El Almería impone la métrica del fútbol

Un disparo que no busca el gol es solo un suspiro perdido en el viento. La capacidad de transformar oportunidades en gol es la chispa que incendia el marcador. No basta con atacar, hay que hacerlo con intención letal. La métrica aquí mide cuántas veces el rugido de la tribuna responde a la precisión del artillero. Y el balón es un corazón que late al ritmo del dueño. Dominar la posesión no es sólo retener el balón, es dictar el compás del encuentro, asfixiar al rival con pases precisos y tomar el pulso del juego. La métrica captura cuán dueño es un equipo del tiempo y del espacio. Y la UDA no gana sólo atacando, sino evitando que el enemigo celebre. La defensa es el arte de anticipar, de cerrar caminos antes de que se abran. La métrica mide la capacidad de desactivar amenazas antes de que se conviertan en peligro real, pero más allá de números, la victoria es una historia escrita en cada pase, cada recuperación y cada gol. La métrica sólo intenta capturar, en fría lógica, lo que en el campo es pura pasión, la que surge de la solidez de un líder.

Intensidad

Rubi eligió a Rubén Quintanilla para sustituir a Gonzalo Melero. El partido comenzó con intensidad. El Córdoba, espoleado por su afición, buscó acercarse a la meta de Luis Maximiano. Sin embargo, el Almería se mostró paciente y una recuperación de Leo Baptistao provocó una contra en la que el brasileño asistió a Luis Suárez, cuyo disparo se marchó fuera de la meta defendida por Carlos Marín. El Córdoba presionaba alto y con muchos efectivos, y el cuadro indálico esperaba su momento, con Alejandro Pozo entrando por la derecha y proponiendo finalización. En el minuto 10, la acción del sevillano acabó sin remate inicial, pero, después de la mala salida de balón cordobesistas, Rubén Quintanilla finalizó con un disparo que se fue fuera, pero ajustado al palo izquierdo de la meta blanquiverde.

El Córdoba encontró 'descuidos', en el 16, una acción de Adilson Mendes por banda izquierda acabó con éste encarando a Chumi, pero el disparo lo tocó Luis Maximiano para despejar el peligro, justo lo mismo qu en el 17, cuando el luso sacó una buena mano que evitó que el disparo de Carracedo llegara a las mallas. Ese córner del cancerbero ocasionó otra acción notable, sacando una mano en una acción de Lapeña que dejó pasar el balón y Maximiano logró despejar el peligro.

Juego subterráneo

El Córdoba se comportaba con mucho juego duro por bajo, sin embargo la amarilla fue para Luis Suárez al sufrir un resbalón cuando la falta fue de Calderón que había levantado excesivamente la pierna. El Almería manejó los tiempos y cambió el modo de atacar, haciéndolo por la izquierda. En el 28, Nico Melamed fue objeto de una falta que dio paso al gol. El lanzamiento del barcelonés al área lo intentó cabecear Marc Pubill, pero fue derribado por Théo Zidane y Moreno Aragón no dudó en señalar los once metros. Luis Suárez, paciente y con calma, logró batir a Carlos Marín que, pese a adivinar la dirección, no llegó para atajarla.

Sin fortaleza en el centro del campo, el partido se desarrolló con acciones en un área y otra. En el 37, una recuperación de Leo Baptistao pudo provocar el segundo, pero Luis Suárez, que encaró a Carlos Marín, ni acertó a marcar ni estaba en posición reglamentaria. Posteriormente, una pérdida de Nico Melamed la solventó el cruce de un Bruno Langa veloz que forzó a la amarilla de Carlos Isaac, en el 41. Sin más fútbol en esa última fase de la primera parte.

Otro escenario

El partido, en la segunda parte, tuvo una acción que dejó al Córdoba con uno menos por una inteligente acción de Luis Suárez que recibió un balón que había puesto en movimiento Luis Maximiano, Leo Baptistao prolongó de cabeza y el cafetero se escapó de Calderón para 'frenarse', sentir el agarrón del lateral cordobesista y caer para que el lateral blanquiverde viera la roja. La falta de Melamed se fue rozando el larguero mientras el Córdoba, con uno menos, modificada el once dando entrada a Albarrán por Zidane, y el Almería fue a lo suyo.

En el 50, la acción de Baptistao pudo hacer el segundo, pero no llegó al servicio. Sí llegó en el 51, tras una buena acción de Bruno Langa, por la izquierda a cuyo centro no llegó Luis Suárez pero sí el brasileño que la clavó dentro para poner más distancia en el marcador, también en el juego porque el Córdoba seguía dejando autopistas por las bandas. En el 54, Luis Suárez se escapó por la izquierda y a su centro no llegaron ni Leo Baptistao ni Nico Melamed.

Por poco

En el 61, faltó entendimiento entre el cafetero y el jugador barcelonés para hacer el tercero. Bruno Langa, dos minutos después, no definió y Carracedo pudo meter al Córdoba en el partido, pero lo evitó un Alejandro Pozo espectacular en la cobertura para dejar en 'agua de borrajas' la pérdida de Langa. Dos minutos después, si había alguna duda de que el Almería iba a ganar el partido, la disipó Nico Melamed en una acción por la izquierda, con disparo final que tocó en Xavi Sintes, lo que hizo inútil la estirada de Carlos Marín, que no llegó para poner 'cerco' al tercer gol de la UDA.

Rubi siguió gestionando esfuerzos. Fue el momento para que, con 15 minutos por delante, volvieran a aparecer Lucas Robertone y Lázaro Vinicius en lugar de Rubén Quintanilla y Marc Pubill, con el Almería manejando el partido a su antojo y mostrándose muy superior ante un Córdoba sin capacidad de respuesta. El partido avanzó con demasiado 'buenismo' indálico, compartiendo acciones que pudieron poner un escandaloso resultado a favor. El Almería no quiso hacer más daño, pero salió del Arcángel con el calificativo del 'primer gran equipo' que pisa su césped esta temporada. No hay más que ver el partido. Solemne.