sorprender en una contra con balón de Rachad, que jugó de inicio ante las molestias musculares de Leo Baptistao, para Luis Suárez que la mandó por encima del larguero. Con el Castellón abierto, en el 4, otra contra prosperó con otra acción de Luis Suárez que se la cedió a Nico Melamed, pero su disparo se estrelló en un defensor para forzar córner.

Al partido le estaba faltando el gol, pero llegadas las hubo por parte y parte, aunque faltos ambos equipos de acierto en el último pase. El Almería, sin presionar muy alto, se agarró a la velocidad a la contra para tratar de sorprender a un equipo muy abierto. En del 16, una acción de Nico Melamed por la izquierda, la cortó en falta Óscar Gil y el lanzamiento del catalán se fue a la misma escuadra de la meta castellonense. Sobre ésta se cernía el peligro constante porque el Almería se valía de la buena construcción de Sergio Arribas para, en el 19, asistir a Nico Melamed que se marchó fuera, excesivamente cruzada.

El Almería aprovechó la osadía del cuadro albinegro porque, un minuto después, otra acción tras pérdida la intentó arreglar Nico Melamed con otro disparo que se marchó de nuevo fuera, con el posterior lamento de los indálicos, que se manejaban bien en defensa para impedir que los castellonenses se dedicaran a atacar y los dos mediocentros retrasaron su posición. Antes, Chirino, en el 25, salvó un balón picado de Luis Suárez que firmó otra ocasión indálica.

Antes del descanso, el Almería se mostró impreciso en el pase y el Castellón se fue arriba, llegando con muchísima gente. Una pérdida de Marc Pubill provocó un primer córner y el segundo lo puso Seuntjens, desde la izquierda, al primer palo y Raúl Sánchez, de cabeza, se anticipó a Luis Suárez y a Rachad y puso el 0-1.

En la reanudación, el Almería empujó para buscar la igualada, pero dejando espacios. Así, en el 49, Seuntjens buscó la sorpresa, pero Luis Maximiano evitó el peligro en un partido de ida y vuelta que propició otra ocasión indálica, un minuto después, tras una gran acción de Luis Suárez por la derecha que generó la ocasión con un triple remate –los dos últimos de Lucas Robertone– en el que el último se fue fuera por poco.

El cafetero, en el 52, volvió a entrar por derecha para poner un excelente servicio para Nico Melamed, cuyo disparo, desde el segundo palo, lo consiguió despejar Gonzalo Cretazz.

El partido, de ida y vuelta, no varió en la exposición. Schreuder refrescó su equipo, pero fue uno de los habituales, Suntjens, el que lo intentó desde fuera del área y Luis Maximiano, atento, metió la mano para salvar el gol. En el 61, una gran acción de Van den Belt puso el 0-2, tras irse de varios rojiblancos, sin que nadie cortara su 'paseo'.

El Castellón no dejó de buscar más goles. El exceso de confianza condujo al equipo a desajustes que los pagó caro el Almería, porque una acción de Mamah por la derecha, en el 71, acabó con balón para Cala y centro de éste al segundo palo lo cabeceó De Miguel al fondo de las mallas.

El Almería no quiso irse sin aparecer y, en el 71, Nico Melamed, en una acción propia, disparó a portería, tocó en Alberto y los rojiblancos acortaron distancias. Pero, sin remedio, porque una acción en el 75, Suero la aprovechó para poner el 1-4.

El partido no dejó de ser lo que era, una locura para los aficionados al fútbol y para los del Castellón –no para los indálicos–. Pese a todo, una acción en el área que revisó el VAR acabó en penalti sobre Pubill que Luis Suárez convirtió, en el 80, con tiempo, para en esta locura y soñar con algo más. Pero el Almería concedió mucho y De Miguel, a pase de Villahermosa, puso el quinto, dejando a los rojiblancos 'en la lona', sin capacidad de reacción porque a la guerra hay que ir pertrechados, no con mandíbula de cristal.