La UD Almería, un equipo con retos cumplidos, o no, en el último suspiro
El equipo rojiblanco tiene una cita con la historia que recuerda permanencias en el 'último minuto' o descensos por no hacer los deberes
La competición, actualmente, suele durar nueve meses. Los retos, se consigan o no, son fruto del trabajo de ese plazo. Un equipo no asciende o ... desciende de rebote, lo hace porque durante las 42 jornadas, en Segunda División, o las 38 en Primera, ha conseguido sumar más que sus rivales por lo generado desde la primera hasta la última jornada o no ha logrado el objetivo por haber perdido o empatado el último partido. Los rojiblancos se juegan el sábado el ascenso directo y de este modo no tener que esperar a la última jornada a solventar 'cuentas'.
Lo de llegar a la última jornada sin los deberes hechos es una cosa del fútbol. La emoción para los 'ajenos' no está pagada con nada, pero para los propios es un fastidio. O que se lo pregunten al Madrid de los 90 y aquellas dos ligas perdidas en Tenerife o al propio Almería –al que desde sus cenizas nació la actual UDA– cuando en la temporada 1996/97 se tiró seis jornadas sin sumar un solo punto que le costó el descenso. Necesitaba ganar un partido de esos para haberse librado del descenso –el último en casa frente al Ourense que tenía los mismos puntos y el empate no le valía porque los gallegos ganaron en la ida– que provocó un largo 'peregrinar' que le costó incluso descender a Tercera División para, luego, protagonizar un 'estirón' que le permitió años después, ya como UDA, disfrutar de seis temporadas en Primera.
También como Almería CF, el último ascenso a la categoría de plata del fútbol español –como el logrado en la 1994/95, con el CF teniendo que ganar en la Ciudad Deportiva del Valencia en Paterna y que el Racing del Ferrol no ganara en La Malata al Beasain– estuvo marcado por la obligación que no se saldó hasta la última jornada del playoff, con disputa con el Real Madrid Castilla. Los rojiblancos habían logrado la victoria en las tres primeras jornadas, 'ganaron' el golaveraje en Madrid con la derrota por 3-1 –en Almería se venció 4-1– y a la última jornada el Almería llegó a Pasarón con 12 puntos, mientras el Real Madrid lo hizo con diez. A los indálicos les bastaba con empatar, sabedores de la 'victoria' madridista frente al Espanyol B, pero no dieron opción porque se adelantaron con gol de Olivares, en el 2, y, pese a la zozobra del tanto de Cuelo en el 24, Francisco, en el 53, puso a los rojiblancos, entrenados por Casuco, por delante en el marcador de manera definitiva.
Siempre con el miedo
Ya en categoría nacional, la zozobra ha acompañado al conjunto rojiblanco casi en todas las temporadas. Incluso en la primera, donde aquel partido vendido como un derbi de 'vida o muerte' ante el Poli Ejido, lo cierto es que la permanencia llegó una semana antes con gol también de Paco Luna, en Albacete, lo que le permitió llegar a aquella última jornada con cuatro puntos de diferencia respecto al Racing de Ferrol, al que también se le tenía ganado el golaveraje.
Con los años de 'esplendor', la salvación más cruda estuvo en la temporada con Francisco como técnico. En la jornada vigésimo novena la renta era de solo un punto sobre las plazas de descenso. Se enconó la competición con un empate y cuatro derrotas consecutivas y la obligación de no fallar en los últimos cuatro partidos. No lo hizo con tres victorias, todas épicas, pero especialmente la lograda en casa frente al Real Betis (3-2), en la antepenúltima jornada con aquel gol de Ramón Azzez. Luego se ganó en Los Cármenes y un empate a cero con el Athletic, con un disparo de Guillermo –ahora en el Burgos– que heló la sangre mientras Osasuna, con Javi Gracia e Ibán Andrés en el banquillo, ganaba al Betis, quedándose un punto por debajo de los 40 que logró la UDA para salvarse.
Ya en Segunda, las últimas temporadas han sido tranquilas, aunque se pudo hacer más en las dos últimas, pero salvando la tranquila 2018/19 con Fran Fernández al frente, el resto, tras el descenso de Primera certificado al perder contra el Valencia en la 2014/15, fueron de 'pastillita' bajo la lengua, sobre todo la 2015/16, empatando en Córdoba (1-1) y sumando un punto más que la Ponferradina, que en la cuadragésima jornada estaba a salvo con los indálicos en descenso. Estos, ganaron al Mirandés en la 41ª, con empate berciano en Tenerife que le colocó por debajo para que luego pasara lo ya comentado en el Nuevo Arcángel y El Toralín.
Tempestad
En la 2016/17 hubo cierta tranquilidad, salvado por ganarle al Reus (1-0) con gol de Morcillo, porque la derrota hubiese sido el 'finiquito', al haber empatado con el UCAM Murcia, que le habría ganado el golaveraje. La salvación en la 2017/18 ha sido el 'milagro' más grande en la historia rojiblanca en Segunda. Aquel empate en el Anxo Carro, previo gol de penalti de Carlos Pita y grandes intervenciones de un René con lágrimas en los ojos se volvieron en 'llanto de pasión' cuando Fidel marcó en el 69 y la grada, con muchos almerienses en ella, se tornó un éxtasis.
Pasado mañana, en juego está el ascenso directo a la máxima categoría, el premio más ilusionante para futbolistas que nunca han jugado con asiduidad en una competición como la Primera División española, salvo los Rodrigo Ely, Carriço, Portillo o Alejandro Pozo. Pero, tiempo al tiempo.
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