Almería y Granada se emplazan para verse el curso que viene
Los dos peores equipos de la categoría escenifican un partido en el que salen a relucir las carencias que les tienen en el pozo de la clasificación sin opciones para salir de él
Granada y UD Almería están donde están por jugar partidos como el 'disputado' en el Nuevo Los Cármenes y que sigue condenando al equipo indálico ... a un descenso cada vez más próximo y eso que ayer tuvo un inicio de partido interesante en el que marcó tres goles, valiendo sólo el primero, pero desapareciendo a mitad de la primera parte. Enfrente, un Granada que no supo interpretar las carencias indálicas, puede que por que se parezcan mucho a las suyas y que no ha dado para salir de la zona de descenso en ninguna de las 24 jornadas de Liga anteriormente celebradas. El Almería, mal en el balón parado, no expuso mucho error en esa parcela, apenas nada en la primera parte, en la que se adelantó muy pronto con un zapatazo de Marc Pubill. El Granada, con el mismo mal endémico, se frotó las manos cuando el equipo 'hermano' tuvo ocasiones para haber hecho más daño.
Granada CF:
Augusto Batalla; Ricard, Miguel Rubio, Kamil Piatkowski, Carlos Neva; Sergio Ruiz, Martin Hongla (Gumbau, m. 64), Gonzalo Villar (Maouassa, m. 32 -Antonio Puertas, m. 90); Facundo Pellistri (Józwiak, m. 90), Myrto Uzuni y Óscar Melendo (Lucas Boyé, m. 46).
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UD Almería:
Luis Maximiano; Marc Pubill, Édgar González, Alexandar Radovanovic, Bruno Langa; Lucas Robertone, Iddrisu Baba (Dion Lopy, m. 84); Sergio Arribas (Alejandro Pozo, m. 64), Jonathan Viera (Melero, m. 84), Adrián Embarba, y Choco Lozano (Marezi, m. 73).
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Goles: 0-1, m. 8: Marc Pubill. 1-1, m. 74: Uzuni.
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Árbitro: Gil Manzano, extremeño, auxiliado en el VAR por el navarro Prieto Iglesias. Amonestó a Gonzalo Villar (m. 3), Marc Gumbau (m. 67), del Granada CF, y a Lucas Robertone (m. 76), Alejandro Pozo (m. 88) y Radovanovic (m. 96), de la UD Almería.
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Incidencias: Partido correspondiente a la jornada vigésimo quinta del Campeonato de Liga de Primera División, Liga EA Sports, celebrado en el Nuevo Los Cármenes.
No lo hizo y el partido se bandeó en favor de un equipo nazarí pésimo en definición. Tuvo ocasiones para adelantarse con Hongla y Ricard Sánchez, pero no atinó. El equipo de Gaizka Garitano sí supo correr, pero sin encontrar botín porque definir, lo que se dice definir, no es su fuerte. Marezi, cuando el 'juego' -si se puede llamar así a lo visto ayer- expiraba y los dos equipos buscaban algo que les diera los tres puntos. Pudo hacerlo Marezi, protagonista en dos acciones, pero 'entró tarde', primero al campo y después al golpeo de balón en una UDA con menos pegada que el Granada y éstos con menos pegada que la UDA. A los dos les falta un Topuria con 'mala baba' en los últimos tres cuartos de campo.
Templanza
El partido empezó bronco, con el Granada tratando de marcar territorio con demasiada dureza, tanto que a Gonzalo Villar le perdonaron una roja clarísima en el minuto 3 a la tibia de Robertone. Con el Almería teniendo el balón, un error en un saque de banda, en el minuto 6, llegó el primer error infantil del día, pues no cerró a un Uzuni que se plantó ante Luis Maximiano y su disparo se encontró con el meta indálico que mandó el balón a saque de esquina, escenificando un partido con ritmo y sin centro del campo, aunque la ocasión fallida marcó lo que pasó después. En uno de esos balones sueltos, Marc Pubill aprovechó el error de Martin Hongla y se plantó en la frontal del área para batir, con la diestra, a Augusto Batalla, que no vio cómo el balón entrada por su escuadra como una exhalación.
Con el Granada sufriendo el golpe, Adrián Embarba engatilló un balón prolongado por Jonathan Viera, pero tirando la jugada hacia atrás se marcó un fuera de juego de Édgar que quitó validez al que hubiese sido el 0-2 -con las líneas para examinarlas-, con un conjunto nazarí convertido en un manojo de nervios, ante un Almería controlando el partido, con presión adelantada, como también la intentó usar el equipo nazarí, incapaz de defender las contras de la UDA. En el 22, por milímetros, no subió el tanto de Arribas al marcador.
Menos presión
Martin Hongla, en el 25, probó fortuna desde fuera del área, pero el balón rozó en un rojiblanco para irse a saque de esquina, en fase en la que el Almería empezó a ceder terreno y el equipo nazarí a conquistarlo, jugando en campo contrario y menos presionado. Aún así, el Almería pudo meterle mano por la pésima defensa que, a balón parado, hizo el equipo nazarí porque, en el 44, un saque de esquina de Lucas Robertone lo remató por encima del larguero Édgar, en el tercer remate a balón parado que hacía el central indálico en la primera parte.
La segunda, en su inicio y con un Granada jugando con dos arribas -entró Lucas Boyé por Óscar Melendo-, fue controlada por el Granada de inicio, con llegadas sin finalizar. Primero, en el 49, con remate fuera de Martin Hongla y, después, con otro de Maouassa, fruto de la mejor predisposición del Granada, obligado para no dejar escapar la desventaja, que figuraba desde la primera parte y que no fue capaz de interpretar el Almería. En el 55, un balón por la izquierda no fue capaz de 'acomodarlo' Ricard Sánchez, que no fue capaz de meterla, saliendo Bruno Langa para evitar el tanto.
Un error y...
Las intenciones del Granada provocaron espacios que trató de interpretarlos el conjunto indálico, con llegadas, como la de Choco Lozano, en el 61, cabeceó un centro desde la derecha, pero por encima del larguero, con el Almería robando el balón y llegando a las inmediaciones del Granada, con problemas para recuperar el balón en un partido sin riendas. Pellistri, en el 65, remató fuera un buen servicio de cabeza desde la banda derecha, con réplica indálica, tras una falta en la frontal del área, escorada a la derecha, que Adrián Embarba quiso poner a la escuadra, pero Augusto Batalla interpretó la acción para no incurrir en error.
El Almería interpretó lo que necesitaba el partido con la presencia de Gonzalo Melero en el campo, dando tranquilidad al movimiento de balón, defendiendo con él y haciendo que el Granada comenzara a desesperarse, en gran medida por el hecho de jugar con dos hombres en punta. El Almería trabajó con acierto en defensa. El Granada, con la necesidad, corrió a la contra tras error en el centro del campo, y Myrto Uzuni, en el 74, la clavó para poner las tablas con quince minutos por delante. Aún pudo ser peor porque el VAR se encargó de rectificar la señalización de Gil Manzano, que señaló un penalti de los que a la UDA le han hecho 'miles' sin pitar ninguno a favor. Fue un empujón sin empujar de Marc Pubill que el extremeño interpretó para sancionar un penalti inexistente que rectificó Prieto Iglesias desde el VAR.
Pudo ganar cualquiera o perder los dos
Con Baba habiendo pagado el esfuerzo realizado, entró Dion Lopy. El Almería buscó el gol en una acción a la contra que Pozo no fue capaz de interpretar, dejó el pie atrás para sentir el contacto de Batalla y se ganó una clara tarjeta amarilla por intentar engañar. Con diez de descuento, el partido se inclinó a favor de un Granada que, en el 92, tuvo un disparo de Lucas Boyé que se marcó fuera.
A la contra, en el 94, Melero dejó correr un pase de Robertone que le cayó a Marezi, pero éste no fue capaz de aprovechar el uno contra uno para sentenciar el partido. Se lió para definir y Batalla sacó el balón que tampoco fue capaz de aprovecharlo 'en la repetición' el delantero centro serbio, como la que tuvo en el 97, en una acción en la que ninguno fue capaz de interpretar. La contra de Marezi no supo manejarla porque el balón no llegó al destinatario oportuno, con Édgar preparado para haber cerrado con gol otra contra.
Se cerraba un partido que en su tramo final o pudo ganar cualquiera, pero cuando las carencias son tales como las que expusieron ambos equipos es difícil hablar de que la victoria debió llegar para uno de los dos. Lo cierto es que ninguno de los dos da para más que para empatar e ir preparando el adiós a la categoría.
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