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El Almería se da un festín ante un Dépor al que hace frágil con fútbol
Segunda División ·
Los rojiblancos firman un soberbio partido para retornar a la senda del triunfo y destrozar a un rival que nunca hizo daño; cierra así seis jornadas en las que sólo sumó dos puntosJuanjo Aguilera
Almería
Domingo, 8 de marzo 2020, 00:30
La victoria es la única medicina que derrumba las murallas que construye la ansiedad. Esta se enquista, se endurece y sólo el gol es ... capaz de convertir las lanzas en cañas. ¿Milagro o trabajo? Lo segundo, sin ningún género de dudas. Cuando las cosas no salen es la insistencia y creer en que lo que se hace reflejará el premio del triunfo más tarde o más temprano. No es casual, pero sí un paso de gigante la conquista frente al Dépor si se compara con lo hecho en las últimas jornadas. Es verdad que pudo merecerse algo más ante Fuenlabrada o la semana pasada ante el Cádiz, pero el mismo gol que da tranquilidad ahora pudo sumar de desesperación la mentalidad del equipo. Y, entonces, la 'bolita', que antes no entraba, dice de entrar, siempre gracias al trabajo, para crecer con la victoria. ¿Quién no la necesita, quién no la aprovecha?
UD Almería
Fernando Martínez; Iván Balliu, David Costas, Nikola Maras, Iván Martos; César de la Hoz, Valentín Vada (Sergio Aguza, m. 64); José Corpas, Juan Muñoz, Fran Villalba (Enzo Zidane, m. 79), y Darwin Núñez.
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RC Deportivo
Dani Giménez; Mujaid, Peru Nolaskoain, Montero; Eneko Bóveda (Hugo, m. 6), Uche Agbo, Goku Shibasaki, Víctor Mollejo; Ager Aketxe, Sabin Merino (Beauvue, m. 46) y Emre Çolak.
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goles: 1-0, m. 11: Darwin Núñez. 2-0, m. 29: Iván Balliu. 3-0, m. 52: Juan Muñoz. 4-0, m. 90: Darwin Núñez.
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árbitro: Trujillo Suárez, perteneciente al colegio tinerfeño, auxliado en el VAR por el madrileño Ortiz Arias. Amonestó a Fran Villalba (m. 78), de la UD Almería, y a Peru Nolaskoain (m. 45) y Víctor Mollejo (m. 62), del RC Deportivo.
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incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo primera jornada del Campeonato de Liga de Segunda División A, Liga SmartBank, celebrado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ante 9.116 espectadores.
Ante el Dépor, el Almería necesitaba un triunfo de este calibre. Sin sufrir. No lo hizo nunca porque el rival, puede que frágil, vio más amplias sus carencias a costa de un buen rendimiento de los indálicos. Incluso el primer gol, en el minuto 11, de Darwin Núñez nadie lo 'agarró' con confianza, acordándose un poco de lo que pasó en Cádiz, pero sí es cierto que el trabajo posterior solidificó las intenciones para acercar al equipo a la gloria, a la misma vez que ponía al Dépor en el 'infierno'. El paso de los minutos fue dando la razón. Balliu, en su mejor partido, puso el segundo y 'echó' al equipo herculino del campo. En la segunda, los de Fernando Vázquez ni entraron y el Almería, crecido, jugó gustándose para firmar, con dos goles de la pareja letal –Juan Muñoz y Darwin Núñez–, la más necesaria de las victorias, que permite a los rojiblancos estar más cerca de la gloria y al Dépor en la 'caldera del infierno', de la que, sin haberse acercado nunca, parecía estar metido de lleno el cuadro rojiblanco.
Intenso
El Almería salió a quitarse la presión y la mejor medicina, la de un gol, no tardó en llegar. El principio, sí es cierto, deparó un Dépor fiel a su actual fórmula, la de acumular hombres atrás para no dejar huecos. El equipo almeriense, de todas formas, trató de perjudicar la salida de balón deportivista con presión alta. Hubo intentos, pero no se tiró descaradamente al ataque, sí esperó para salir. Un robo de balón en el centro del campo dio pie a una combinación entre Valentín Vada e Iván Balliu y el centro de este lo peleó Darwin Núñez con Montero y el charrúa conquistó el balón para batir a Dani Giménez y rebajar la ansiedad por las seis semanas previas al duelo.
El conjunto rojiblanco usó entonces ese camino. El balón lo tuvo el Dépor, con un Almería tratando de sorprenderle con la fórmula que trató de poner el equipo de Fernando Vázquez. Este tuvo la suya en una acción por banda izquierda por parte de Víctor Mollejo, en el minuto 17, pero el centro del jugador albiazul no encontró conexión pues se anticipó Fernando para despejar el balón.
Poco a poco se fue quitando la presión. Valentín Vada tomó galones en el centro del campo, buscando casi siempre a los dos estiletes por banda derecha, por donde aparecieron Iván Balliu y José Corpas. Los dos, participantes también en la acción del gol de Darwin Núñez, se asociaron en el 29 para hacer el segundo. Corpas fue el asistente y Balliu el encargado de buscar el 'palo corto' de Dani Giménez para dar tranquilidad a la UDA con el ese buscado tanto, ejecutado con la pierna izquierda.
Todar sin nada
El equipo de Fernando Vázquez, muy metido atrás en anteriores partidos y también en el inicio de este, se vio obligado a presionar la salida de balón del equipo almeriense, incluso en campo rojiblanco. En esa, aunque el Dépor lo intentó, se encontró con una UD Almería que movió el balón sin concesiones, que fue muy intenso en la primera parte. El Dépor sólo lo intentó por medio de Vallejo, pero nunca tuvo la sensación de haber estado cerca del gol ante un equipo indálico bien plantado sobre el terreno de juego que además aguantó hasta llegar al final de la primera parte.
En el inicio de la segunda, conjunto de José María Gutiérrez fue más intenso incluso que en la primera, si cabe, porque en los primeros minutos se metió en el área del cuadro herculino, incapaz de sacárselo de encima. Iván Balliu lo buscó en el minuto 47, con un disparo que se fue a saque de esquina y, en la acción siguiente, el que pudo completar el objetivo fue el valenciano Fran Villalba, que buscó el palo izquierdo de Dani Giménez, que metió la mano y la sacó a córner.
Apareció de forma esporádica el Deportivo de La Coruña. Lo hizo en el minuto 50 con una acción por banda derecha de Ager Aketxe que remató cruzada Víctor Mollejo, pero desviada de entre los tres palos de la meta rojiblanca. El Almería no esperó. Otra vez sacó fruto al robo arriba. César de la Hoz, ese jugador que no se ve cuando está, pero que se echa en falta cuando no, robó el balón en la línea de medios deportivista, se la puso a Juan Muñoz, este para José Corpas, que merecía el gol, pero encontró el palo izquierdo de la meta de Dani Giménez. El rechace del lanzamiento le cayó a otro que también lo merecía, Juan Muñoz, que se encargó de poner el tercero y darle 'anestesia' al partido.
No hubo nada más que intentos de un Dépor intentando meterse en el partido ante una UD Almería que amasó el balón, que con descuidos incluso no vio peligrar la ventaja conquistada por los de un José María Gutiérrez tranquilo, porque era eso lo que transmitió el equipo rojiblanco. Sólo un disparo de Ager Aketxe, en el minuto 86, pudo romper la tranquilidad porque puso en aprietos a un Fernando que respondió con una mano que mandó el balón al larguero para regresar a las manos del cancerbero murciano.
La acción reflejó las maldades y las bondades del fútbol. El Dépor, que no cejó en su empeño de buscar el gol aunque fuese el del honor, se quedó con la miel en los labios. El Almería, cuando recuperó el balón, volvió a hacer daño. En el minuto 90, una gran acción, otra gran acción, de José Corpas acabó con un centro al área cazado por Darwin Núñez que se encargó de firmar el cuarto y cerrar un partido que llena de tranquilidad a los rojiblancos, más cerca de la gloria que del infierno al que una racha de seis partidos sin ganar parecía abocarle.
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