En el Almería no llueve a gusto de todos

Para ese bajón de espectadores no cabe duda que debe ser explicación preferente el hartazgo de la temporada que viene realizando el equipo y que la afición debe estar cansada de asistir al Power Horse Stadium a dejarse la voz, pero luego ver perder al equipo. El horario no es excusa porque ha habido días con horas peores que un sábado a las 16.15 horas para jugar un partido. Puede ser referente el tema de las inclemencias meteorológicas y no es agradable estar dos horas empapándose y la pertinaz lluvia del sábado debió ser un 'parapeto' que debilitó al más entusiasta para acudir a ver un partido que tenía el atractivo de ser el primero tras una victoria, la primera en Primera División del presente curso. Evidentemente, 'chapó' para los 10.565 espectadores que se dieron cita, entre los que había un nutrido grupo de seguidores rojillos en el sector visitante.

En alza

Que Almería quiere fútbol lo demuestra la asistencia a un Power Horse Stadium que no se 'echa atrás' por los malos resultados, en una prueba inequívoca del arraigo de la inmensa mayoría de esos 203.384 espectadores que han asistido al recinto almeriense, dato que incluye también la de aficionados a los equipos rivales que estuvieron en la grada visitante. Esa media de asistencia sólo contrasta con la de la primera temporada en Primera División, con la anterior propiedad. En aquella 2007/08, acudieron a ver los 19 partidos de Liga jugados en casa 297.015 espectadores, lo que supone una media de 15.632 por partido –la entrada mayor fue de 21.000 espectadores en el partido de la trigésima jornada disputado frente al Levante UD–. Cierto es que el escenario tenía un aforo más amplio que el actual, donde el partido disputado frente al actual líder de la clasificación supuso la entrada de 17.561 espectadores. La actual campaña liguera es la segunda en número de asistentes y aún quedan partidos atractivos por celebrar en el recinto como FC Barcelona y, sin ser de la misma 'categoría' sí que tendrá el aliciente de una posible permanencia, con la visita del Cádiz, que está peleando por ella.

Pero sí es cierto que se aprecia una 'bajada' en las últimas jornadas. De hecho, de los últimos siete partidos que el conjunto rojiblanco ha disputado como local, sólo el celebrado frente al Atlético de Madrid, por la entidad del rival, y el jugado frente al Alavés, que fue el posterior al robo del Santiago Bernabéu y considerado como un día para exponer el hartazgo por lo sucedido en ese partido, se superó la media de 13.559 espectadores que surge de la división entre las 203.384 personas que han pasado por los tornos del Power Horse Stadium y los quince partidos disputados en la presente campaña.

Del récord a la 'bajeza'

La temporada ha ido en descenso en afluencia. Las primeras jornadas del campeonato reflejaron las mejores cifras incluso con el récord de asistencia de la temporada y una asistencia que supera la que fue mejor entrada de espectadores en el pasado campeonato. En la 2022/23, el partido ante el Barça, que lo acabó ganando el cuadro almeriense con aquel gol de El Bilal Touré, lo vieron 15.279 espectadores. En la segunda jornada, ante el equipo de los Bellingham, Vinicius y compañía, asistieron al campo 17.561 espectadores, con descenso lógico como consecuencia de la entidad de los rivales, pero siempre por encima de los 14.000 aficionados, haciendo 'caso omiso' al calor o al intempestivo horario. El primer día de campeonato, ante el Rayo Vallecano dirigido por el almeriense Francisco, fueron 14.837 los espectadores asistentes en partido jugado a mitad de agosto, con un temperatura por encima de los 30 grados –hubo algún que otro desmayo–, pese a los 26 grados que se aseguraba desde el 'observatorio meteorológico' de LaLiga.

Fueron casi los mismos los que asistieron, al hilo de vivir un día histórico como podría ser la primera victoria del equipo en la campaña, a los partidos frente al Celta (14.196), Valencia (14.266) o Granada (14.264).

El resultado pudo ser un 'bajonazo' en una afición que empezó a verle 'las orejas al lobo', sin atender a horarios. Porque ante Las Palmas, ya con Gaizka Garitano debutando en casa tras hacerlo en aquel esperpéntico partido disputado en Montilivi que comenzó ganándolo el equipo indálico con dos goles de Leo Baptistao y que acabó en derrota (5-2), la asistencia bajó en más de dos mil espectadores para ser de 12.132. La Real Sociedad 'rescató' a casi mil (13.016) y el día del partido ante el Real Betis alcanzó los 14.253, pero con, seguramente, mucho aficionado llegado desde Sevilla en el sector visitante y en otros puntos de los graderíos.

Poca luz

Las ganas decrecieron a la par que las sensaciones del equipo para ganar partidos y eso que el equipo parecía ir mejorando en sus prestaciones, se concedían menos opciones al rival y, añadiendo al Betis, encadenaba señales de vida. Al conjunto verdiblanco lo tuvo en la mano para ganarle, al Atlético también le hizo pedir la hora en el Cívitas Metropolitano, el Girona la pidió en Almería, asumiendo su técnico, Míchel, que se llevaron más de lo que habían merecido. Pero entonces fueron 175 personas más (12.111) que las que acudieron a ver el partido frente al Mallorca (11.936).

Tras el 'partido protesta' frente al Alavés, con 13.817 espectadores, sólo ante el Atlético se alzó el vuelo (14.472 aficionados), pero con mucho colchonero por ser sábado, aunque fuese a las 9 de la noche. Ante el Sevilla, que fue el siguiente, menos de la media (13.095) y el último partido ante Osasuna la diferencia con respecto al día con más publico es de casi siete mil personas menos (6.996), que es mucha diferencia.

Horas y días

Desde el inicio del campeonato, el único horario que no ha probado la UD Almería es el de las 18.30, aunque se entiende que las tres primeras fechas se retrasaría el horario para hacerlo menos intempestivo y los dos primeros partidos se 'asemejan', pues ambos se jugaron a las 19.30 horas. Ante el Celta, 1 de septiembre, se jugó a las diez de la noche. Son los tres horarios que se salen de los que habitualmente fija LaLiga, de las 21.00, 14.00, 16.15 y 18.30. Así, la UDA ha jugado en casa cinco partidos a las nueve de la noche, dos en viernes, uno en sábado, y dos en lunes. El horario de las dos de la tarde ha sido fijado en cuatro partidos, de los que tres se jugaron en domingo y uno en sábado y los tres restantes se jugaron a las 16.15 horas, de los que dos se jugaron en sábado y uno en domingo.

El sábado es el día de la semana en el que más veces jugó como local la UDA, con seis encuentros, en domingo jugó cuatro, en viernes tres y en lunes dos.