UD Almería

Que en el Almería cada uno haga lo que mejor debe saber hacer

Con estadísticas que hacen creer que los almerienses deberían estar, como mínimo, en la parte media de la tabla clasificatoria. Con números, de esos en los que se basan los analistas para hablar de un equipo o de un jugador de manera individual, que ponen a los de Vicente Moreno como un bloque que controla los encuentros, que sufre más faltas que otros equipos, que no debe hacer tantas como los contrarios, con una estadística que debería ser la más clara demostración de que el puesto de la UDA, tras las cinco primeras jornadas, tendría que ser uno de los que, a esta altura, se colocara en zona europea. Justo cuando es todo lo contrario.

Y lo es, básicamente, por lo que está ocurriendo en las áreas. Con solamente tres equipos que han marcado menos goles que los rojiblancos (Las Palmas -1-, Mallorca -4- y Celta -4-). En el caso de los gallegos, tres de ellos los consiguieron en el Power Horse Stadium para llevarse la única victoria que han sumado hasta el momento. Un dato que es la otra cruz de la misma moneda en la que no hay ninguna cara. Porque los de Vicente Moreno, pese al gran dominio que están teniendo en grandes fases de los encuentros en cuanto a la posesión y las llegadas al área rival, son el segundo equipo que más goles ha recibido en esta competición.

Sin necesidad de que el rival de turno los haya encerrado en su propia área. Más de una decena de goles encajados producto, casi siempre, por los llamados «errores individuales». Lo que está condenando al Almería a que las sensaciones se estén quedando sin el premio de los puntos en la clasificación.

Datos, en las dos áreas, que han acrecentado un aspecto clave en la historia del fútbol. Que los defensas deben defender y los atacantes deben hacer los goles. Por mucho que se insista en que «todos atacan y todos defienden». Algo que, números en mano, al Almería le está costando encontrar en este inicio de la nueva Liga EA Sports.

Porque ninguno de los cinco goles marcados ha sido de algún delantero del equipo. Luis Suárez y Largie Ramazani lo han intentado en cinco ocasiones cada uno. El resultado también ha sido el mismo: 0. Con Lucas Robertone teniendo el mismo porcentaje de acierto (nulo), habiendo intentando el remate en cuatro oportunidades. Un particular podio que ha dejado el aspecto goleador para otros compañeros.

Con un Sergio Akieme que ha marcado dos goles en tres remates. Para que Sergio Arribas tenga un porcentaje del 100% de efectividad. Dos remates entre los tres palos y dos goles. Porque ante el Celta de Vigo mandó una a las nubes, cuando estaba delante de Villar, con Koné al lado. Mientras que el otro gol, logrado por Kaiky Fernandes, también fue en el único remate, hasta la fecha, del central brasileño. Por tanto, otro con efectividad plena... de otro no delantero.

Porque la pólvora, hasta la fecha, ha estado muy mojada entre los que han sido contratados, por lo hecho en otros clubes, para lograr los goles en una plantilla que, el pasado curso, vio que hasta un total de 19 jugadores diferentes marcaron a lo largo de todo el ejercicio.

Pero, como se puede comprobar por los 'nombres' que salen en las estadísticas, no todas las culpas deben centrarse en la nulidad ofensiva de los teóricos goleadores. Principalmente porque si los defensas han marcado, también han cometido errores que han costado puntos e, incluso, quedarse con uno menos. Dos goles encajados desde el punto de penalti ante el Rayo. Varios en jugadas de estrategia (Cádiz y Celta de Vigo). Sin olvidar haberlo hecho a la contra por un claro desajuste defensivo. Datos que en el vestuario de la UDA creen que debe cambiar ante el Valencia.